Sesión Plenaria del Comité Central. Volviendo al pasado para reformar el presente
Daniel Barrios
26.07.2024
Mismo organismo (Comité Central del Partido Comunista de China), misma reunión (Sesión Plenaria Plenaria), mismo numero (Tres), mismo lugar (hotel Jingxi, oeste de Beijing).
45 años y 189 días y 9 congresos después de la histórica Tercer Sesión Plenaria del XI Comité Central de diciembre de 1978 que aprobó el informe de Deng Xiaoping "Liberar el espíritu, buscar la verdad en los hechos, unirse de forma unánime y mirar hacia el futuro", los 376 dirigentes que rigen la vida de 1.400 millones de chinos celebraron, del 15 al 18 de julio, su Tercera Sesión Plenaria del XX Comité Central y votaron por unanimidad la "Decisión del CC del PCCh sobre una mayor profundización integral de la reforma en impulso de la modernización china" que guiará la formulación de la política nacional e internacional de China en los próximos años.
En su gran mayoría los terceros plenarios han sido el origen de políticas que han cambiado profundamente el país y por ello, dentro y fuera de China, son considerados los más importantes de los siete que celebra cada Comité Central durante sus cinco años de mandato.
Son aún hoy recordados, el primero de la era de Jiang Zemin en 1993, que consolidó la decisión de establecer una "economía socialista de mercado", y también el tercer conclave del XVIII Comité Central de 2013 bajo el liderazgo de Xi que marcó el amanecer de una nueva era de reforma y asignó al mercado una "función decisiva" (hasta ese momento considerada solamente "básica") en la asignación de recursos para la economía y el buen desempeño del gobierno.
Es tal la importancia de las decisiones que se adoptan en esas "terceras sesiones" que, según Neil Thomas y Jing Qian, observadores y analistas han llegado a atribuirle un carácter "mitológico".
No importa si mito, leyenda, o relato, la historia oficial del partido comunista chino considera el Tercer Pleno del XI Comité Central de 1978 como el más trascendente de siempre. Fue entonces que se aprobaron las reformas económicas, la apertura hacia el exterior y las "cuatro modernizaciones", (industria, agricultura, defensa nacional y ciencia) para "hacer de China una moderna y poderosa nación socialista antes de final de siglo".
Liberal o conservador, comunista o socialdemócrata no existe en la historia una reunión partidaria que haya cambiado tan radicalmente los destinos de un país e impactado en el mundo, como la presidida por Deng aquellos días del invierno boreal de 1978.
"Estamos haciendo algo que China nunca hizo antes ni siquiera hizo en sus miles de años de historia. las reformas en marcha tendrían un impacto no solo domestico sino mundial". "Si no comenzamos las reformas y las 4 modernizaciones entonces nuestro objetivo de modernizar el socialismo será sepultado" proclamaba Deng al momento de lanzar su gran estrategia de desarrollo, la más exitosa de la historia del hombre.
" Somos tan pobres y estamos tan atrasados que, por ser sincero, no llegamos a satisfacer las expectativas de nuestro pueblo. el mundo se pregunta cuanto tiempo puede resistir el pueblo chino", Así resumía el Pequeño Timonel la situación económica en la víspera del lanzamiento de las reformas de 1978.
Por citar solo un indicador, cuando Deng lanzó la reforma y la apertura, a finales de la década de 1970, el producto interno bruto (PIB) «per cápita» de China era de solo unos 200 dólares. Su gran cruzada "reformista y aperturista" partió prácticamente de cero.
Así estaba China cuando la Tercera Sesión Plenaria emprendió el camino sin retorno del proceso de "Reforma y Apertura al exterior de Deng Xiaoping, la más innovadora, disruptiva y exitosa estrategia de desarrollo de la historia del hombre.
Reforma, reforma y más reforma.
Por la cantidad , calidad y alcance de las reformas aprobadas, esta reciente cumbre comunista es considerada la segunda más importante en la centenaria historia del partido, después de la aún venerada sesión que aprobó la Reforma y Apertura y consagró a Deng como líder supremo del partido.
Esta sesión es también histórica porque consagra a Xi como el segundo gran reformador de la China moderna.
"La reforma es la fuerza motriz del desarrollo" dijo Xi durante su visita a la provincia oriental de Shandong, en mayo. Y 14 años antes, en su primer gira como secretario general, depositando una ofrenda floral al pie de la estatua de bronce de Deng Xiaoping en el parque Lianhuashan de Shenzen , había prometido que "La reforma no se detendrá y la apertura no cesará!".
Como lo hiciera Deng , aún en contextos muy diferentes, el secretario general y presidente asume la misma misión: modernizar y reformar a su nación.
Desde que fuera electo como secretario general en 2012, Xi implementó más de 2.000 medidas de reforma que han permitido al país eliminar la pobreza extrema,, apoyar a las empresas, combatir la corrupción, favorecer la integración de las ciudades y las zonas rurales, promover la innovación e impulsar un desarrollo "verde y sustentable".
En la economía las reformas lograron más que duplicar el PIB en ese período y la República Popular se confirmó como el país que más contribuye al crecimiento mundial.
