Santiago a guitarra y corazón limpio
Ismael Blanco
13.02.2024
Santiago Feliú, a 10 años de su partida por aquí lo recordamos. Fue anoche que caí en la cuenta de la fecha, recorriendo el mundo de manera cibernética pendiente y conmocionado por las bombas que siguen matando a niñas y niños en Gaza.
De pronto viajé hacia mi pasado, de la manera que viajamos los que ya en nuestro andar vital, los recuerdos, tantos los buenos como los malos nos ratifican que hemos andado.
Entonces vino a mi memoria aquel joven pelilargo, de porte rebelde, ese tan de sierra cubana; de tocar zurdo particular, con cuerdas acomodadas en sentido contrario al usual. Aquel de voz poderosa y particular, de hablar pausado, que marcaba tonos con sus dedos y cuerdas permanentemente y que disimulaban su tartamudez.
Es que cada uno es hijo de su tiempo y es en ese tiempo propio, es que la juventud es la porción vital que vive con nosotros como marco referencial siempre hasta que nos muramos...
Santiago, aquel que cuando tomaba su guitarra parecía un corazón latiendo a mil revoluciones y que lo hacía a mano y voz limpia.
Ayer parece lejos, pero en mi pensamiento también es hoy, a tal punto que aún está presente en mí cuando Silvio con naturalidad nos lo presentó, con la confianza y la naturalidad de que todos quedaríamos reconfortados, en un Centenario colmado de almas y corazones de una nueva -aquella- generación de soñadores. "Soy como la vida cuando tiene vida, Zurda y civilizada, ninguna otra me sirve más, Pero,¡por todo el amor, no me desilusiones!"
Hay algo más que quizá aún perviva en los recuerdos de alguno a quien les puedan llegar estas líneas, fue cuando él, en una noche cualquiera, esas que nos coloca el azar, en el hermoso anfiteatro al aire libre de la Facultad de Arquitectura, nos cantó unas canciones a las muchachas y muchachos de la FEUU.
Su partida me agarró en tierras mexicanas, pensé que era un error, una mala confusión, que no se trataba de aquel muchacho de decir tan particularmente cubano, con su poesía tan martiana; tan Guillén; tan Nicola, tan Rodríguez, tan trovadora; tan rebelde y cuestionadora , tan propia y revolucionaria.
"Y si vuelvo a nacer será preciso ser lo mismo: Volveré, ya lo sé, a este mundo..."
Dr. Ismael Blanco