La Organización Mundial de la Salud lanza una nueva iniciativa para mejorar la seguridad en la Atención Sanitaria
Homero Bagnulo, Carlos Vivas
05.05.2017
La Organización Mundial de la Salud (OMS), desde su asamblea en el año 2002, ha reconocido que la seguridad en la atención sanitaria es un aspecto relevante en el cuidado que se les debe proveer a los pacientes.
En el 2004 lanzo la Alianza para la Seguridad de los Pacientes, poniendo en la dirección de la misma a Sir. Liam Donaldson, quien tenía títulos más que suficientes para la tarea, dado que había desarrollado una especial dedicación al tema en el sistema de salud del Reino Unido.
A partir de ese año la OMS lanzó los que ha denominado "Retos Globales" o sea estrategias para ser adoptadas por todos los estados miembros y que priorizan aspectos que en la consideración de expertos tienen la capacidad de mejorar la seguridad en las prestaciones sanitarias y por tanto la calidad de las mismas. Cabe destacar que una atención más segura previene daños a veces permanentes e incluso muertes. Se calcula que el 10% de los pacientes hospitalizados reciben en algún momento de su estancia hospitalaria algún error que puede determinar daños de diferente entidad. La mitad de estos serían prevenibles.
El primer reto fue lanzado en el año 2005; se denominó "Un Cuidado Limpio es un Cuidado Seguro". La estrategia recomendada para este reto es la higiene de manos a través del lavado de las mismas, pero fundamentalmente la promoción del uso del alcohol gel , Uruguay adhirió tempranamente a las estrategias de seguridad, implementándolas ya desde el año 2004 en el Fondo Nacional de Recursosun premio que intitulo "PACIENTE SEGURO". También el país adhirió al primer reto y en el año 2007 en la reunión de Ministros de Salud, realizada en Punta del Este, se firmó el Compromiso recomendado por OMS con la adhesión a la higiene de manos. Fueron 9 los países signatarios y estuvo presente el Dr. Didier PIttet, del Hospital Universitario de Ginebra y Director de las Políticas vinculadas a este primer reto.
El segundo reto fue lanzado en el 2008, y se intituló "Una Cirugía Segura Salva Vidas". La herramienta recomendada para la implementación de este reto, fue la Lista de Verificación Quirúrgica. Para el desarrollo de esta herramienta, Costa Rica y Uruguay firmaron un acuerdo de cooperación técnica que fue auspiciado por la Organización Panamericana de la Salud, y conto con el fuerte apoyo de los Dres. Rubén Torres y Miguel Fernández Galeano, constituyéndose en Uruguay un grupo conductor interdisciplinario para la concreción de la iniciativa.
En marzo de este año la OMS lanzó un nuevo reto global, el tercero, que intitula "El desafío global a la Seguridad de los Pacientes en Seguridad de la Medicación". La implementación de esta iniciativa busca reducir daños severos y prevenibles asociados a la medicación, en todos aquellos países que adhieran a la iniciativa y se plantea una disminución del 50% de estos eventos en los próximos 5 años. Se recomienda desarrollar instrumentos en los sistemas sanitarios que fortalezcan estrategias reconocidas para que de esta forma los errores vinculados a la medicación y el daño severo que de estos resulta, puedan ser previstos e interceptados. Se debe mejorar los mecanismos por los cuales los fármacos se prescriben, distribuyen y consumen, y además se busca incrementar el conocimiento entre pacientes y sus cuidadores en cuanto a los riesgos asociados al uso inapropiado de la medicación.
Los errores vinculados a la medicación, son la causa más frecuente de errores médicos en las áreas de internación médica (no así en las quirúrgicas, donde la indicación de fármacos es menor en número y diversidad de compuestos). Se calcula que en Estados Unidos los errores de medicación causan al menos una muerte por día y determinan daños en 1.3 millones de pacientes anualmente. La mayoría de los países no tienen datos confiables en cuanto a esta temática, y obtener los mismos es parte de la iniciativa. Como lo ha mostrado un estudio sobre errores en 5 países en Latinoamérica, realizado ya hace varios años, esta problemática también tiene relevancia en nuestra región. Se destaca además el alto costo asociado al daño que producen estos errores que se estima en el 1% del gasto total sanitario. Por tanto, como lo destacó la Directora General de la OMS, prevenir estos errores no solo salvará vidas, sino que también ahorrará dinero.
Reconociendo que existe una altísima posibilidad de que, en algún momento de nuestras vidas todos recibamos algún medicamento, es imprescindible que los pacientes, sus cuidadores y el público en general estén involucrados en esta estrategia. Existen recomendaciones de valor ya demostrado que permite a los pacientes interceptar el error y evitar un daño.
Las otras tres áreas que deben estar involucradas son el equipo sanitario, los productores y distribuidores de los fármacos, así como los sistemas y prácticas que se utilizan para gestionar todo el proceso. Es importante destacar que el personal de enfermería debe estar alerta y controlar en más de una oportunidad la medicación que le proporciona a sus pacientes. La redundancia en los controles puede resultar aburrida, aunque sin embargo es muy eficaz.
En los errores de medicación incide fuertemente la fatiga de los trabajadores, las sobrecargas de pacientes en ciertos servicios como es el caso de las emergencias, la disminución de personal en relación a las necesidades, el escaso entrenamiento, la pobre información que frecuentemente se brinda a los pacientes y a sus cuidadores. A menudo hay una combinación de varios de los factores mencionados.
Debe destacarse, tal como lo hace la OMS, que en estos fallos en los que la cara visible es la enfermera que administra o el médico que prescribe, gran parte de la responsabilidad está en los fallos del sistema, por la forma en que el cuidado se organiza y coordina. Por tanto, es de la mayor importancia desarrollar una cultura organizacional que rutinariamente cuide de implementar practicas con las mejores evidencias disponibles y que evite culpabilizar, ya que esto último solo lleva al ocultamiento de los errores y por tanto a que estos se repitan. Insistiremos en próximos artículos en el desarrollo de estas ideas.
Desde hace muchos años se sabe que prevenir el daño resultante de errores en la medicación requiere lo que se conoce como "los cinco correctos ", o sea que el paciente correcto reciba la medicación correcta, por la vía correcta en la dosis correcta en el intervalo correcto.
Conceptos aquí vertidos recogen propuestas elaborados en documentos de la Iniciativa Global de la OMS en Seguridad de los Pacientes.
Dres. Homero Bagnulo; Carlos Vivas