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Andrea recomienda: ropa transparente
22.07.2016
Es difícil saber si la ropa o los zapatos que usamos son fabricados por personas en condiciones inaceptables. Por una adolescente Sumangali de una casta de intocables del sur de la India. Años de trabajo casi esclavo a cambio de una dote. Por inescrupulosos que emplean niños en Pakistán o si los colores brillantes de nuestra última temporada son los mismos que tiñen y contaminan los ríos y lagos de China. En Uruguay hay propuestas que ofrecen alternativas para el planeta y el alma.
Hace un tiempo asistí a un evento en la Cámara de Industrias referente a la moda sustentable.
La disertante, una empresaria española y promotora de la plataforma Eco fashion Latam aportó algunas cifras aun más alarmantes de lo que nuestro propio sentido común nos pueda sugerir. Durante el proceso de producción por una sola remera blanca, de esas que podemos comprar por muy pocos pesos, se consumen más de 2000 litros de agua. Para unos jeans cerca de 3500.
Usted señor, no se haga el desentendido. Para la producción de la ropa que un hombre viste a diario se necesitan 14.150 litros. Incluye zapatos y camisa.
Blog Couture, un blog de moda uruguayo con nivel de alta costura, difundía una entrevista al prestigioso diseñador Miguel Adrover donde el creativo reflexionaba: "¿cómo es posible pensar que podemos comprar camisetas cada semana? ¡Y menos a cinco euros! Si vendes una camiseta a cinco euros, ¡algo raro hay en esa cadena de producción!"
Apuesto que usted alguna vez se planteo las mismas dudas.
Lo cierto es que seguirle la pista a nuestras prendas es una tarea ardua y compleja. Una maraña impenetrables desde el origen de la fabricación de los propios textiles, los talleres tercerizados, denuncias de organizaciones no gubernamentales, programas estatales, códigos de ética y memorias de sostenibilidad de grandes transnacionales que dominan el consumo global, como la española Inditex, propietaria entre otras de la firma Zara u otros gigantes como Nike, Adidas y holding de lujo como LVMH, propietaria entre otras de Christian Dior, Louis Vuitton y Marc Jacobs.
Los accidentes en fábricas y talleres que llegan a través de las noticias internacionales desnudan las condiciones laborales del modelo Low cost y la moda rápida que alimentan la insaciable maquinaria de diez temporadas anuales, mientras llueven las denuncias sobre los deterioros medio ambientales en países donde las legislaciones son más débiles y la corrupción más pujante.
Habrá notado que las tiendas de telas han desaparecido en la mayoría de las ciudades.
Para tener una noción de los volúmenes de la industria basta un botón. En este caso una cremallera. La facturación de YKK, fabricante japonés que lidera el mercado desde hace décadas, en la división cremalleras reportó en 2015 ingresos superiores a los 3.000 millones de dólares.
Puede comprobar si aportó su cuota correspondiente al gigante asiático y el tirador de su propia cremallera luce claramente grabadas las tres letras de la firma. Un golpe bajo de la globalización.
¿Qué puede hacer Usted ante esta realidad?
En primer lugar, pregunte.
La duda es la base para toda mejora. Existen etiquetados para prendas libre de trabajo infantil. Pregunte donde producen, que programas lleva adelante esa empresa que tanto le gusta sobre los temas que lo sensibilizan. Las redes sociales y la tecnología brindan grandes posibilidades de comunicación. Si no le contestan, ya tiene una respuesta.
Otro gran aporte a la causa es pensar.
Para quienes cuentan con las necesidades básicas satisfechas, un dato impactante es que el promedio de uso de una prenda es de solamente seis veces.
A la espera de alguna dieta sorprendente, de iniciar alguna actividad que jamás realizaremos o de volver a vernos milagrosamente como a los veinte, placares y vestidores desbordan de compras por impulso que jamás verán la luz.
En Uruguay anualmente se generan más de 11.000 toneladas de residuos textiles.
Piense antes de comprar. Reutilice. Revenda. Done la ropa que ya no usa, pero tenga en cuenta que cuando el consumo es exorbitante hasta la buena voluntad tiene un límite. Millones de prendas donadas, luego de vagar por el mundo, terminan en los basurales de África.
Por ultimo apueste a la calidad, de las propuestas y de las materias primas. Como dice una amiga mía, las prendas son como los amigos, los buenos duran toda la vida.
En respuesta a la tendencia de un consumo más responsable se han sumado diferentes iniciativas y han surgido numerosos emprendimientos en cuya base de negocio se definen respetuosos de los derechos humanos y medio ambientales. Diversas tiendas online ofrecen prendas ecológicas. La moda sustentable ya no es tendencia. Es una necesidad y también en Uruguay.Entre los asistentes al evento de moda sustentable había varias emprendedoras nacionales con propuestas responsables. Ruta 10 ofrece carteras con caucho reciclado, Canica bebés aporta creatividad para ropa infantil exclusivamente en algodón orgánico certificado. "Como el de antes" dirían las abuelas.
La Pilarica realiza prendas de diseño con fieltros mientras Fémina deslumbra con tejidos exclusivos y producciones de excelente calidad. *
Un país que se precia de ser natural debería quizás desarrollar iniciativas de cooperación con este tipo de emprendimientos.
Las tiendas de fabricación nacional también ofrecen una variada oferta. Lanas y cueros. Materia prima y producción nacional para vestimenta y calzado. Disminuye el impacto del transporte. Imagine cuantos kilómetros se recorrieron para un tejido que se cultiva en India, se hila en Bangladesh, se confecciona en Marruecos y se distribuye desde un centro logístico.
El medio local ofrece además nuevas y originales propuestas. Savia desde su reciente local en Punta Carretas se caracteriza por la creación de colecciones sustentables en base a materiales como lino, algodón, lana y cuero. Sus diseñadoras recorren fábricas nacionales en busca de sobrantes de linos y paños para producir prendas que combinen buenos materiales y diseño de calidad a precios competitivos.
Para las más salidoras pueden encontrar en Montevideo varias casas de alquiler de vestidos de fiesta. Innovadora tendencia para evitar las prendas de un solo uso. Huma rojo y 1000 razones, entre otras.
Las situaciones abusivas e inmorales desde el punto de vista humano y ambiental no nos pueden ser ajenas. Como consumidores podemos ser parte de la solución.
Pero si usted se considera un desalmado que hasta tendría una cabeza de osito panda colgada en la oficina, por lo menos reflexione que gran parte de los tóxicos de los teñidos terminan en las prendas.
Considere que las impulsivas compras low cost generalmente no significan un ahorro de dinero, ya que la falta de calidad afecta directamente la duración de las prendas.
No se imagine intocable por esas injustas realidades. Si bien la producción textil es una de las mayores causas de contaminación de las aguas. No es la única. Me sorprendí al encontrar que en numerosos portales, dentro de los rankings de los ríos más contaminados del mundo aparece nuestro Río de la Plata.
No todo lo que brilla es oro pero parece ser que mucho menos plata.
Desconozco si los datos son exactos. No he encontrado indicadores referentes a la calidad del agua de nuestros ríos o datos de público interés sobre las características de los vertidos, pero seguramente el cuidado de estos entre todos, sería otra demostración de buena vecindad.
Si quieres cambiar el mundo, ¡póntelo! (slogan de moda sostenible)**
andrea@uypress.net fb: andrea recomienda
* Puede contactar las emprendedoras a través de redes sociales
**Blog Couture ha publicado recientemente un link sobre un curso gratuito online de moda sustentable brindado por Ethical Fashion Forum
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