Un gobierno con rumbo
Esteban Valenti
06.02.2023
Dos destacados dirigentes del Frente Amplio, de sectores diversos y en estos días, han insistido con que este gobierno no tiene rumbo. Afirmación esta de gran impacto en la prensa. El uso de parte de dirigentes de corrientes del FA muy diversas entre sí, me evitan la sospecha de que se trata de un debate por posiciones electorales. Creo que es mucho más importante, es una definición de fondo, tanto de carácter político, ideológico como programático y yo le agregaría metodológica. No todo lo que hace ruido sirve.
Este gobierno de la coalición multicolor, encabezado férreamente por Luis Lacalle Pou y el lacallismo, tiene un rumbo muy definido, con antecedentes y con resultados visibles y, para derrotarlos hace falta un análisis a fondo y preciso.
La izquierda, el Frente Amplio y otros sectores progresistas no vamos a ganar las elecciones y desplegar un buen gobierno de cambios y desarrollo con justicia, porque somos más eficientes, estamos más preparados, somos menos corruptos y en resumen tenemos rumbo y ellos no.
No es la realidad, el gobierno tiene objetivos y está trabajando por ellos insistentemente y lo que hay que analizar son los resultados y hacia qué puerto vamos. El fracaso en sectores claves no es por mala suerte, casualidad o por los palos en las ruedas, es directa relación con su rumbo al que está aferrados a pesar de que la experiencia histórica muestra que la decadencia nacional que se inició a mediados de los años 50, fue la consecuencia principal de aquella política.
La locomotora del rumbo del gobierno es la política económica, fiscal, social y monetaria. No andan a los tumbos, marchan empecinadamente por un crecimiento económico que favorece de manera muy clara a los sectores de mayores ingresos mientras crece la pobreza y la indigencia, en particular entre los sectores jóvenes. Las calles y las cárceles se han desbordado de jóvenes pobres y la violencia en expansión es la conjunción de esa situación social, es el resultado de los graves errores de la gestión de Heber, y del crecimiento de las bandas importantes de narcotraficantes, con dudosos vínculos con el poder. Ejemplo paradigmático: Sebastián Marset y su pasaporte.
La distribución de la riqueza dentro de una sociedad, donde en los últimos tres años los asalariados y los jubilados y pensionistas han perdido capacidad de compra, no es un "daño colateral", es el eje del modelo, negociar puestos de trabajo por rebaja de los salarios. No fue tan evidente la desocupación por la existencia de UPM2 y el Ferrocarril Central.
El conjunto de los trabajadores perdió en la distribución de la riqueza nacional, de "la torta" 1.000 millones de dólares en el año 2022 en relación al 2019.
Los trabajadores asalariados recibían el 41.5% del Producto Bruto Interno en el 2019, mientras en el 2022 bajaron al 40.3% del PBI, mientras que el capital pasó de recibir 37.8% al 39.3% del PBI, un crecimiento del 1.5%. Este es el rumbo y el "éxito" de este gobierno.
En los gobiernos del FA las materias primas las exportamos con buenos precios, pero que ni de cerca alcanzaron el huracán de cola de los precios 2021-2022. Durante los 15 años de los gobiernos FA, el país creció en forma permanente, pero además fue uno de los pocos países en el mundo que superó la crisis del 2008. Ahora, todo el peso de la crisis (llorando siempre por la pandemia o la guerra de Ucrania) en Uruguay lo pagan los sectores de bajo y de medio bajo rédito, mientras los que tienen depósitos bancarios de más de 250.000 dólares, los incrementaron en más de 5.000 millones de dólares y exportaron capitales por más de 3.500 millones de dólares. Ese fue el combustible y el alma del modelo y del rumbo.
¿Fue por maldad? No, por concepción de derecha, ni siquiera de centro derecha. Ellos creen que de esa manera es que el país progresará y crecerá, aunque los números y la experiencia le exploten en la cara.
El rumbo del modelo es debilitar - dentro de las posibilidades de la propia coalición y del país, al máximo el Estado- y vaya si lo están haciendo con fervor. Monopolizaron al puerto de Montevideo, con el facón en escondido en el poncho. Un buen arreglo por su precio - no se trata de despreciar los beneficios colaterales...- que se negoció con los belgas antes de las elecciones.
¿Hay una destrucción mayor del Estado, de un resorte histórico y fundamental del Estado que privatizar y monopolizar el puerto por 60 años y dejarlo como herencia a los próximos 11 gobiernos? Es mucho más grave que cualquiera de las otras empresas del Estado, por las que en su momento hicimos un referéndum en 1992.
UTE, en 3 años no se construyó una sola fuente alternativa de generación de energía limpia. Solo UPM2 aportará su generación con biomasa que es renovable, pero no es ni eólica, ni hidráulica, ni energía solar. ¿Que fue, un descuido, falta de rumbo? Comparen con el cambio radical en la matriz energética del país durante los gobiernos del Frente Amplio.
De OSE mejor ni hablar, el proyecto Arazatí es un concentrado de violación a la Constitución en cuanto al manejo del agua y de poner en manos privados obras fundamentales del país y para esa Empresa.
No hay sector del Estado donde no hayan reducido el personal, otro corazón del modelo, BROU, BPS, ASSE, ANTEL.
El modelo incluye una variable importante, un rumbo importante, el peligro, la perspectiva que pierdan el gobierno por otros 30 años, cumpliendo un ciclo que viene de lejos y que tampoco puede considerarse una casualidad. Entonces, el rubro de los negocios está soldado, atado con gruesos alambres en muchas situaciones y diversos niveles. Ya haremos la lista completa. La falta de probidad y de decencia no son un accidente, son parte del modelo, por ello se producen situaciones como la de Marset, o mucho peor como la de Astesiano, un personaje elegido y necesario para relacionarse entre una parte del Estado y de los negocios. Y nadie se mueve. O a lo sumo cae un peón o peona, mientras las piezas principales están clavadas, inamovibles, en algunos casos hasta el ridículo. Y es a nivel nacional y departamental-feudal.
La política exterior ¿Qué digo? El divague exterior, podría considerarse una navegación a la deriva, pero en realidad desde que echaron a Talvi y las relaciones exteriores las maneja el Presidente, fría y premeditadamente y con el poco aporte del canciller, son el intento de declamar el verbo liberal del comercio mundial y llenar vacios en el relato. Y fuera de los furiosos discursos de Lacalle en los foros, de milagros como una declaración de todos los países del MERCOSUR (incluido gobierno de Bolsonaro y Paraguay) dejando al gobierno de Uruguay más solo que Pinochet en el día del amigo, otros "éxitos" no se han conseguido. Y un poco de humanidad y sensibilidad de Lula con el gobierno uruguayo, dejando claro como son las etapas, que no tienen nada que ver con las de este gobierno. ¿China? Bien gracias.
En las reformas consideradas fundamentales, les va realmente mal. En la de las jubilaciones y pensiones, en la Cámara de diputados tienen que convencer a Cabildo Abierto a hocicar nuevamente y rebajar el cálculo de los montos que se pagarán a los últimos 25 años y no a los 15 que ellos proponen, situación que hasta un marciano sabe calcular y que afectará gravemente al valor de las jubilaciones. Pero el resumen de la reforma, es también parte fundamental del modelo. Y por ello tratan de avanzar. En materia de opinión pública, van realmente mal en esta reforma.
Sobre la educación, donde tampoco les va muy bien en materia de apoyo ciudadano, lo fundamental ha sido y será fortalecer el poder central a despecho de docentes, directores, familias y ni que hablar una visión a medio y largo plazo en la batalla por democratizar la educación pública. Le hincaron el diente a la autonomía y el cogobierno de la UTEC - también por la dormidera frenteamplista en la materia - y si pudieran le entrarían a saco en la UDELAR.
Dejamos para el final nada menos que la inseguridad, donde quieran ganar la batalla a puro pico, cuando el único delito que no puede ocultarse (aunque manosean las cifras) es el homicidio ha crecido y peor aún crece sin cesar, junto a la violencia. Debo admitir que el rumbo en este aspecto es deplorable, no es liberal, ni autoritario, es simplemente burocrático e impune.
Esta diferencia entre no tener rumbo o tenerlo y medir sus dramáticas consecuencias no es doctrinaria, teórica, es profundamente política, para desplazarlos del poder y para trazar un rumbo para gobernar con otro rumbo progresista y avanzado.
Todos llaman a la unidad, pero la unidad tiene contenido en la historia de la izquierda uruguaya porque se basó en el rigor del propio concepto, en la imaginación basada en las ideas para combinar las diferencias y no en que vale todo con tal de ganar y que ciertos apetitos, ya hace tiempo que rugen, confundiendo instituciones y comités y no demuestren la menor preocupación por establecer las prioridades. El amor desmedido por el poder, incluso superando las propias instituciones republicanas, se ve incluso antes de la batalla electoral y puede considerarse la antesala de viejos vicios renovados y muy peligrosos. Y ser fiel a la clara separación entre las instituciones y los partidos se ve y vale cuando duele.
Lo que le hace falta al Uruguay es un proyecto nacional sobre la base de cambios en la política económica, social, internacional, medioambiental de previsión estructural y no de correr detrás del cambio climático. Un cambio en las normas y las prácticas de la decencia pública y la elección de los colaboradores del Estado y de diversas reformas.
Este rumbo, ya demostró en estos casi tres años que nos lleva hacia una tormenta y hacia la decadencia de los viejos tiempos.
Y el debate tenemos que darlo no de la manera más ruidosa, sino respondiendo a las bases políticas e ideológicas que nos separan de la derecha.
Esteban Valenti.
Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es), de Other News (www.other-news.info/noticias). Integrante desde 2005 de La Tertulia de los jueves, En Perspectiva (www.enperspectiva.net). Uruguay