La plaza amenazada

Federico Filippo

26.02.2013

Que importantes son las plazas pensadas para ser compartidas entre padres e hijos!!!

Deberían existir convenciones internacionales que obliguen a todas las ciudades del mundo a que exista una plaza con estas características cada cierta cantidad de habitantes. Plazas con juegos infantiles, con bancos en buen estado, limpias, donde se prohíba el acceso a los animales, con zonas verdes para tirarse al piso, con iluminación para las noches cálidas, con bebederos, con fácil acceso para cochecitos o sillas de ruedas, con vigilancia, con jardineros, y con actividades.

Este tipo de espacios urbanos en los tiempos que corren se hacen cada vez más necesarios. La  plaza del barrio fue tradicionalmente el lugar de encuentro de las familias, el lugar donde los niños se reúnen a jugar y a socializar, donde se conocen vecinos, se comparte el tiempo y los temas del barrio, el lugar para que los niños expresen y compartan sus pasiones, donde se prestan los juguetes, el mate, las galletas, el periódico, se divulgan anécdotas y se alimenta un intenso cotilleo. Soy de los convencidos que la cultura popular moderna se beneficia y se potencia cada vez más con los debidos contrapesos. Y estos no necesariamente surgen por sí solos. Entramos de lleno en la época de las nuevas redes sociales, dominadas por lo virtual, y es cuando son precisos más esfuerzos que nunca para estimular y no desatender las redes sociales presenciales. Pero no por un capricho y por la nostalgia de otros tiempos, sino porque son absolutamente necesarias para seguir creciendo como individuos en sociedad, y también porque la manada humana se deja llevar fácilmente por las modas y a veces pierde de vista a otras cosas que son también importantes.

La plaza del barrio debe ser redescubierta, repensada, revalorizada, incentivada y planificada por los vecinos y por las autoridades municipales. No habrá buenas plazas sin participación de todos. Los que creemos en esta necesidad deberíamos crear un Movimiento, el Movimiento por las Plazas. A Plaza vacía o deteriorada, funcionario responsable sancionado. Así como son cada vez más necesarias las ciclovías, se necesitan más y mejores espacios urbanos donde circule la cercanía de la gente. Lugares donde se invite a un ocio sin pantallas, cara a cara, y en contacto con la naturaleza y la identidad de cada comunidad.

Como primera medida de este Movimiento, y habiéndome proclamado Presidente, Tesorero y Adjunto, lanzaría un Concurso, una invitación para encontrar a la plaza más vecinal que existe. El mejor contrapeso de las redes humanas. No se trata de la más bella, ni la mejor adornada, o la más visitada, o la mejor lograda arquitectónicamente. No, buscaríamos a la plaza más usada por su gente, aquella donde tengan su lugar y motivación los ancianos, donde mejor crezcan los niños, mejoren sus recetas las amas y los amos de casa, los padres sean más amigos de sus hijos, los amigos se digan a la cara lo que quieren, se expresen las ideas en más de 240 caracteres, los jóvenes bailen en la calle, y los visitantes no resistan la tentación de conocer el barrio a través de su plaza. Aquella que cree sus propios personajes, se nutra de anécdotas que se transmiten de generación a generación. Hay muchas plazas o rincones de la ciudad que reúnen estas características. Es importante que los reconozcamos para que se conviertan en un faro ante tanta virtualidad.

Las plazas y los parques son mucho más relevantes como espacios para la convivencia que para el adornamiento y estética de las ciudades. No sabría decir si los citadinos tenemos claro este orden de importancia. Estoy casi tentado a pensar que si le preguntamos, hoy en día, a los pobladores de la mayoría de las ciudades, qué es una ciudad, muchos estarían tentados en decir que se trata de un espacio público que embellece a la ciudad. La función social de estos espacios deberá ser cada vez más relevante. La segunda medida del Movimiento será ofrecer cursos de especialización sobre “Desarrollo y Gestión de Plazas”. A esas actividades invitaríamos a los funcionarios municipales, pero también a vecinos referentes de la comunidad, a empresarios, a organizaciones de la sociedad civil, al cura, el policía, y a los artistas. El programa incluiría la formación en temas de gestión pública, gestión de espacios urbanos, jardinería, seguridad ciudadana, redes sociales, liderazgo, deportes, visitas a otras plazas, etcétera. El egresado de nuestros cursos será un profesional en condiciones de entender una parte de la cultura que se ve amenazada, contará con las herramientas para hacer frente a la gestión y comprensión de temas que son de interés para su comunidad. El curso finaliza con un trabajo práctico en el cual los asistentes tendrán que presentar una tesina titulada: “Nuestra Plaza: Recomendaciones prácticas para apostar a nuevas comunidades de vecinos y amigos”.

En las plazas asesoradas por el Movimiento se podrían poner pantallas gigantes en las cuales se pasarán los mensajes que aparecen sobre la comunidad en cuestión en las redes sociales virtuales, las noticias del barrio, información relevante para los vecinos, la posibilidad de que comerciantes de la zona anuncien suscosas, lo mismo las ONGs, el club deportivo, la policía o los bomberos. Tampoco es cuestión de ir contra la corriente, queremos plazas que sean parte de la nueva era y no espacios que sean un resabio de una época que ya fue. Queremos construir una gran red de plazas y de vecinos protagonistas de la globalización. Si la globalización cultural, la sociedad de la información y el conocimiento, nos conduce a una revalorización de lo local, entonces en este Movimiento entendemos que lo local incluso tiene una escala aún menor que la ciudad donde habito. Son mis vecinos, son mis problemas diarios, son los temas de la comunidad, son los rincones y calles por donde me muevo, es la plaza. Esa nueva localidad necesita crear sus referentes físicos.

El Movimiento hará investigaciones para demostrar que aquellas ciudades con una mayor cantidad de plazas de este tipo son también las ciudades con una mayor calidad de vida y felicidad de sus habitantes. Habrá evidencia empírica que dará cuenta que un niño creado y crecido en visitas diarias a la plaza crece mejor que su equivalente en tiempo dedicado a los videojuegos y/o la TV cable. Alcanzará con que un integrante de la pareja visite la plaza a diario para tener un mejor sexo. La seguridad del vecindario aumentará sensiblemente en la medida que mejora el uso y aprovechamiento de la plaza.

Volverán las bicicletas y las plazas debido a nuevas necesidades culturales. En el Movimiento creemos que se necesitan de nuevos y más lugares que nos devuelvan una parte de nuestra identidad humana y social que se va perdiendo. Nuestra intención no es identificar a los culpables, el desafío es ir encontrando las soluciones. Defender “La Plaza” es una de ellas.

 

Federico Filippo
2013-02-26T13:41:00

Federico Filippo (*)

(*) Como decía mi abuelo, "Cittadino del Mondo"

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