Si bien la economía China ha mantenido un crecimiento estable en los últimos años y a pesar de una recesión global, hoy se enfrenta un conjunto creciente de riesgos y desafíos.
Según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística el mismo día que comenzaba la reunión plenaria, la economía creció un 4,7% anualizado en el segundo trimestre, inferior al 5,3% interanual registrado los tres primeros meses del año.
Aunque sigue siendo de las grandes economías la que más crece y muy por encima de Estados Unidos y la Unión Europea, estos últimos datos confirman una tendencia a la baja, asociada riesgos del sector inmobiliario (que en su momento supuso un cuarto del PIB), las deudas de los Gobiernos locales y la precariedad de algunas instituciones financieras pequeñas y medianas.
Y son precisamente las reformas y la modernización denguianas, la fuente de inspiración a la que hoy regresa el conclave de los "cardenales rojos" para resolverlos y poner proa hacia la "profundización de la modernización con características chinas" y un "sistema económico de mercado socialista de alto nivel".
El texto de la "decisión" aprobada cita 53 veces la palabra reforma que según Xi debe ser integral y " no en un solo ámbito ....sino promover la reforma en todos los ámbitos»
El adverbio más utilizado en el comunicado oficial es "firmemente". El cónclave anuncia que "orientará firmemente el desarrollo de la economía pública" y hará lo propio para "fomentar" la privada (dirigiéndola siempre con firmeza). El Partido también se compromete a mejorar la distribución de la renta y, siempre "con firmeza", a "profundizar las reformas". Pero lo más significativo de "decisión" aprobada es que cita 53 veces la palabra reforma. Reforma que según el informe de Xi Jinping debe ser integral y " no en un solo ámbito... sino promover la reforma en todos los ámbitos»
Lo más significativo El texto de la "decisión" aprobada cita 53 veces la palabra reforma que según Xi debe ser integral y "no en un solo ámbito... sino promover la reforma en todos los ámbitos».
"Ante la compleja situación internacional y nacional, la nueva ronda de la revolución científica y tecnológica y la transformación industrial, y las nuevas expectativas del pueblo, debemos situar conscientemente la reforma en una posición más prominente y seguir profundizando de forma integral la reforma en torno a la promoción de la modernización al estilo chino", señala el comunicado final de la reunión.
La consigna es una sola: profundizar las reformas a 360 grados. Eso supone políticas de innovación de alta calidad en la industria y la producción, impulsar el consumo y estimular la demanda interna, superar la crisis inmobiliaria y reducir la pesada deuda interna, revitalizar la empresa privada y proteger los derechos de propiedad, el sistema impositivo , la defensa y la conservación ecológica y profundizar la apertura al exterior.
Desarrollar las fuerzas productivas, pero de "calidad"
Para Deng el criterio para juzgar si algo es correcto o erróneo era si promovía o no el desarrollo de las fuerzas productivas, el fortalecimiento del Estado socialista y el aumento del bienestar del pueblo. "Todo lo que contribuya al desarrollo de las fuerzas productivas es el camino a tomar"., insistía el líder.
La historia le dio razón: el desarrollo de esas fuerzas productivas hicieron de la República Popular, entonces sumida en la pobreza, cuasi analfabeta y aislada del resto del mundo, la segunda potencia económica del planeta. .
Siempre apegado a la concepción marxista de que las fuerzas productivas son "la causa última de todos los cambios sociales y políticos" los lideres comunistas vuelven a lo mismo pero ahora, como la definió la reunión plenaria, el objetivo son las " nuevas fuerzas productivas de calidad", según Xi Jinping "un requisito inherente"para un desarrollo de alta calidad. Nuevas fuerzas productivas en las que la ciencia y la tecnología desempeñen un papel decisivo en la asignación innovadora de los factores de producción y una transformación y modernización en profundidad de la industria.
En este contexto los dirigentes comunistas confirmaron que uno de los grandes objetivos del gobierno y el partido es convertir a China en una «gran potencia científica y tecnológica» para 2035, con "capacidades científicas y tecnológicas y capacidades de innovación" para lograr "un alto nivel de autosuficiencia» y "un salto holístico en nuestro poder económico, poder de defensa y poder nacional general".
Hasta ahora China ha logrado avances extraordinarios en inteligencia artificial, la robótica , la tecnología cuántica y la biotecnología.
Al mismo tiempo es consciente que las altas tecnologías son el nuevo campo de disputa donde se dirime la supremacía mundial y recurre al desarrollo de las nuevas fuerzas productivas de calidad para resolver tanto el problema del enlentecimiento de su economía como el problema estratégico de su dependencia china de algunas tecnologías occidentales.
Ahí esta la clave para alcanzar la "modernización al estilo chino" y el " desarrollo de alta calidad".
"Nuestra modernización es a la vez la más desafiante y la más grande", dijo Xi Jinping y "es un camino sin precedentes, pero seguiremos explorándolo y avanzando con valentía". El mismo camino que emprendió Deng Xiaoping hace 45 años ,189 días y 9 congresos.
Ec. Daniel Barrios