Pietro Paolo Mennea, un ragazzo del sud senza pista
Federico Filippo
22.03.2013
Murió Pietro Paolo Mennea. Responsable del record del mundo en los 200 metros durante 17 años (19,72s). Un record que consiguió en 1979, a los 27 años de edad en México, en un día especialmente apto para correr. Fue el gran velocista blanco de todos los tiempos, el que consiguió meterse entre los grandes corredores negros.
Yo vivía en Italia y era un adolescente cuando este italiano, flaco y proveniente del sur, nos hacía soñar con que podíamos llegar a ser más veloces que cualquiera. Rápidamente se convirtió en uno de mis ídolos, por su tenacidad, por ser un gran atleta que basó su éxito en el esfuerzo personal, y en la fuerza de sus convicciones.
Murió a los 61 años luego de una larga lucha contra una grave enfermedad. Hoy Italia lo llora, y el mundo del deporte lo recordará para siempre. Escribió una de las páginas más épicas del atletismo. Pero más allá de sus records, del oro olímpico logrado en Moscú en 1980, y de ser el único velocista que participó en cuatro finales consecutivas de los 200 metros llanos (hasta la olimpiada en Los Angeles de 1984), nos motivó a muchos jóvenes a creer en el esfuerzo.
19 segundos que se volvieron suficientes para alentar sueños de grandeza. Esos brevísimos instantes eran capaces de emocionarnos y convencernos de que todo es posible, el deporte un pretexto, la vida la meta, jóvenes de una generación que llegamos a creer que podríamos un día ser tan veloces como los que nacen mejor predispuestos para ir al frente. Tal fue mi admiración por ese atleta que me inscribí en la pista de atletismo más cercana a mi casa en Roma. Concurría prácticamente a diario, me enfundaba mis zapatillas con clavos, y en esos rápidos sprints nos llenábamos de gloria para alimentar el resto del camino hasta la adultez. Esos años de atletismo me enseñaron muchas cosas, y es probable que una parte importante de esas enseñanzas se la deba a la coincidencia de haber convivido con la gloria de Mennea.
Cuando consiguió el record del mundo en los 200 metros en México le hicieron un breve reportaje mientras intentaba recuperar el aliento. Emocionado le contó a los periodistas que lo custodiaban que era un muchacho del sur de Italia, donde ni pista de atletismo había (un ragazzo del sud, senza pista, oggi é riuscito a fare il record del mondo) , y que todo ese sacrificio se resumía en esos 19,72 segundos de eterna gloria.
La final de los 200 metros olímpicos de 1980 es una de las carreras de atletismo más memorables que recuerdo haber visto. Si bien en esas olimpiadas no participaban los norteamericanos, debido al boicot, eso no opacó una final que siempre recordaremos los amantes del deporte. La fuerza de voluntad, sus zancadas rápidas y su fortaleza mental, se pueden observar perfectamente en esa carrera (ver video adjunto). Saliendo de la curva Mennea estaba muy retrasado, los últimos 100 metros fueron un absoluto júbilo, con una recuperación casi milagrosa, una entrega que lo hace grande e inolvidable para una generación de soñadores:
Federico Filippo (*)
(*) Como decía mi abuelo, "Cittadino del Mondo"
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias