CON DOLOR
Mi amigo Antonio Mercader
30.01.2019
MONTEVIDEO (Uypress/Esteban Valenti) - Ayer falleció Antonio Mercader, mi amigo y adversario político, con el que compartimos más de 10 años de Tertulias políticas, discutiendo a fondo nuestros argumentos y sin pelearnos una sola vez. Lo reitero con orgullo, éramos amigos.
Foto: ENPERSPECTIVA
Su vida, desde su nacimiento en Madrid y sus orígenes catalanes, hasta su padre militar republicano, su tío, Ramón Mercader el asesino de Trosky y su tía Maria Mercader la segunda esposa del gran Vittorio de Sica, es la que explica su espesor humano y cultural que trasladó a la política, como militante y dirigente del Partido Nacional.
Fue un periodista destacado en La Mañana, El Diario y finalmente en El País. Nunca dejó de pelear por sus ideas, con extrema pasión. Las veces que al leerlo me hizo pensar y enojarme.
En los 10 años de debates en La Tertulia y luego en La Mesa, demostró que estudiaba los temas, que aportaba argumentos y no adjetivos y que había que ir bien preparado para debatir. Ese debate creo que se hizo un clásico de ese programa, todavía mucha gente me sigue preguntando ¿cuándo volverá al dial? Desgraciadamente nunca más.
Su ausencia la voy a sentir porque era un representante de un nivel intelectual y cultural en la política, que hoy es muy difícil de encontrar actualmente y que dignificaba la política uruguaya.
Nunca privilegió los adjetivos por sobre los argumentos, y cuando algunos me preguntaban como hacía yo para soportar a Mercader, siempre les contesté lo mismo, yo soy amigo y me siento honrado de ser amigo de Mercader. Voy a ser pedante, pero vale la pena, Mercader-Valenti en la radio fue durante muchos años una marca registrada y me siento orgulloso de ello.
Antonio tenía algunos rasgos que es bueno recordar, escribía y hablaba con una precisión idiomática, que para un tano oriental, era envidiable y debía estar siempre atento, no nos dejaba pasar un error, un resbalón.
Tenía una erudición literaria admirable. Cada jueves de cada año en que se anunciaba el Premio Nobel de Literatura, siempre estuvo Antonio para salvar al programa, por su conocimiento y su agudeza para opinar sobre los diversos autores. Recuerdo además su sentido abierto y renovador al opinar sobre el Nobel al cantante norteamericano Bob Dylan.
Nuestra amistad se forjó durante los programas, en los entretiempos y a la salida, cuando siempre intercambiamos bromas. Tenía un agudo sentido del humor. Hablamos naturalmente de política, de las cosas que no decíamos al aire, de nuestras familias, de las historias personales.
Fue el responsable de la campaña electoral triunfante de Luis Alberto Lacalle en 1989, porque además trabajó en una importante agencia de publicidad, pero a esa campaña le puso el alma. Nos conocimos en las mesas redondas que se convocaron luego de las elecciones, pues yo había sido el responsable de la campaña de la Lista 1001 del Frente Amplio. Y nunca fuimos a dar cátedra, sino a compartir y divertirnos con el auditorio de esas charlas.
Siempre relato una anécdota que me sucedió en Washington D.C. donde él era embajador de Uruguay ante la OEA y yo le llevé una carta de su esposa Rosario Mederos. Luego de una larga charla, me dijo "no dejes de ver la película "Il Postino", es tan buena que los norteamericanos durante la proyección no comen pop".
Era un caballero, y en estos tiempos en que algunos pretenden que hagamos piruetas para no salirnos de los correcto y de la moda, lo reitero, era un caballero, en su actitud, en su educación, en su vestimenta, en su respeto por la gente, en sus pasiones, entre ellas la política.
Hace más de dos años que ya no estaba con nosotros en Las Mesas, aunque yo lo seguía leyendo en El País. Tengo actualmente buenos compañeros de tertulia, pero la falta de Antonio es una pérdida que marca no solo un programa radial, sino una etapa política de debate y de convivencia que se me va para siempre. Lo siento realmente mucho y no me acostumbraré. Los amigos nunca se sustituyen.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias