Biden y China: entre la obsesión y el delirio

Daniel Barrios

29.07.2022

No importa ni cuando, ni donde ni como o con quién. Tanto en campaña electoral, como desde que fue ungido presidente. Lo mismo en sus múltiples misiones y cumbres internacionales para re-componer sus alianzas para retomar la hegemonía perdida.

El tema puede ser la guerra en Ucrania, el conflicto con Irán, las asociaciones  comerciales con los países de America Latina, Medio o Extremo oriente o el nuevo concepto estratégico de la OTAN.  Todos los momentos, todas las sedes, todos los temas, todos los interlocutores son propicios para atacar a China.

Sin fisuras, excepciones y sin solución de continuidad  toda la política exterior (y gran parte de  la doméstica) del presidente Joe Biden está condicionada y orientada estratégicamente para obstaculizar el vertiginoso desarrollo económico, político y social que ha alcanzado la República Popular en los últimos 40 años y, lo que es más grave, a provocar militarmente a Beijing.

Desde sus albores la psicología se ocupa de la obsesión (del latín obsessio que significa asedio) como una perturbación,  una idea fija, que persistentemente asalta la mente en un intento "por mantener su mundo bajo control, para lo cual se aferran a las reglas y pretenden que todos las cumplan".

Para la ciencia que estudia los estados mentales y cognitivos, en el caso del presidente de los EEUU y su relación con China estaríamos ante lo que se conoce como un disturbio obsesivo - compulsivo agudo.

Ni siquiera el presupuesto federal de la principal potencia del mundo fue  inmune a la "fiebre amarilla"  que "asedia" al morador de la Casa Blanca. En su discurso para justificar los gastos presupuestales,  que posteriormente fue aprobado por el Congreso, el mandatario aseveró que ese dinero "nos pondrá en el camino para ganar la competencia económica en el siglo XXI contra China".

Su secretario de estado Antony Blinken en un reciente discurso en la Universidad George Washington  -  que fue calificado como la presentación de la estrategia internacional de Washington - sostuvo que " el desafío a largo plazo más serio para el orden internacional es el que plantea China". la República Popular es "el único país con la intención de remodelar el orden internacional y, cada vez más, con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo". Y tal objetivo merece ser combatido por la consabida razón de que "la visión de Beijing nos alejaría de los valores universales que han sostenido el progreso del mundo en los últimos 75 años", finalizó el jefe de la diplomacia de EEUU

El derecho romano enseña que a confesión de partes,  relevo de pruebas. Confessio testimonio subsidio pars.

 Basta con repasar la agenda internacional de Biden después de  desatado el conflicto bélico en Ucrania para demostrar inequívocamente  que no es Rusia ,  sino que el gran enemigo de Estados Unidos, la amenaza por antonomasia es y seguirá siendo la potencia asiática. Más aún, para Biden las alianzas forjadas contra Vladímir Putin sirven, si y solo sí, son capaces de contrarrestar la creciente y "agresiva" influencia del país de Xi Jinping.

 

La estrategia Indopacifico  (seul, tokio 20-24 mayo 2022)

Su primer visita a Asía  desde que asumiera la presidencia lo llevó primero a Corea del Sur y luego a Japón y el objetivo declarado fue pedir cooperación a Seul y Tokio, sus principales aliados en la región, para unir fuerzas y voluntades para contener a Beijing. Para ello llevó en su valija el lanzamiento  del Marco Económico del Indopacífico (IPEF por sus siglas en inglés) una iniciativa multilateral para excluir  a la República Popular de las cadenas de suministro globales.y, al mismo tiempo, para contrarrestar el impacto del mega proyecto la  Nueva Ruta de la Seda, el busque insignia del presidente  Xi Jinping para interconectar a China comercial, financiera y culturalmente  con el resto del mundo.

"Esto se trata de democracias contra autocracias, y tenemos que asegurarnos de que cumplimos", afirmó el presidente fundamentando la llamada Estrategia Indo-Pacífico  ante los jefes de estado de los países del Quad, apodo coloquial para referirse al Diálogo de Seguridad Cuadrilátero.una alianza informal formada por la India, Japón, Australia y Estados Unidos,  que para China es el embrión de una OTAN asiática  para reanimar  «la rivalidad geopolítica» y «promover la mentalidad de la Guerra Fría».

"Los hechos demostrarán que la llamada estrategia del Indopacífico es, en esencia, una estrategia para crear división, incitar a la confrontación y socavar la paz", dijo el ministro de relaciones exteriores, Wang Yi.

 

IX Cumbre de las Américas (los Angeles, 6-10 junio)

De Tokyo a California, la obsesión cruzó a la otra orilla del pacífico.

Durante 4 días EEUU fue el anfitrión de la I IX Cumbre de las Américas que será recordada más que por los países presentes  por los jefes de estado ausentes,  entre ellos el mexicano Manuel López Obrador que condenó  la exclusión unilateral e inconsulta de Cuba, Venezuela y Nicaragua como "la vieja política (de EEUU) de intervencionismo, de falta de respeto a las naciones y a sus pueblos".

Además del retórico y reiterativo llamamiento  "a los países democráticos a cerrar filas contra las autocracias",  la nueva "obsesión" en este hemisferio  es por el espectacular crecimiento del comercio con China (que según el Foro Económico Mundial en los primeros 20 años del siglo XXI creció 26 veces)  y las inversiones de Beijing que de acuerdo  con la Comisión Económica para América Latina (Cepal) pasaron de de un 1.7% en 2005 a un 22.9% en 2020 y los 16 países latinoamericanos y caribeños que ya han firmado acuerdos y protocolos  de adhesión  a la Nueva Ruta de la Seda.

