La inocencia no vale
Stella Maris Zaffaroni
16.04.2022
Viernes de Semana Santa ¿querés algo más silencioso que la avenida principal de Montevideo?, porque podés acostarte a dormir en el medio tranquilamente, ni un alma hay. Bueno son las 6 y cuarenta minutos, me comento al mirar el reloj. Me levanté briosa así que desarmé la cama, saqué las toallas de baño y ar,é lavado de ropa blanca.
Armé el mate, metí huevo a herví, espinacas en la pileta, llené el termo y me senté a matiar mientras miraba por el ventanal como quien espía qué le depara el destino.
Macarena irrumpió a los gritos.
-Se les da vuelta la tortilla, están todos fritos.
Al besarme me hizo poner en pie y bailamos un poquito.
-¿Has visto?
-He visto que los Blancos se pelean entre ellos y El Pou Street hace nada.
-Estoy hablando del senador Charles Carrera que dice, del sector colorado Ciudadanos: "Ante ciertas propuestas provenientes de sectores de la coalición parecería que fueran más oposición que gobierno", chúpate esa mandarina- se metió la bombilla en la boca.
-¿Cómo reaccionó el Jules Marie Sanguinetti?, porque dijo que unos colorados como él parecen del Frente Amplio.
-Ah, el ex presidente tiene las cejas enredadas del ataque de odio que le frunce el upite ¡imaginate! El Partido Colorado preparando una propuesta para bajar los precios de los alimentos y el sector éste se corta por la libre y le lleva la suya al Presidente.
-¿Y su augusta majestad El Reyecito que prometió en la campaña presidencial que no iba a tocarle el bolsillo a Juan Pueblo, dónde está?
-¿Vos conocés a alguien que se llame Juan, Juana, Juanita, Johnny Pueblo?
-¡Qué literal lo del Presidente de la República!
-A los Pueblo no nos sumó, lacallemente, a los "malla de oro" del país.
-No somos unas Juana Pueblo, asumámoslo.
Cada una toma su mate en silencio.
-¿Vos querés ser pueblo? -giré y la miré.
-¿Unido que jamás será vencido? ¡sí!
-Creo que me cansa pensar en un estado de lucha permanente.
-¿Estado con mayúscula o con minúscula?
-No me compliques, la política no es lo mío.
-Leéme algo interesante.
-La Aduana de Shanghai ha introducido medidas específicas para mejorar su eficiencia operativa frente al resurgimiento local de la COVID-19, anunció la aduana el martes por la noche.
-¿Y a mí qué más me da lo que hagan en el culo del mundo?
.No sé, solo leí.
-Espabilate, Pájara, leéme algo enjundioso, crocante, rico.
-¿Cómo un pollo frito crujiente y riquísimo? Aquí, dice como preparar un pollo frito crujiente una cosa deliciosa a la par que engordador al mango. Pero, ¡qué carajo! de algo hay que morir. Y si morimos comiendo este pollo frito crujiente, moriremos felices.
-¡Justo en viernes santo salís con eso!
-Sori, qué desubique el mío, se me olvidó la fecha.
-¡Chichí, por Dios, 2022 años que festejamos la muerte de Jesús...
-¿Cómo que festejamos?
- Festejar es celebrar, homenajear, aclamar.
-Tú sos rara usando el lenguaje. A mí me suena a cosa con felicidad, no a recordatorio de muerte.
-Pues seguimos clamando al Cielo por un inocente cuya muerte quedó impune.
-¿Hablás de uno de los desaparecidos?
-Desaparecer desapareció, cuando las María fueron a la tumba el cuerpo no estaba.
-En la Wiki dice: La tumba de Jesús que fue encontrada vacía por las mujeres miróforas que habían llegado a su tumba para llevar a cabo sus últimas devociones al cuerpo de Jesús, a través de la unción de su cuerpo con especias y vertiendo aceite sobre él.
-¿Qué es eso de miróforas?
-Parece que así se llaman las que llevan mirra para los ritos funerarios.
-Debía ser mirrófanas, entonces.
-No me enredes en discusiones bizantinas, de última hoy es el día del calvario.
-¿Entonces comeremos bacalao? -se frota las manos
-Sí, claro, bacalao noruego vamos a comer.
