“A mí me pasa lo mismo que a usted” Respondiendo a Emiliano Cotelo.
Alberto Rodríguez Genta
08.08.2017
Miren: yo reconozco que últimamente he publicado muy pocos artículos en muy pocos medios de comunicación, como Uypress u otros extranjeros, que no nombro por no comprometerlos.
Porque yo creo que para nadie es un secreto ya, el que la prensa -no los periodistas -ha perdido su razón de ser: informando ecuanimamente sobre los hechos, los protagonistas, y las realidades que hacen al mérito o fracaso de toda sociedad. Y ha pretendido y pretende ocupar los espacios políticos y los valores de quienes -arriesgando y comprometiendo sus propias vidas -hoy representan (es lo que hay, valor..!) a aquellos valores, que no han sabido defender con hechos concretos - quienes se identifican como sus seguidores.
Y yo modestamente, les envío mis conclusiones, después de haberme ido tremendamente frustrado - vivido otra experiencia frustrante y haber regresado -a un paisito totalmente renovado! Por lo cual creo que a nuestro pequeño pero maravilloso Uruguay, hoy nos hace falta y es más que imprescindible, repensarnos e identificarnos de nuevo!
En un reciente artículo publicado en su espacio ENPERSPECTIVA.net, Emiliano Cotelo, ese sesudo periodista que desde hace muchos años (aún más allá de los dieciocho que yo estuve fuera del país) nos trae una cuota de sapiencia, de reflexión y de información, desde el título "El periodismo, el deber y el hastío", nos habla de sentimientos con los cuales -por lo menos yo - me siento muy identificado. Se trata de dos temas que han estado insistentemente en la agenda nacional: la situación de Raúl Sendic y su eventual renuncia, y la postura del gobierno uruguayo ante la crisis en Venezuela. "Estoy seguro: -dice Emiliano - muchos de nuestros oyentes se aburrían de que esos asuntos responder a volvieran a ocupar espacio en el programa y otros, aunque estaban interesados en ellos, juntaban bronca por el bloqueo mismo en que estaban debido al manejo, difícil de entender, que de los dos han hecho sus responsables".
Y bueno; por lo menos yo, tan seguro estoy -y tan podrido también -de toda la manipulación mediática en su entorno -que no pude menos que enviarle mi comentario recordando aquella bonita canción de Palito Ortega: "A mí me pasa lo mismo que a usted". Y más me siento identificado con los conceptos de Emiliano cuando después afirma "A mí me indigna sacar la cuenta de todo el tiempo perdido, como sociedad.. ( ) -y más adelante "Porque, al volcarnos a esas cuestiones durante meses y meses dejamos necesariamente afuera otros hechos o personajes nacionales seguramente mucho más productivos y estimulantes, o por lo menos interesantes y necesarios..( )
Y ¡ALELUYA! PORQUE ESTO ES UNA ESPECIE DE BÁLSAMO PARA MI EGO, DESESPERADO porque alguien comprenda el esfuerzo de mi boletín mensual "Buenas Noticias, Uruguay", en el cual pacientemente recojo, día tras día, y mes tras mes, y año tras años (ya van casi cuatro) todas esas noticias que si importan porque son las que en realidad componen el Uruguay que importa! "Hechos y personajes seguramente mucho más productivos y estimulantes, o por lo menos interesantes y necesarios.." al decir de Cotelo. Y porque además, al igual que lo afirma Emiliano, estos dramas inconclusos..( ) dan motivo a una "división inquietantes, donde proliferan planteos muy agrios y agresivos, de un lado y del otro.." que además alimentan aún más esa patología de odio fraternal que tenemos los uruguayos desde que nacemos. Por eso yo también trabajo esos temas, "pero también lo hago desde una posición de hastío y hasta de dolor". Y porque en este sentido yo también me siento -al decir de Mecha Gattas: "una voz en el desierto pero que representa (o por lo menos lo intento) la voz de muchos".
Lo he afirmado en más de una oportunidad: a los uruguayos nos forman para dividirnos, odiarnos y separarnos! Apenas nacidos nuestros padres nos hacen socios, o de Nacional o de Peñarol, y van alimentado poco a poco esa cuota de fanatismo que luego hará que nos insultemos, golpeemos, o hasta nos matemos cuando el partido no termina a nuestra conveniencia. En política, algo igual: o sos blanco como "güeso de bagual..", o colorado batllista (muy decolorado) y si bien ahora han logrado un romance promisorio, ello es debido a que ha aparecido otro pretendiente para unir voluntades y odiar en conjunto: el Frente Amplio!
Y otras cositas más, siempre dispuestas a separarnos, de acuerdo a nuestra posición social, simpatías, ideologías, etc. etc., que no voy a enumerar. Y sin mencionar, además, a los adversarios internos que hacen la riqueza en la diversidad, pero también la pobreza a la hora de opinar! Por ello es bueno también oír las opiniones de algunos seguidores de Cotelo, desde Lucía Cartesio, que afirma que le pasa lo mismo, pero que rescata que "ante estas situaciones se conoce la cara de cada uno de los que actúa en política, y los valores con que se maneja en su vida".
Sin duda que sobre las cualidades y méritos de Cotelo, quizá nadie lo defina mejor que la ex profesora de Historia Silvia Rossani, quien confiesa que "aunque no pienso ni siento exactamente como tú..( ) a esta altura creo que puedes transformar en interesante hasta la tabla del 2". O, como le agradece Leonor Fernández Vidal, por "lograr darle a las situaciones que estamos viviendo la distancia para poder analizar la realidad". Y bueno, es que esto es lo difícil; por todo aquello que yo les expresaba cuando hablaba de nuestra patología del odio fraternal. O como también me siento muy identificado con lo que le reconoce Natalia Trenchi: "Si, Emiliano sí. Dejar de lado el "periodismo" oportunista que hace ruido con lo que pinta porque no tiene otra cosa para ofrecer..". Aunque yo le aclararía a Natalia que no es que no tengan otra cosa para ofrecer; siempre las tienen; el tema está en que no les interesan porque estas son las que les dan el rating en la TV o el mayor "tiraje" en los medios escritos. Hay que reconocerlo; también nos han preparado y formado para disfrutar más del chisme y del escándalo, que de aquellos hechos dignificantes para nuestra sociedad! Aunque nos cueste darnos cuenta!
Y quiero simplemente, como definición personal, que jamás, jamás, jamás, consentiré poner por delante la defensa de una ideología, a el hambre y las necesidades dignas de mi pueblo!! Si no saben consensuar para ganar-ganar -y que el pueblo no pierda - tengan vergüenza y no se metan a gobernantes!
Si algo ha logrado este hermoso paisito uruguayo, y yo les agradezco a todos los uruguayos que lo hicieron posible es este "Discreto milagro de la izquierda uruguaya: 15 años de crecimiento ininterrumpido", como lo destaca El País de Madrid, y que para mí, va más allá de los conceptos tradicionales de la izquierda, tan manipulados, tan confundidos y tan devaluados, por quienes de una forma u otra- aprovecharon la coyuntura para subirse a una izquierda -a la cual en lugar de dignificarla, la han desvirtuado - porque ojo, que la izquierda, además de ser emocional, tiene que ser también racional! Y si no, seguirá fracasando.
Yo les recomiendo leer, no sólo el sabio artículo de Emiliano Cotelo, sino también los aportes de los conceptuosos comentarios de sus oyentes/leyentes. Sin descuidar las afirmaciones de Diego Nelson Sosa Maipacena, cuando aclara: "Todo el circo que se genera alrededor de las situaciones que ocurren tienen que tener un objetivo. Por algo, se hace tanto ruido". Doble mérito pues para Emiliano; no sólo el emanado de su profesionalidad periodística, sino también por la capacidad crítica y analítica del público oyente/leyente que lo sigue!
Finalmente, gracias a todos los mencionados por motivarme, iluminarme y ayudarme, a concretar este artículo. Al final, ¡yo no aporté demasiado! Bien por Emiliano y sus seguidores; y también bien por mí, porque al saber dónde y de quien leer opiniones y análisis inteligentes, he levantado este "pensatorio" que creo bastante inteligente, utilizando el intelecto de su profesionalidad y el buen criterio de todos ustedes! Y para no ser menos uruguayo, termino con la expresión "Vamo' arriba," que aunque no la crea muy académica, ya es una identificación dentro del ADN de los uruguayos.
¡Feliz mundo, gente! Y termino con mi frase predilecta: "No hay error si no se intenta; y si no se intenta no se gana nada. Ni siquiera el odio de quienes nos adversan. Que por algo nos adversan". Y porque como aseguraba mi amigo Nicola Maquiavelo, "No hay nada más difícil de emprender, más penoso de conducir o más incierto en su éxito, que introducir un nuevo orden de cosas, porque el innovador tiene como enemigos a todos aquéllos que han prosperado en la vieja situación y sólo como tibios defensores, a los que pueden beneficiarse de la nueva".
Besos y abrazos de un (no periodista).
argentaster@gmail.com
Alberto Rodríguez Genta