Precisamente para revertir esa  tendencia pro china  Biden en su discurso inaugural anunció la creación de la Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica , una versión remozada de la fracasada Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que fuera lanzada por el entonces presidente Clinton en la primera de las cumbres  hemisféricas de Miami en  1994.

Hasta la fecha no está claro cuántos países aceptarían un acuerdo de este tipo.

 

Cumbre G7. (Elmau, Alemania 26 y 27 junio 2022)

La reunión de los 7 países más industrializados del mundo tampoco fue la excepción. El presidente estadounidense y sus homólogos de Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Japón , le  reclamaron a China que "se sume a las presiones para que Rusia retire sus tropas de inmediato y sin condiciones", la recriminaron por sus "reivindicaciones  marítimas expansivas" en el Mar del Sur de China, cuestionaron sus "intervenciones no transparentes y que distorsionan el mercado" y y exigieron  a Beijing que garantice los derechos, la libertad y un alto grado de autonomía en Hong Kong. por si lo anterior no fuera suficiente el clib de los 7 también se mostró "gravemente preocupado" por la situación de los derechos humanos en China, en particular por los casos de trabajo forzoso en el Tíbet y Xinjiang.

Para Washington acabar con la hegemonía de China debe ser el nuevo gran objetivo del club de los siete y para ello hizo aprobar a sus socios la  "Colaboración por la Infraestructura Global y la Inversión" un ambicioso plan de inversiones en infraestructuras para países en vías de desarrollo de  600.000 millones de dólares, también en este caso en contraposición a la Nueva Ruta de la Seda.

 

Cumbre de la OTAN (Madrid 29-30 junio)

El primer punto de la agenda del conclave de la alianza militar más grande del mundo era aprobar el nuevo plan de respuesta a la "operación militar especial" (como prefiere llamarla Putin) rusa a la guerra de Ucrania.

Sin embargo lo que para el el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

se trató de la mayor revisión desde la Guerra Fría, la organización militar actualizó su "concepto estratégico", un documento que establece su estrategia militar y de seguridad para los próximos 10 años y  donde, siempre a propuesta del obsesivo presidente , se identifica, por primera vez  a  China como un "desafío sistémico para la seguridad euroatlántica".

"Las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de la República Popular China y su retórica de confrontación y desinformación tienen como objetivo a los aliados y dañan la seguridad de la alianza", dice el documento aprobado.

Además de los 30 países miembros de la alianza militar   fueron invitados especialmente a la cumbre madrileña Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, en una inocultable demostración de las aspiraciones de ampliar el área de  influencia de esta organización e intimidar al gigante asiático.

 

Consejo de Cooperación del Golfo. (Jeddah,  Arabia Saudita, 15 y 16 julio 2022)

El reino de los Saudí fue el ultimo destino del tour  antichina que emprendió Biden en menos de 6 semanas.

Poco y nada le importó  haber prometido reducir la monarquía saudita al rango de "paria" por el  asesinato en 2018 del periodista del Washington Post, Jamal Khashoggi, en el interior del consulado de Arabia Saudita en Estambul.

La obsesión china  todo lo puede y como lo afirmara,  saliendo al cruce a las críticas nacionales e internacionales por su visita a la monarquía saudita , su objetivo era "ponernos  en la mejor posición posible para suplantar a China" en la región.

"Lo voy a decir bien claro: Estados Unidos seguirá siendo un aliado involucrado en Oriente Próximo. No nos marcharemos para dejar un vacío que puedan ocupar China, Rusia o Irán" aseguró el presidente ante los representantes de los estados arabes miembros  del Consejo de Cooperación del Golfo reunidos en Jeddah

  "Oriente Medio es una tierra de su gente, no el patio trasero de nadie. No existe el llamado 'vacío' allí" le respondió la embajada china en Israel.

 

Sintomas esquizofrénicos

La semana pasada Henry Kissinger en un reportaje de  Bloomberg,  advirtió al presidente Biden que la relación con China "no se puede basar en  la confrontación permanente".

Para el anciano estadista de 99 años y artífice   del acercamiento entre Washington y Beijing hace ya medio siglo,  el  afán de Biden por oponerse al creciente poder, riqueza e influencia de Beijing, no ha logrado comprender una realidad que es  "la permanencia de China".

En relación a Taiwan, la madre de las obsesiones y provocaciones de Estados Unidos el ex secretario de Estado y consejero de Seguridad Nacional alertó que "está destinado a conducir a una situación que puede mutar en el campo militar, lo que va en contra del interés mundial y en contra del interés a largo plazo de China y Estados Unidos".

El mismo día Tony Blair en la conferencia anual de la Fundación Ditchley  reconoció "que estamos llegando al final del dominio político y económico de Occidente. El mundo va a ser al menos bipolar y posiblemente multipolar" y que "el mayor cambio geopolítico de este siglo vendrá de China".

"Durante las dos últimas décadas, [China] mantuvo un compromiso activo y exitoso con el mundo estableciendo conexiones con respecto a las cuales, como puedo atestiguar, existe una profunda reticencia, incluso por parte de los aliados tradicionales de Estados Unidos, a ceder" aseguró Blair,  que durante su mandato fue el principal aliado político y militar de EEUU en la guerras de Afganistan e Iraq.

 "Por lo tanto, el lugar de China como superpotencia es natural y está justificado" subrayó.

Esa  realidad que constatan y aceptan el laburista Blair y el conservador Kissinger en el caso de China es la misma realidad  con la  que presidente Biden parece haber perdido el contacto y lo hace ver el mundo de una manera distorsionada. Eso para la  psiquiatría se llama delirio. Para la geopolítica representa una amenaza a la paz mundial.

 

Daniel Barrios
2022-07-29T13:00:00

Ec. Daniel Barrios