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Andrea recomienda: un brindis

28.12.2016

En esta época de festejos, despedidas y rencuentros, si de brindar se trata, la bebida por excelencia es sin dudas el Champagne o espumante en sus diferentes variedades.

 "En la victoria mereces beber champagne, en la derrota lo necesitas" - Napoleón Bonaparte

Su denominación de origen controlado refiere a un tipo de vino espumoso elaborado conforme al método champenoise en la región de Champagne, en el noreste de Francia. 

Por tanto, fuera de esta producción tan celosamente custodiada, si la bebida se obtiene en España se llamará Cava, Prosecco en Italia o con otras creativas distinciones de acuerdo al país de origen.

Existe un mito que alude a la posibilidad de nuestro pequeño país de utilizar tan selecta denominación. Condición cedida por los galos a cambio de una millonaria deuda perdonada a Francia después de la Segunda Guerra.

Esto es válido para el término Cognac y de ahí la existencia del Cognac Joanicó, pero no he encontrado confirmación confiable en cuanto al término Champagne y por cierto, si bien los hay de muy buena calidad, los nacionales actualmente se ofrecen con la bastante menos glamorosa y seductora denominación de "vino espumoso".

Elaborado principalmente con una mezcla de uvas chardonnay y pinot noir, maridage amplio y variado de aperitivos y buffet. El Champagne es el invitado ideal de toda celebración.

Este año me han recomendado que no deje de probar el Sust Vintage Cuvée Rosé - Brut Nature de Bodegas Carrau ($520). Luego de dieciocho meses de crianza en cava parece ser una excelente opción para recibir el 2017.

 

 

Otro de los nativos para compartir con familiares y amigos o para regalar a visitantes extranjeros podría ser el Brut Nature Tannat de Bodega Pisano ($675). Único espumoso natural, método Champenoise 100% de uva Tannat.

Parece ser que en lugar de cosechar la uva temprana, la dejan madurar para que los taninos se suavicen directamente en la planta para obtener un Brut que armoniza con Caviar rojo y negro, mariscos en salsas fuertes, ostras gratinadas, langostinos y camarones a la plancha, cordero asado, pastas y platos condimentados, queso parmesano y maduro de oveja o cabra. Una selección para una velada intensa.

 


Puede optar también por las muy populares propuestas argentinas. Una gran variedad de Chandón ($510), no lo confunda con su primo francés Moët & Chandon ($2.545). Navarro Correa ($460), Catena Zapata ($1.490) o Mumm ($419). Este último indica en su etiqueta "sparkling wine". Si quiere impresionar suena mucho más sparkling y menos espumoso.

Pero si en el 2016 le fue increíblemente bien y quiere tirar la casa por la ventana o increíblemente mal y no ve la hora de que termine, vamos a ponernos serios.

El mejor Champagne del mundo es el Louis Roederer.  No es que lo diga yo si no que la casa Roederer se hizo de diez medallas de oro en el "Campeonato Mundial de los mejores Champagnes y Espumosos", realizado en Londres y promocionado por el experto Tom Stevenson. Parece ser que hay todo un mundo de la burbuja a descubrir.

Puede hacerse de un Louis Roederer Cristal Brut 750 ML. ($19.990) en su botella de cristal traslucida característica.

El más célebre de sus vinos nació en 1876 para satisfacer las exigencias, que deberían ser muchas, del Zar Alejandro II. El emperador solicitó a Louis que cada año se le reservara la mejor cuveé de la casa.

El hombre estaba en posición de esto y mucho más, pero dicen las malas lenguas y las ha habido en todas las épocas, que exigió una botella de cristal transparente, más que por acentuar la singularidad, por temor a ser envenado.

Envejece seis años en las cavas y reposa ocho meses tras el degüelle para que usted pueda disfrutar de este legendario Champagne, en su botella de cristal de fondo plano con etiqueta en oro. El preferido de los entendedores.

 

 

Otra exquisita opción es un Dom Perignon Brut 750 ml. ($8.290).

Uno de los más famoso. Lleva el nombre del monje benedictino que luego de haber andado por varios monasterios dio origen en el corazón de la región de Champagne a la mítica bebida.

Su aporte fue la mezcla de diferentes uvas seleccionadas y nada menos que el corcho.

Con Un Dom Perignon brindó Carlos de Inglaterra cuando se casó con Diana. Evidentemente lo fundamental sigue siendo con quien quiera tomárselo por más despliegue de pompas y burbujas.

 

 

Tirar la casa es una cosa. La botella jamás. Krug Clos Du Mesnil 750 ML. ($22.100). Perteneciente a la misma familia desde 1843, mantiene inalterado su proceso de elaboración desde que un visionario Joseph Krug lo arriesgó todo a la edad de cuarenta y tres años para crear cada año el mejor champagne de sus sueños, independientemente de las variaciones climáticas.

 

 

De los denominados productores emergentes, este año se destacó al ser galardonado en el campeonato Mundial el Santa Digna Estelado Rosé de los vecinos Chilenos. Un Chandon NV Brut Rosé de China y Hungría sorprendió con Kreinbacher 2011 Brut Classic en Magnum.

 

 

Si le ofrecen un Ferrari no crea que saldrá con un testarrossa pero igual va a pasar un buen momento. Entre los más premiados no solo figura Enzo, Giulio Ferrari introdujo las uvas Chardonnay en Italia para crear un espumante a principios de siglo diecinueve que pudiera competir con los mejores franceses. Galardonado internacionalmente y de producción exclusiva.

 

 

Según los entendidos un detalle fundamental entre otros es la cantidad y calidad de las burbujas y los ejemplos de solo chardonnay tienden a ser ligeros y elegantes mientras que aquellos donde predomina el pinot noir son más intensos. Habrá que ir probando.

Entre las opciones más habituales disponibles en plaza podrá optar por muchas de las mencionadas y más. Claro está, que para sentirse un zar y celebrar con una Cristal probablemente deberá encargarla con antelación.

Recuerde no guardarla para una mejor oportunidad. Disfrute ahora, el champagne está hecho para festejar la vida. A diferencia del vino no debe guardarse más de tres o cuatro años o hasta catorce en condiciones óptimas para las categorías superiores llamadas "milésimas".

A no ser que quiera tomarse un exclusivo vinagre busque una excusa y ¡Salú!

La botella debe permanecer acostada y en un lugar fresco. Enfriarse lo más lentamente posible. Se recomienda la parte menos fría del refrigerador y al momento de servirlo colocarla en un balde con hielo y agua, para el frappeuse o golpe de frío.

Si le preocupa su figura luego de los festejos, el Nature o Brut Sauvage no contiene azúcar agregada, el Brut o Extra Brut de 8 a 13 gramos, el Demi-sec de 25 a 30 gramos y al Dulce es aconsejable que lo mire de lejos.

Las diferentes firmas acostumbradas a paladares y/o bolsillos selectos han desplegado una batería de propuestas para todo excéntrico que se precie de tal: botellas recubiertas de oro o diamantes, ediciones tan limitadas como sus posibles compradores, invitaciones exclusivas a bodegas, la posibilidad de personalizar el espumoso e incluso estamparle la firma a la etiqueta. Un despilfarro en creatividad para deslumbrar a los indeslumbrables.

Irónicamente si se canalizara tantos recursos e ideas en necesidades más terrenales y útiles seguramente habría más razones para brindar en este mundo.

No olvide, si va a beberse tal inversión se recomienda hacerlo a una temperatura entre cinco y siete grados y acompáñela con una copa a la altura de la circunstancias.

En cuanto al modelo, las tulipas son una mejor opción que las flautas ya que permiten que la bebida tenga mayor contacto con el oxígeno.

 

 

Por último, las reglas de etiqueta indican que hay que descorcharlo de la manera más discreta y silenciosa posible. El secreto está en girar la botella, no el corcho. Yo prefiero que haga ruido y en lo posible que el corcho le pegue a alguien. Siempre y cuando no sea en un ojo, claro está. En tal caso si fue con un Krug muestre la herida con orgullo.

 Feliz 2017

 "Que el maquillaje no apague tu risa, 
que el equipaje no lastre tus alas, 
que el calendario no venga con prisas, 
que el diccionario detenga las balas, 

Que las persianas corrijan la aurora, 
que gane el quiero la guerra del puedo, 
que los que esperan no cuenten las horas, 
que los que matan se mueran de miedo. 

Que el fin del mundo te pille bailando, 
que el escenario me tiña las canas, 
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo, 
ni ciento volando, ni ayer ni mañana 

Que el corazón no se pase de moda, 
que los otoños te doren la piel, 
que cada noche sea noche de bodas, 
que no se ponga la luna de miel. 

Que todas las noches sean noches de boda, 
que todas las lunas sean lunas de miel. 

Que las verdades no tengan complejos, 
que las mentiras parezcan mentira, 
que no te den la razón los espejos, 
que te aproveche mirar lo que miras. 

Que no se ocupe de ti el desamparo, 
que cada cena sea tu última cena, 
que ser valiente no salga tan caro, 
que ser cobarde no valga la pena. 

Que no te compren por menos de nada, 
que no te vendan amor sin espinas, 
que no te duerman con cuentos de hadas, 
que no te cierren el bar de la esquina".*

*Noches de Bodas - Joaquín Sabina

andrea@uypress.net

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2016-12-28T12:46:00

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