-¿Por qué el enojo?
-Dear, lo de comer pescado era por lo de panes y peces, la comida más barata.
-Sí -sacude la cabeza con pesar-, no pega andar de banquete mientras recordamos que lo cagaron a palos y era inocente.
-¿De qué? -me quedo mirándola.
-No entendí -levanta una ceja.
-¿De qué lo acusaban?, al nazareno, digo.
-Ni idea, buscá en Google
-Acá dice: Pilatos se debate en un mar de indecisiones; primero se jacta de «tener poder para soltarle o crucificarle» y luego reconoce su inocencia: «No encuentro culpa alguna en este justo». «Me lo habéis entregado como alborotador del pueblo y, habiéndolo interrogado, no encuentro en él ninguno de los delitos que alegáis».
-Y se lava las manos ¡de frente march!
-Entonces, ¿por qué le da a elegir al pueblo entre, un culpable real, Barrabás y Jesús? si sabe que es inocente. Y si lo considera inocente, ¿por qué lo manda azotar?
-Tenía a la turba en la ventana, Chichí, ¿lo hace por aplacar a las masas?
-¡Qué mal le salió todo a ese chico!
-Nunca vi a Jesús como un chico.
-Dear, tenía 33 años.
-Se me parte el alma- se encoge sobre sí misma- Pasemos el día a mate, en ayuno como penitencia.
-¿Y con los crujidos del estómago arreglamos el desaguisado que hicieron romanos y judíos?
-Yo soy católica y desciendo de irlandeses, galeses...-agita la mano en el aire.
-Yo soy mestiza mezcla de gallego celta e india.
-Ni romanas ni judías, ¡aleluya!
-Potaje de Vigilia entonces. La receta de la abuela -busco la libreta de abuela en la despensa- la de toda la vida. Un guiso perfecto para cualquier ocasión, muy tradicional en...
-Casi como el vestido negro y el collar de perlas.
-No seas frívola, por Dios.
-¡Ma qué frívola! si es atuendo para ir a velatorio.
-Traé el bacalao que dejé anoche en remojo -le solté a modo de contestación.
-¡Ah, Tolola! ya lo tenías craneado.
-¿Hacemos guiso de garbanzos, espinacas, bacalao y huevo? -propongo leyendo la libreta.
-¡De rechupete me suena!
-Picá la cebolla y los dientes de ajo bien chiquito, así no se notan los trozos en el potaje y solo le dan sabor.
-¿Remojaste los garbeños?, como les llamaba tu hija cuando era chiquita -pregunta altiempo que se seca las lágrimas y termina con la cebolla.
En lugar de contestar le muestro los frascos de garbanzos cocidos.
-¿Cuándo hiciste eso? -abrió una botella de vino balco, sirvió y me pasó una copa,
-Mandaron los padres de Artur.
-¿Invitamos a los Teté?- bridamos y bebimos.
-Están en Madagascar -digo luego de paladear ese vinito que era fresco y seco, excitante diría.
-¿Con los pingüinos? -se toma otro sorbo y chasquea la lengua.
-Serás tarada.
La cocina se iba poblando de aromas, en la cazuela con aceite de oliva se cocía la cebolla.
-Agregá los ajos picados y bajá un poco el fuego para que no se quemen -le digo a Macarena.
Levanta la cuchara de madera y se para al lado del fogón. Yo saco los huevos duros de la olla, las espinacas de la pileta y corto las papas.
-Deja que los ingredientes se cocines con cuidado y, antes de que tomen color, agregá el pimentón, mezclá y sumale los garbanzos con el agua, enseguida, para que no se queme el pimentón.
-Dale -se pierde entre el vaho que surge de la olla.
Levanto mi copa y la miro al trasluz, huelo el vino y me regalo un sorbo.
-Ahora van las papas -le alcanzo el bols- y en unos minutos añadís las espinacas y el bacalao y ¡voilá el potaje de Cuaresma de la abuela!
-¿Y vos qué hacés?-en una mano tiene la cuchara que gotea y en la otra el vinito.
-Rompo los huevos.
-Desde que naciste que venís haciéndolo -levanta su copa hacia mí- ¡chin chín por eso!
Y a los aromas que engalanan la cocina le pusieron música nuestras carcajadas.
Chichí
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias