Pasado, presente y futuro

Alfredo Asti

18.08.2014

En ésta campaña política, algunos no quieren hablar del pasado y solo quieren hablar de “futuro". Nosotros también hablamos de futuro y por eso tenemos desde Noviembre de 2013 un Programa Único votado por casi 2.000 congresistas que compromete lo que vamos a hacer en el futuro Gobierno.

Por eso hablamos de OTRO Gobierno frenteamplista a partir de 2015, porque necesariamente debe ser distinto a los dos anteriores, porque el país es otro, fundamentalmente porque los Gobiernos Frenteamplistas primero rescataron al país de la crisis, del estancamiento y la pobreza extrema y luego lo fueron transformando con reformas estructurales para mejorar la calidad de vida de la gente. Hoy las necesidades son otras y lo que falta por hacer es tan o más importante que lo ya hecho.

Hablamos de más y mejores transformaciones, más capacidades físicas (infraestructura, energía, comunicaciones) y más capacidades humanas (y en ello incluimos por supuesto Educación, Capacitación, Seguridad, Sistema Nacional de Cuidados, etc.), pero también mejor gestión, buscando la excelencia de la prestación de servicios públicos.

¿Cómo hablar del futuro sin tener en cuenta de qué manera se transformó aquel lamentable pasado para tener este presente? Justamente es este presente el que posibilita un futuro en el cual podamos continuar transformando el país, aprovechar la situación actual generada por los gobiernos frenteamplistas y continuar el crecimiento con equidad, persiguiendo mayores niveles de desarrollo económico, social y humano.

¿Cómo proponer cambios hacia el futuro sin mostrar las diferencias de las políticas públicas del pasado y las actuales que marcan el rumbo a seguir y que aprueba la gran mayoría de la población (70%)? Esas políticas que han permitido el reconocimiento de nuestro país a nivel internacional como uno de los que más ha crecido con equidad e inclusión social y sustentabilidad hacia el futuro.

¿Cómo no explicar la diferencia con el pasado al poner a partir de 2005 la política económica al servicio de lo social y no al revés? Precisamente estas políticas económicas al servicio de lo social son las que han permitido que la pobreza bajara a un 11%, lo que implica la cuarta parte de la que teníamos en 2004 y la indigencia al 0,5%, una décima parte de la que tenía nuestro país al inicio del Gobierno. Esas políticas también permitieron la mejora de todos los indicadores de desigualdad, cuya tendencia a la baja se mantendrá en el futuro por la continuidad y profundización de las reformas estructurales (Tributaria y Salud), la creación del Sistema Nacional Integrado de Cuidados y la prioridad del Gasto Público Social que pasó del 15% en 2004 al 25% del PIB en 2014.  

¿Cómo no expresar que todas las transformaciones que hoy disfrutamos han sido construidas por el pueblo uruguayo? Hemos recuperado la confianza en nosotros mismos como país de oportunidades y desarrollo. Hoy los uruguayos queremos ser protagonistas de nuestro presente y futuro y seguir creciendo con equidad en el futuro.

¿Cómo no explicar que la confianza generada por las políticas públicas coherentes y consistentes ha cambiado la tendencia del crecimiento potencial futuro de nuestra economía? En los 50 años anteriores a 2005 el pobre crecimiento económico rondaba el 1,5% anual. Hoy, luego de haber crecido promediamente en los 2 Gobiernos casi 6% anual, alcanzamos en 2014 un PIB per cápita de más de U$S 17.000 (desde los U$S 4152 en 2004) y que proyecta al futuro un crecimiento del 3 ó 4% anual.

¿Cómo no explicar que la dinamización del mercado interno, uno de los principales factores de crecimiento, es posible por el aumento del ingreso de los hogares debido a las diferentes políticas salariales y negociaciones colectivas? Esos Consejos de Salarios que se habían anulado en los 90, propiciaron una importante caída del salario real de los trabajadores.  Consejo de salarios que fueron reinstaurados por los gobiernos frenteamplistas y que hoy nos hacen contar con un crecimiento que llegará a 2015 con un 50% de aumento real de salarios (y por ende de pasividades comunes) respecto de 2004, con crecimiento aún mayor para el salario mínimo nacional, que se triplicó desde 2004 y para las pasividades mínimas, a las cuales se les otorgaron aumentos diferenciales que la llevaron a un mínimo de más de $ 6.000. Son precisamente esas políticas las que debemos asegurar que continúen en el futuro, incorporando variables como la productividad y la cadenas de valor.

¿Cómo no decir que otro de los factores de crecimiento del PIB es la Inversión, que aumentó significativamente producto de la diferencia de aplicación de los incentivos a las inversiones (con la misma ley del año 98)? Se ha multiplicado hasta por 10 el nivel de inversiones promovidas, llegando hoy el total de inversiones públicas, privadas, nacionales o extranjeras al 24% del PIB, lo que asegura la reproducción del crecimiento en el futuro.

¿Cómo no explicar el aumento de las exportaciones? Aumento que se explica por las políticas públicas de apertura de mercados y incentivos a buscar con la innovación, investigación y desarrollo, diferenciación en calidad y mayor valor agregado en bienes y servicios que integran las mismas y que permiten ver el cambio notable que ha tenido el proceso respecto de anteriores períodos. Esto gracias a adaptarse y aprovechar al máximo el contexto internacional, lo que asegura para el futuro continuar con la tendencia creciente de los indicadores de exportaciones y PIB per cápita.

¿Cómo no mostrar las diferencias con el pasado en el manejo del endeudamiento público? Logramos terminar con el endeudamiento condicionado (FMI), logramos el grado inversor y tener la más baja relación deuda neta/PIB, logramos la mayor desdolarización, la mayor proporción de deuda a tasa fija (más baja), el menor nivel de necesidades de financiamiento y el más holgado perfil de vencimientos con el mayor volumen de reservas internacionales que aseguran en el futuro a las próximas administraciones una situación financiera mucho más cómoda y segura.  

¿Cómo no contar la diferencia de cómo pasamos las últimas crisis internacionales (2008-9) y la de 2012, aún no finalizadas, sin que la mayoría de la población las sufriera como en ese pasado que pretenden olvidar? En el futuro será imprescindible mantener toda la lucha por la reducción de las vulnerabilidades que existían antes de 2005, para poder continuar sorteando futuras crisis con similar éxito.

¿Cómo no decir que pese a tener el mismo marco regulatorio, en estos 9 años hemos cambiado la matriz energética asegurando menores costos, mayor cuidado del medio ambiente y mayor soberanía? A esto debemos agregar todo lo realizado en telecomunicaciones y conectividad digital, todo lo que nos permite mirar el futuro crecimiento sin el riesgo inminente que teníamos en el pasado. Cabe aclarar que esas transformaciones se hicieron con las empresas públicas que en aquellos gobiernos del pasado se quisieron vender.  

¿Cómo no hablar de las reformas estructurales que cambiaron el pasado regresivo en materia tributaria y de salud? Reformas que explican gran parte de la baja de desigualdad y de la pobreza y mayor inclusión social. La profundización de las mismas en el futuro, nos harán continuar por ese camino, mientras que algunos candidatos critican y proponen cambiar sin decir hacia dónde y cómo financiarían sus propuestas.

Como no explicar que para continuar ese rumbo exitoso y enfrentar los nuevos desafíos y transformaciones del futuro, no alcanza con poner al frente de la macroeconomía del país a una profesional joven y experimentada en tema de manejo de deuda pública en estos dos periodos frenteamplistas solo basado en el buen desempeño en esa área de la política fiscal. La economista Arbeleche ha sido una buena conductora de un medio de transporte a quien se le asignó por parte de los responsables superiores (los ministros y equipo económico) la salida, la ruta, la velocidad, las paradas, la carga, su forma de estibarla, y fundamentalmente el destino.

Para continuar creciendo en el futuro con equidad y mejor distribución del ingreso se necesita mucho más que esa "renovación" etaria y de género en un cargo de responsabilidad. Se necesita un programa único con objetivos concretos, una fuerza política probada en la unidad de acción, pese a la diversidad, encolumnada detrás de ese programa, un equipo económico experimentado y aceitado en su funcionamiento con un conductor (ministro) y líder, principal artífice de los grandes cambios de ésta década y generador de confianza nacional e internacional en la estabilidad y consistencia de sus políticas

No hay posibilidad de copias para obtener similares resultados, se necesita el original no solo para reiterar los éxitos sino para encarar mayores transformaciones en el futuro.  

De la misma manera que decimos que el OTRO Gobierno Progresista no será más de lo mismo, sino que traerá y ejecutará nuevas y mayores transformaciones y mejora de gestión y resultados, también decimos que para ello NO SE PUEDE CORRER EL RIESGO DE VOLVER ATRÁS. Quienes hoy no quieren hablar del pasado, que representan los sectores más conservadores y de derecha de los partidos tradicionales (al excluirse a Wilsonistas y Batllistas) que fueron quienes antes aplicaron políticas absolutamente contrarias a las que comentábamos y tienen propuestas (y otros asesores y entornos) hacia el futuro que reivindican aquellas nefastas políticas del pasado.

Por todo esto conocer las diferencias con el pasado y valorar el presente es imprescindible para decidir qué futuro queremos y qué futuro tendremos.

POR UN PAÍS AÚN MEJOR.

Alfredo Asti
2014-08-18T19:20:00

Alfredo Asti - Diputado Asamblea Uruguay (Frente Amplio)