UY Press - Agencia uruguaya de noticias

28.01.2025

Cada año, el 27 de enero se celebra el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Hace 80 años, al desarrollar la Ofensiva del Vístula-Óder, los soldados del Ejército Rojo liberaron a los presos del mayor campo de concentración nazi Auschwitz.

Para conmemorar la tragedia del Holocausto, en noviembre de 2005, la resolución de la Asamblea General de la ONU, una de cuyos coautores fue la Federación de Rusia, proclamó el 27 de enero el día de conmemoración de millones de víctimas del genocidio nazi, entre los que figuraban judíos, gitanos, eslavos y representantes de otras etnias.

Es importante recordar que el cuadro completo de las monstruosidades del Holocausto la comunidad mundial conoció solo en 1945 después de liberación por los soldados soviéticos de los campos de concentración nazis. Las pruebas irrefutables del genocidio, incluidas las documentales, los testimonios de los supervivientes y de los propios nazis fueron presentadas en los procesos de Núremberg (1945-1946) que juzgó a los principales criminales de guerra nazis de entre los altos dirigentes de la Alemania hitleriana. Entre ellos figuraban también aquellos que habían sido implicados directamente en la organización y la ejecución del Holocausto. Todos ellos fueron condenados a pena capital o a cadena perpetua.

Actualmente, en esta fecha bajo los auspicios de las organizaciones  judías, en todo el mundo se celebran eventos consagrados al Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto que destacan la necesidad de seguir luchando contra la xenofobia, el racismo y otras formas de intolerancia. Los eventos conmemorativos se realizan también en nuestro país para recordar a todas las víctimas del Holocausto y la hazaña del Ejército Rojo. En particular, el Congreso Judío de Rusia organizó entre el 15 y el 31 de enero la Jornada de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto.

Sin embargo, en los últimos años observamos con preocupación los intentos de algunas fuerzas políticas de reescribir la historia de la Segunda Guerra Mundial, borrando cualquier mención del papel determinante del Ejército Rojo en liberación de los campos de concentración nazis. En el marco de esta política hipócrita y cínica de los países occidentales los representantes rusos no fueron invitados al acto conmemorativo, realizado en Polonia con motivo del Día Internacional en Memoria del Holocausto y el 80.º aniversario de la liberación de Auschwitz. Nadie entre los mandatarios occidentales, presentes en la ceremonia, quiso mencionar y agradecer a los soldados-libertadores soviéticos, que dieron sus vidas para salvar Europa de la peste negra del fascismo.

En este contexto, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, envió un mensaje a los participantes e invitados de la ceremonia conmemorativa, subrayando que fue precisamente nuestro país que reveló a la humanidad la verdad sobre los crímenes de los nazis que mataron a millones de judíos, rusos, gitanos y representantes de otras naciones. Según el líder ruso, "siempre recordaremos que fue el soldado soviético quien derrotó este terrible mal total y logró la victoria, cuya grandeza para siempre permanecerá en la historia del mundo". Asimismo, Vladimir Putin añadió que Rusia hará todo lo posible para "proteger el derecho de las personas a la identidad étnica, lingüística y espiritual" e impedir la propagación del "antisemitismo, la rusofobia y otras ideologías racistas".

Cabe mencionar que el mismo día 27 de enero Rusia también rememora el 81º aniversario de la ruptura del sitio de Leningrado (actual San Petersburgo) que acabó con el cerco alemán que había mantenido aislada a esta ciudad durante 872 días. En este asedio inhumano perdieron la vida 632.000 personas (entre ellas muchos niños, mujeres y ancianos), según los datos presentados en el juicio de Núremberg, mientras que, según otras estimaciones el número de muertos alcanzó más de un millón. El 97 % de los habitantes que murieron fue a causa del hambre y solo el 3 % durante los bombardeos de las tropas hitlerianas.

Así es la trágica verdad histórica sobre los horribles sucesos de la II Guerra Mundial, que debemos recordar, preservar y no tergiversar en intereses políticos coyunturales.

Andrey Budaev. Embajador de Rusia en Uruguay