Las contradicciones del Sr. Zambrano
Gustavo Guarino
12.05.2014
En el suplemento Campo de Búsqueda del día 8 de mayo, se publica un reportaje al Sr. Gerardo Zambrano sobre la realidad agropecuaria del país y, en particular, la ganadería.
En el mismo, se incursiona en muchos temas y es un claro ejemplo de una interpretación de la realidad mirada desde un profundo prejuicio de clase (según él, es el gobierno del FA quien quiere dividir al país en clases), que le impide leer la realidad con objetividad. Desarrolla un planteo sobre la ganadería muy compartible, que es una actividad de baja rentabilidad, de ciclos biológicos largos, que no existe una cadena cárnica y cómo la acción de la industria, regulando las faenas, regula el precio y eso juega como un desestímulo para el sector en su conjunto. Centra bien la crítica en la industria, pero lo ve con resignación; habla de que es legítimo hacer lo que hacen, en todo caso, traspasa la culpa al gobierno por haber dificultado las exportaciones de ganado en pie hace un buen tiempo atrás. Sobre las tasas de crecimiento extraordinarias en casi todos los rubros del sector, dice que en la forestación se hicieron grandes inversiones y eso por la credibilidad en el país. Que también los argentinos introdujeron un salto en nuestra agricultura y en la infraestructura para su desarrollo. Hace la anécdota de Jorge Batlle, que dice que Hernandarias introdujo la ganadería al país y los Kirchner la agricultura. Se olvida él y Batlle que en el gobierno de Luis Batlle, en los años 50, en este país se plantaron más de 1,5 millones de has. También dice que la lechería creció por estar bien parada genética y sanitariamente y por tener a Conaprole como motor de una gran competitividad. Podríamos interpretar que, en realidad, la credibilidad del País-Gobierno ha estado asegurando esos niveles de crecimiento de la inversión, del empleo y del crecimiento en su conjunto. Sin embargo, parece que la credibilidad la dan ellos (¿los empresarios?) y no las acciones conjuntas del Gobierno. En un momento dice textualmente "yo les digo a mis hijos que estos últimos 10 años que ha vivido el país y el sector agropecuario han sido históricos. La gente joven no conoce lo que son las crisis.". Uno podría pensar que después de eso vendría un reconocimiento en algo al Gobierno del Frente Amplio, a las políticas del MGAP, la trazabilidad, las políticas sanitarias, a la cancillería, al INAC, al BROU, a la institucionalidad del país, a la estabilidad de las políticas macroeconómicas que dan credibilidad y permiten los flujos de inversión externa e interna más importantes de la historia del Uruguay. Pero no, casi que a renglón seguido, dice que eso no es mérito de nadie y que si tuviera que atribuir algún mérito se lo atribuiría a Jorge Batlle.
Después arremete de plancha contra el Gobierno y el presidente Mujica. Del Gobierno dice que hace un "daño enorme" con sus políticas populistas, dice que es contrario a las mayorías parlamentarias porque "habilita a que salgan un montón de leyes que no hacen a la cosa, como por ejemplo, el matrimonio igualitario, o la Ley del aborto, o a la de la mariguana, que no hacen a la economía ni al funcionamiento del país y no se han concentrado en las cosas que realmente importan". A continuación, ante la pregunta del periodista sobre cuáles son las cosas que realmente importan, le sale toda la bronca de clase contra el Presidente y dice:
"Lo que realmente importa es la educación, que es el inicio de todo. Los valores que hoy se están perdiendo, parten de las familias que los forman. El presidente no tiene una familia constituida, no tiene hijos, y no quiero ser agresivo, pero en la familia de cada uno es cuando se inculcan las cosas que determinan el futuro de los que nacen. Si uno no tiene hijos, ni familiares, esa relación es muy difícil que se pueda entender. Para entenderla hay que tenerla, que no es el caso del presidente". Sin comentarios, excepto que realmente lo que no toleran es que la gente de la izquierda, la gente común como el Pepe, esté gobernando el país y lo pueda seguir haciendo. En varios pasajes del reportaje dice que esas políticas generan votos, como resignado a que la barra va a seguir.
Finalmente plantea que, con las leyes que se sacan, como la Ley de responsabilidad penal empresarial, "¿qué ganas podés tener de encarar la inversión, la preocupación, la generación de empleo?". Parece desconocer los indicadores de inversión de los últimos 10 años, o la generación de empleo que ha habido en el país, a diferencia de la que nos dejó Batlle del 16%; hoy la tasa de desempleo es del orden del 6%. ¿No se habrá dado cuenta de esto el Sr. Zambrano? Para marcar más la contradicción de su discurso con la realidad, en un recuadro de la misma página, habla de los 25 años de su empresa y del crecimiento de la misma, que hoy está presente en todos los rubros del sector, en todos los departamentos, al que incluso se le sumó el área inmobiliaria urbana y que cuenta con un staff de 200 personas, que está profundizando en el abastecimiento de insumos y realizando una importante inversión en esta área. Nos consta su prestigio y la capacidad de trabajo de su empresa, como también que el mayor crecimiento lo ha tenido en los últimos 10 años. Parece contradictorio que, con un gobierno que cultiva los antivalores, que no da seguridades, que no se dedica a las "cosas que importan", que tiene un Presidente que no viene de "familia", etc. etc., se pueda tener una empresa con los niveles de crecimiento del que se nos habla. Como dijo el Ministro Interino de Ganadería, Ing. Benech, en el Congreso de la Federación Rural, a veces hay que mirarse en el espejo.
Gustavo Guarino
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias