“En Salinas, el símbolo de un país que se levanta”, Yamandú Orsi
Carol Hernández
30.11.2024
“En Salinas, el símbolo de un país que se levanta”, Yamandú Orsi
En Salinas, entre el viento que acaricia las dunas y el canto del mar cercano, hay una escena que se repite cada tarde y que, sin saberlo, es símbolo de un país que se levanta. Yamandú Orsi, el hombre que con humildad y convicción llegó a la Presidencia de Uruguay, camina sin más compañía que su sencillez. Allí está, con sus bermudas, sus ojotas, y una remera sencilla ropa que lleva las marcas de días de trabajo y sueños compartidos. No hay oropel ni distancia. Solo un padre más, un vecino más, esperando a sus mellizos en la puerta de la escuela pública. Esa misma escuela donde aprendieron los hijos de tantos y tantas que creyeron en él.
Es imposible mirarlo y no sentir que algo grande está pasando. Porque su figura no es solo la de un líder; es la de todos nosotros, los que creímos en un país mejor. Es el reflejo de quienes madrugaron para pegar afiches, de quienes llevaron la palabra de esperanza a los barrios olvidados, de quienes, con los bolsillos vacíos pero el corazón lleno, se negaron a rendirse. Es el rostro de un Uruguay que se cansó de los privilegios para unos pocos y decidió construir un camino nuevo, más justo, más humano.
Cuando Yamandú cruza esas calles, no lo hace solo. Lleva consigo las lágrimas y las risas de miles que supieron que su esfuerzo valió la pena. Lleva el orgullo de quienes trabajaron sin descanso para que esta victoria no fuera solo suya, sino de todos. Y mientras conversa de fútbol, de Peñarol, o del futuro que viene, no lo hace como un político, sino como un compañero, como alguien que sabe lo que significa luchar desde abajo.
Hay algo en él que conmueve hasta lo más profundo. Porque no necesita discursos para demostrar lo que representa. Cada paso que da por Salinas, cada mirada cariñosa a sus hijos, cada apretón de manos en el mercado, nos recuerda que no luchamos en vano. Que el sueño de un Uruguay donde nadie quede atrás está más cerca que nunca.
Hoy, mientras lo vemos caminar entre nosotros, sentimos que nuestras lágrimas no son de tristeza, sino de esperanza. Esperanza de que los hijos de Yamandú, los nuestros, y los de todos los uruguayos crezcan en un país donde el futuro no sea un privilegio, sino un derecho. Sentimos que Galeano tenía razón: fuimos pequeñas personas, haciendo pequeñas cosas, pero logramos algo enorme.
Y así, cuando Yamandú alza la mano para despedirse y se pierde entre los vecinos, algo en el aire nos dice que esta victoria es diferente. No es la de un hombre; es la de un pueblo que volvió a creer. Y mientras las lágrimas recorren nuestras mejillas, sabemos que esto recién comienza. Uruguay está despertando, y esta vez, nadie nos podrá detener....
Porque Supimos y Sabremos Cumplir.
Texto de la autora publicado en el perfil de Facebook de La Letra Chica
Foto de portada: Yamandú Orsi en Salinas / Instagram / Orsi Yamandú
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias