El debate de los impuestos

Daniel Mesa


Se ha desatado una polémica, pletórica de creatividad respecto a la necesidad de cambios en el sistema tributario nacional.

En forma desordenada y casi caótica sectores del Frente Amplio, especialistas tributarios, ministros,  el propio Presidente de la República, han emitido opiniones a través de los medios de prensa acerca de modificaciones tributarias.

El propio Presidente se ha visto obligado a manifestar que no hay decisiones tomadas al respecto y a respaldar a su Ministro de Economía y Finanzas.

Parece conveniente ordenar el debate, darle más profundidad, dedicarle más estudio

La reforma tributaria

Desde los lineamientos programáticos aprobados por el Frente Amplio para 2005-2010 se promovía la generación de un sistema tributario basado en la disminución de la incidencia en la recaudación de los impuestos indirectos (IVA) y el aumento de la participación de los impuestos directos (IRPF, IRAE) en la recaudación, con la prevención de no aumentar la presión fiscal, requisito básico para impulsar el desarrollo nacional.

En aplicación de esos lineamientos programáticos el gobierno de Tabaré Vázquez designó un grupo de trabajo compuesto por profesionales especialistas en temas tributarios, de diversas extracciones partidarias, que elaboró una propuesta de Reforma Tributaria, que luego de ser sometida a audiencia pública y ser difundida y discutida en todo el territorio nacional, se transformó en un proyecto de ley.

Ese proyecto dio lugar a la ley Nº 18.083 de reforma tributaria.

A partir de la aplicación de la ley Nº 18.083 los impuestos integran un sistema tributario.

Un sistema es un conjunto de elementos y procesos que se combinan y se relacionan para lograr una serie de objetivos. Un cambio en alguno de los elementos o procesos que lo integran significa un cambio en todo el sistema.

La reforma tributaria genero un sistema, basado en grandes impuestos: IRPF, IRAE, Impuesto al Patrimonio, IVA e IMESI.

Los objetivos propuestos para la reforma tributaria son

  • Justicia fiscal, que cada uno aportara de acuerdo a su capacidad tributaria,
  • Eficiencia en la administración tributaria, tanto en la recaudación como en la fiscalización,
  • Promoción del desarrollo nacional y
  • Asegurar el cambio constante del propio sistema tributario en función de los cambios en la realidad nacional e internacional y en la capacidad del Estado de administrar el sistema.

El crecimiento de la recaudación desde 2005 hasta ahora estuvo basado en el crecimiento del PIB y en la mejora de eficiencia de la DGI y el BPS en el proceso de recaudación y fiscalización de los impuestos.

El crecimiento del PIB se vincula  a un mayor nivel de actividad económica, más producción, más ventas, más ganancias de las empresas, más empleo, mejores salarios y por lo tanto más recaudación de los impuestos que integran el sistema tributario.

La mayor eficiencia de la DGI permitió instalar la reforma, fundamentalmente el nuevo IRPF con sus complejidades administrativas, recaudar más de lo previsto disminuyendo progresivamente los bolsones de evasión fiscal.

Ese constante aumento de la recaudación genera, año a año nuevo espacio fiscal y permite atender las prioridades del gobierno nacional: la educación, la salud, la infraestructura, la seguridad ciudadana y la protección social.

Si bien el sistema tributario influye en al distribución del ingreso, y lo ha hecho positivamente desde su implantación, no se consideró que fuera posible utilizarlo como instrumento central de la redistribución del ingreso.

El principal instrumento para lograr una sociedad más equitativa se encuentra en el gasto público y la incidencia del gasto social en el total del gasto, actualmente superando el 50%.

Cuáles son las propuestas esbozadas

Bajar la tasa básica del IVA en dos puntos de porcentaje, del 22% al 20%. Esta propuesta fue comprometida con la población en la campaña electoral de la fórmula presidencial.

  • Asegurar que los sectores de menores ingresos aprovechan la renuncia fiscal. devolver IVA en las tarjetas alimentarias del plan de equidad del MIDES. Hay propuestas variadas, devolver el 2%, el 5%. ( antecedente: recordemos que los consumos en establecimientos gastronómicos que se paguen con tarjetas de crédito devuelven 9% del 22% actual del IVA)
  • Aumentar el gasto social en el mismo monto que se pensaba renunciar fiscalmente, no disminuir la tasa del IVA.
  • Generar nuevos impuestos o aumentar los actuales a los sectores que estarían obteniendo mayores ganancias en la actual situación de la economía

La creatividad pasa por:

  • Eliminar exoneraciones a la inversión
  • Reinstalar las detracciones a la exportación de la década del 60
  • Aumentar los impuestos al agro
  • Aumentar un 5% el IRAE
  • Aumentar el impuesto al patrimonio
  • Aumentar la progresividad del IRPF
  • Transformar el IRAE en un impuesto progresivo

Critica a las propuestas

Consideraciones generales

Los cambios en el sistema tributario deben analizarse globalmente en el contexto presupuestal, debemos formularnos estas preguntas: ¿De que manera logro más eficientemente mi objetivo? ¿Aumentando la presión fiscal a los sectores productivos supuestamente con mayor capacidad contributiva y disminuyéndola sobre los sectores de menores ingresos? O aportando a estos sectores a través del gasto público?

¿Qué efectos tiene la propuesta sobre la economía? ¿Puede incentivar el crecimiento o le quita incentivos? ¿La disminución de incentivos no significará una menor recaudación y por lo tanto una disminución de los recursos para el gasto social?

Consideraciones particulares

1) Bajar la tasa básica del IVA en dos puntos de porcentaje, del 22% al 20%

El compromiso asumido con la población de bajar dos puntos del IVA en forma generalizada debe cumplirse, cumplir las promesas electorales constituye una obligación moral, promueve la democracia, no deja espacio a la demagogia.

Esta propuesta es coherente con uno de los objetivos da la reforma  del sistema tributario, disminuir la imposición indirecta.

Una característica de los impuestos indirectos, vinculados a los precios, es la dificultad de percibir su existencia y las variaciones de sus tasas.

Una rebaja o aumento del 1% en la tasa del IVA pierde significado comparada con las variaciones de precios anuales.

Es posible registrar la rebaja de la tasa del IVA devolviéndola a través del uso de tarjetas de débito o de crédito al consumidor y al mismo tiempo vincularla al objetivo de aumentar el grado de bancarización, aportando al combate a la evasión fiscal.

Será necesario asegurar que todos puedan tener tarjetas de crédito o de débito.

1) Asegurar que los sectores de menores ingresos aprovechan la renuncia fiscal.

El bajar dos puntos del IVA no impide que además se devuelvan en la tarjeta alimentaria del Plan de Equidad todos los puntos del IVA generado por la compra de los productos que incluye, que la situación fiscal permita.

2) Aumentar el gasto social en el mismo monto que se pensaba renunciar fiscalmente, no disminuir la tasa del IVA.

No bajar el IVA y aumentar el gasto social en el monto de la renuncia fiscal, implicaría no cumplir con el compromiso electoral y saltear un paso en la mejora del sistema tributario. La apuesta de la propuesta es que el costo de la rebaja de la tasa se compensa por una mayor recaudación al disminuir el incentivo a la evasión fiscal, la discusión presupuestal demostró que no existe espacio fiscal para aumentar el gasto social en 360 millones de dólares.

3) Generar nuevos impuestos o aumentar los actuales a los sectores que estarían obteniendo mayores ganancias en la actual situación de la economía

a) Eliminar las exoneraciones a la inversión     

Para generar equidad, avanzar hacia la ocupación plena, mejorar la calidad de los empleos, no debe detenerse el crecimiento de la inversión, que genera la capacidad de producción necesaria para aprovechar la demanda por nuestros productos, y por lo tanto crear nuevos empleos. Es necesario entonces mantener la política de exoneraciones como incentivo para la inversión productiva, eliminarla puede tener resultados opuestos a los esperados.

b) Reinstalar las detracciones a las exportaciones

Reinstalar las detracciones significa entre otras cosas ligar el gasto público a condiciones favorables en cuanto a precios de exportación, que no dependen del gobierno, ni de las políticas públicas. Imaginemos un escenario de un presupuesto financiado por detracciones a las exportaciones, calculadas con precios altos de nuestros productos exportados, ¿Cómo se mantienen los gastos fijos, salarios públicos, seguridad social, gastos de funcionamiento, si los precios internacionales bajan?

Es un incentivo negativo para los exportadores, crea las condiciones para su evasión a través de las subfacturación de las exportaciones.  Puede enlentecer el crecimiento de las exportaciones, y actuar negativamente sobre el empleo. Basta mirar la experiencia de nuestros vecinos para ver los problemas que se originan.

c) Aumentar los impuestos al agro

Se están produciendo profundas transformaciones en el agro, requieren de investigación e innovación constante. En una situación nueva, respecto a precios, demanda internacional y transformaciones en los métodos de producción, como consecuencia los impuestos al agro requieren un profundo análisis, no se trata de retocar tasas sino de estudiar la capacidad contributiva, la normas tributarias vigentes y las consecuencias de la imposición fiscal sobre el nivel de actividad.

d) Aumentar un 5% el IRAE

El IRAE hoy está situado, para quienes reparten utilidades, en un 32 %, porcentaje similar al de la región, nada justifica aumentar la presión fiscal sobre la actividad económica. Precisamos que la economía siga creciendo, que las rentas sigan aumentando y con ellas la recaudación y el espacio fiscal.

e) Aumentar el impuesto al patrimonio

A partir de la existencia del IRPF el único sentido del Impuesto al Patrimonio es el de aportar un control sobre el IRPF.

f) Aumentar la progresividad del IRPF

El IRPF es el impuesto más “nuevo” y seguramente el que requiere de mejoras constantes a partir de la experiencia que la administración va acumulando.

Aumentar las tasas a los sectores de más altos ingresos no tiene, con los datos existentes, un efecto significativo en la recaudación.

El camino pasa por estudiar con cuidado las deducciones e ir incorporando aquellas que sean controlables y mensurables. Se ha propuesto, pero no llevado a la práctica, la deducción de un porcentaje del alquiler, vinculada a la declaración de quien lo cobra y su monto, verificable por las retenciones realizadas al arrendador.

Podría analizarse la posibilidad de deducir los gastos en medicamentos, visitas médicas y análisis de laboratorio, controlables a través de los tickets moderadores del Sistema  Nacional Integrado de Salud.

g) Transformar el IRAE en un impuesto progresivo

No existe un mejor incentivo negativo que gravar la actividad económica con un impuesto progresivo, perderíamos más recaudación por enfriamiento de la actividad de lo que ganaríamos por el aumento de las tasas.

Conclusiones

Toda propuesta de modificación en el sistema tributario exige un profundo análisis de sus costos y beneficios, no cumplir con este requisito es un acto de irresponsabilidad.

Las responsabilidades de un partido de gobierno pasan por estudiar cada vez más las técnicas de gobierno y los sectores de la economía, preparar cuadros para las tareas más especializadas, analizar la realidad tal cual es, único camino para poder transformarla.

El Frente Amplio cuenta con una comisión de programa, órgano político – técnico, creado para que la coalición discuta y acuerde todos los aspectos programáticos, entre ellos lo referente a los impuestos. Parece sensato que se le encargue un trabajo serio y responsable de análisis de las propuestas de los sectores acerca de los impuestos, previo a aportar al Ministro del ramo un informe que sintetice los acuerdos a que la fuerza política llegue.

El actual partido de gobierno, el Frente Amplio, ha creado en su estructura orgánica un organismo adecuado para intercambiar informaciones y propuestas con el gobierno que ha propuesto a la ciudadanía, la agrupación de gobierno.

Ese es el ámbito adecuado para plantear al Poder Ejecutivo nuevas propuestas de aplicación del programa de la fuerza política en lugar de hacerlo a través de los medios de prensa.

El Presidente designó un Ministro de Economía y Finanzas, responsable entre otras cosas de la política fiscal, de los ingresos y egresos del Estado. Para el desarrollo de sus tareas cuenta con funcionarios especializados en tributación y dispone de la información macroeconómica necesaria para que sus técnicos puedan medir el probable efecto de  cambios en el sistema tributario y comparar  sus costos y beneficios.

El sentido común indica que los sectores del Frente Amplio, partido de gobierno, sinteticen sus ideas acerca del sistema tributario en su Comisión de Programa y las trasladen, a través del organismo previsto para ello, la agrupación de gobierno, al Ministro del ramo.

En Resumen:

  • El Presidente y el Vicepresidente de la República deben cumplir su promesa electoral y rebajar la tasa básica del IVA en dos puntos de porcentaje.
  • Es posible y necesario además cumplir al mismo tiempo un objetivo de bancarización de las transacciones, de modo de por un lado hacer visible la disminución de la tasa y por el otro disminuir la evasión para compensar la renuncia fiscal derivada de la rebaja de la tasa básica del IVA.
  • Se puede incrementar el monto de las tarjetas alimentarias en parte o todo el IVA de los gastos pagados con ese instrumento.
  • Sería conveniente poner en marcha la deducción de IRPF por alquileres y estudiar la posibilidad de deducir los tickets moderadores del Sistema Nacional Integrado de Salud

Publicado en La Onda Digital - 01/03/2011

Daniel Mesa
2011-03-21T20:53:00

Daniel Mesa
Contador Público
Ex subdirector de OPP
Ex director de la unidad de presupuesto nacional del MEF

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias