Argentina paraliza todos los proyectos sobre el río Uruguay

Florencio Luzardo

24.07.2013

En el penúltimo episodio se anunció la semana pasada, Argentina tiene demorada la autorización para la instalación de una aceitera próxima a la playa La Agraciada (Soriano), de la empresa Cereoil con una inversión de 150 millones de dólares. Es una actitud sistemática y permanente en todos los emprendimientos sobre el río Uruguay.

Según informa El Observador, "El proyecto pretende montar la industria en un predio cercano al sitio histórico, por lo cual necesita un decreto de gobierno para desafectarlo de esa condición, impuesta durante la última dictadura cívico militar (1973-1985). El emprendimiento incluye además la construcción de un muelle y, como eso puede afectar el canal de navegación del río Uruguay, el gobierno de José Mujica tuvo que iniciar los contactos con la administración de Cristina Fernández de Kirchner para obtener una habilitación".

Este proyecto recién comienza, hay otros que se iniciaron hace 10 años (desde el 2003) y la CARU los tiene detenidos desde hace 3 años. Se trata de una nueva terminal para la carga de cereales a granel en Barranca de los Loros, de la empresa ADM, con una capacidad de carga de 2.000 toneladas hora y un depósito de 180 mil toneladas y una inversión de más de 100 millones de dólares.

Todos hablamos del dragado del canal Martín García, cuando en realidad el problema más grave y que se grava en forma constante es la demora en la carga de los barcos que en la actualidad tienen un promedio de espera de 35 días lo que cuesta 12 dólares por tonelada. El problema de credibilidad, de seriedad en el cumplimiento de las ventas se ve de esta manera seriamente afectado, además de los sobre costos.

Aún con el calado actual del canal Martín García, disponer de una mayor capacidad de carga, agilitar notoriamente la entrada y salida de barcos a puerto mejoraría radicalmente la situación. Sobre todo si se considera que en la zona de Nueva Palmira los barcos cargan un máximo de 44 mil toneladas de cereales y deben completar su carga (67 a 68 mil toneladas) para el tipo de navíos que operan en la zona (Panamax y post  Panamax) en el puerto de Bahía Blanca (Argentina) o de Río Grande do Sul (Brasil). Por lo tanto 2 o 4 pies de dragado no cambian radicalmente la situación, pero una nueva terminal es fundamental.

Para darle dimensión al problema hay que considerar las cifras comparativas de movimiento de mercancías. En el 2002 las cifras eran:

 

Exportaciones UY     254.000 toneladas

Transito                  1:255.000 toneladas

                                 --------------------------

Total                        1:509.000 toneladas

 

En el año 2012:

 

Exportaciones UY  4:905.000 toneladas

Transito                  2:174.000 toneladas

                                --------------------------

Total                        7:079.000 toneladas

 

El aumento de volumen movido en 10 años se ha multiplicado por 4,7 veces.El volumen esperado para 2013 es similar al 2012 y es prácticamente imposible físicamente llegar a mover más. Para visualizar el crecimiento del Uruguay debemos además considerar las 500.000 toneladas que se cargan en Montevideo.

Y las perspectivas de la producción nacional como el tránsito fundamentalmente de granos de Paraguay tiene una tendencia al crecimiento, el freno es exclusivamente la capacidad de carga y descarga portuaria.

La terminal de Barranca de los Loros requerirá 350 operarios para su construcción y luego una plantilla de 100 trabajadores para las operaciones. Ahora, las últimas novedades son que se está probando con un software nuevo una simulación para determinar si las instalaciones en el río (no sería un muelle) afectarían la nevegabilidad del Paraná Bravo. Es la última o la penúltima traba puesta por las autoridades argentinas.

Todos los estudios de impacto ambiental, de que no modifica el curso natural del río Uruguay y que no afecta la seguridad de la navegabilidad y otros estudios han sido completados satisfactoriamente. El escollo es CARU, plantado en medio de la burocracia y de algo más...

No es el único proyecto parado, la empresa Cartisur, una terminal de carga y descarga de líquidos a granel, básicamente aceites vegetales, fertilizantes líquidos, gas oil y fuel oil y otros productos químicos líquidos. Con una capacidad de 350 mil toneladas anuales. Comenzó los trámites en el año 2005 y completó los estudios requeridos en el año 2009. Todo parado. El escollo nuevamente es la CARU.

Las autoridades uruguayas han hecho reiteradas gestiones y reuniones tanto con la parte argentina a nivel diplomático como de la propia CARU y con los empresarios involucrados. Lo cierto es que no se logra avanzar.

Existe otro proyecto para la descarga y carga de mineral del hierro proveniente del yacimiento que la empresa brasileña Vale le compró a la anglo-australiana Río Tinto en Corumbá, que llegaría por la hidrovía.

No son pocos los que piensan que se trata de una "venganza" de las autoridades argentinas por el funcionamiento de la planta de BOTNIA-UPM. Lo cierto que la situación se vuelve realmente pesada.

 

Florencio Luzardo

 

Florencio Luzardo
2013-07-24T09:12:00

Florencio Luzardo

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias