¿Ya triunfamos?

Esteban Valenti

09.09.2024

Hay varios motivos para formular esta pregunta a menos de dos meses de las elecciones en Uruguay. Voy a asumirlos todos, uno es la cábala, adelantarse a los triunfos trae mala suerte, otra es el tradicional; hay que seguir trabajando hasta el último momento y el triunfalismo debilita los esfuerzos; la tercera son los datos reales, concretos y bien analizados de la situación actual.

Yo me voy a basar exclusivamente en los datos disponibles. Lo que está en juego es demasiado importante, es diferente al primer gobierno ganado por el Frente Amplio en el 2004, para la realidad regional y sobre todo nacional es un cambio de fundamental importancia.

Primero es cambiar a este gobierno, con su política económica, que favorece sin lugar a dudas un aumento de la riqueza para los ricos y el aumento de la pobreza y reduce el porcentaje de la renta para la mayoría de la población. No es una casualidad, no es un fracaso - para ellos - es la esencia de su política económica. Por eso recibe el apoyo entusiasta de la minoría favorecida.

Un gobierno que transformó la mentira en un instrumento fundamental de su política y que ha logrado que una parte de la ciudadanía uruguaya no crea en nada, o dude de todos los políticos por igual y que además volvió a introducir las dudas sobre la posibilidad del Uruguay de salir del lento arrastrase en todos los aspectos, en la seguridad, la educación, la salud, la cultura, las oportunidades y de dar un gran salto hacia adelante.

Empobreció el país, en la calidad de vida, tanto material como espiritual.

Sería realmente muy grave, que los multicolores volvieran a gobernar el Uruguay, las consecuencias serían terribles, para la mayoría de la población, aunque los vote y ni que hablar para la izquierda y sus perspectivas. La unidad es a prueba de todo, por ejemplo la derrota del 2019, poro una derrota luego de un gobierno como este es un desbarranque y eso depende fundamentalmente de la campaña electoral. Nuestra, de la fórmula Orsi-Cosse, del Frente Amplio, porque la campaña de nuestros adversarios no brilla por cierto por su deslumbrante calidad. Dependemos exclusivamente de nosotros mismos.

Los analistas que sacan cuentas sobre las encuestas y distribuyen los indecisos de manera proporcional a los que ya decidieron su voto, son respetables pero no tienen una base sólida de sustento, ni se compadecen de las anteriores experiencias.

Estoy hablando de no ganar en octubre con mayoría parlamentaria, es decir ir al balotaje con una desventaja importante y en todo caso tener que gobernar sobre una cuerda floja de alianzas circunstanciales.

El país que encontrará el nuevo gobierno es muy complejo, en todo y necesita acciones enérgicas, creativas, rápidas y con un rumbo estratégico claro y justo. En seguridad, a corto, mediano y largo plazo; en la economía y su directo e inseparable impacto social; en los servicios fundamentales del Estado, educación, salud, cultura, ciencia y tecnología. Para lograr eso se necesita una política muy sólida y realmente progresista y un equipo de gobierno capaz de llevarla adelante.

Un aspecto fundamental será el déficit fiscal y la deuda que dejará este gobierno, la herida con su ley sobre jubilaciones y pensiones y la necesidad de reparar esa brecha social, pero en el marco de una política económica global, integral con inversiones en la educación, en la salud, en la cultura, en infraestructura, en la investigación e innovación. Gobernar para hacer, para construir y no embretados en una reforma constitucional, totalmente equivocada y contra el programa del FA y un proyecto nacional de desarrollo. Una movida de los sectores minoritarios del PIT CNT apoyados por el PCU y el PS, para adelantar desde ahora el "gobierno en disputa". Lo que no pueden lograr con los votos y los cargos parlamentarios, hacerlo con una reforma constitucional con un alto componente demagógico. Lo que nunca antes se había hecho en la historia del Frente Amplio. Pero que además NO ES EXPLICITO, lo callan.

Las razones de este proyecto oculto y muy negativo del plebiscito, están perfectamente fundamentados por la declaración firmada por 112 economistas y profesionales de la izquierda, mientras el Instituto Costa Duerte, del PIT CNT ni siquiera se pronuncia, NO DICE UNA PALABRA. (¿??????)

Hace muchos meses, desde antes de las internas que el FA está por encima del 40% de la intención de voto, llegó al 46% y ahora lentamente, incluso luego del gran resultado obtenido en las elecciones internas del 30 de junio, ha comenzado a descender al 44%, mientras que los multicolores ascendieron al 43%. Si no se quiere ver y seguimos saltando de euforia podemos despertarnos con un tortazo el último domingo de octubre.

Y depende de nosotros, de nuestra movilización, de nuestras ideas, de nuestros discursos y polémicas en la prensa al nivel que sea, presencial o de forma indirecta, de las declaraciones de nuestra fórmula y nuestros principales directores y de nuestra campaña de comunicación. Cuando está en juego el 1% p el 2% del electorado, las debilidades y los errores pueden pagarse muy caras.

No se trata solo de intensidad, necesitamos 1.200.000 mil votos y obtuvimos 418.000 en las internas, si no crece todo el FA, sus diversas variantes, si nos sumergen en polémicas secundarias, campañas inofensivas y superficiales, será difícil de alcanzar esa cifra.

Prefiero decirlo ahora que hacer autocrítica más adelante. Aunque a algunos no les guste y a nuestros adversarios les despierte los peores instintos, no es este último el principal peligro, somos nosotros y el mes y medio que falta para ir a las urnas. Debemos mantener y superar los porcentajes obtenidos hasta ahora en las encuestas, que no levitan, no se mueven por simpatía, son los votos más difíciles de lograr donde un papel fundamental es de la fórmula y en especial del candidato a presidente.

Y de ellos depende que el país realmente salga de este pozo social, moral, del estado de ánimo, de injusticias y de retroceso hacia un pasado que ya pagamos muy caro y pagaríamos mucho más caro.

Las señales son muy tenues, como todas las señales políticas importantes en momentos de definición, pero debemos saber captarlas, no solo intensificado nuestra acción electoral, sino sobre todo mejorando sus contenidos. Debemos lograr darle a la mayoría de los uruguayos una sólida esperanza de cambio, darles oportunidades a los jóvenes a las mujeres, a los que trabajan, invierten y se la juegan, a los que aprenden y educan, a los que curan e investigan.

Es ahora que debemos hacernos preguntas implacables, ¿estamos logrando llegarle a la mayoría de la gente con estos mensajes claros y precisos?

Los actos en todo el país de la fórmula son muy importantes, pero sumen cuanta gente participa. Eso no le quita ninguna importancia, al contrario, es una señal de atención, de escuchar, de atender a la gente. Pero nos falta todavía mucho, en cantidad de contactos con los ciudadanos y en la calidad de los contenidos.

La incorporación de Blanca Rodríguez como independiente en la lista 609 del Frente Amplio es sin duda un hecho políticamente muy importante.

El 16 de setiembre se presentará las bases y los ejes de un plan de gobierno, y será un paso importante. Nos quedarán seis semanas para el día de las elecciones, para repartir las listas, para explicarle a la gente y para llegarle por las diversas vías disponibles de la prensa, de la comunicación, de las redes y los actos, grandes y pequeños y para colocar los principales temas en la agenda de la definición.

El Frente Amplio y el FA-Encuentro Progresista, que hoy está todo bajo el lema Frente Amplio tiene una larga experiencia de campañas electorales. Nueve campañas nacionales desde su nacimiento en 1971, inclusive varios plebiscitos y referéndum. Hemos triunfado y perdido y hemos acumulado conocimientos, aciertos, errores y capacidades.

Esta es una campaña particular, somos la oposición luego de haber gobernado 15 años, con muy buenos resultados, pero también con problemas y paralizaciones. Han cambiado las generaciones de candidatos, de dirigentes, de militantes y naturalmente de una parte fundamental de los ciudadanos. Tenemos siete semanas para el envión final, cualquier gesto de soberbia, de debilidad, de falta de rigor, de subestimación de nuestros adversarios lo pagaremos muy caro. Hay que ganar y hay que asegurar un buen gobierno a partir del 2025, hay que evitar que se apruebe el plebiscito del PIT CNT y la declaración de los 112 profesionales es un gesto de valentía y responsabilidad muy grande. La victoria del SI sería una verdadera tragedia para el país, porque golpearía de lleno al gobierno y al Frente Amplio.

Pero sobre todo hay que ser estudioso, atento a la opinión de la gente, las sutilezas y no los gritos y mostrar la modestia que tendremos gobernando para avanzar junto a todo el país, hay grandes tareas nacionales, que cambian el sentido y el alcance en relación con otros gobiernos anteriores del FA.

Esteban Valenti
2024-09-09T07:01:00

Esteban Valenti.

Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es) y de Other News (www.other-news.info/noticias).