Las nuevas derechas, lo viejo que no termina de morir
Ismael Blanco
15.09.2024
El tema del surgimiento de las nuevas derechas, es un fenómeno que emerge a nivel global y que visiblemente podríamos decir, tiene su impronta brutal en la década de las ´90, luego del retorno a la democracia en la mayoría de los paises de las sociedades latinoaméricanas, que habían sufrido dictaduras oprobiosas y fascistas.
Transcurrido los primeros años de entusiasmo popular, el "Estado Profundo", al decir de los emperadores romanos, el "imperium in imperio", es decir el entramado de corporaciones privadas, donde circulan los dueños del poder, concentrado en particular financiero; industrial, militar, tecnólogico y farmaceútico entre otros, busca imponer su designios no ya a priori de manera genocida sino revestido de formalidades institucionales. Es así, que de forma continua emerge con la convalidación electoral una expresión personificada en Fujimori o Carlos Menem, como tan sólo dos ejemplos para graficarlo.
En los hechos la derecha en sus expresiones más extremas y descarnadas, se inviste con su poder conservador, cargados de demagogia absoluta ante la débil respuesta de una oposición con la mayoría de sus movimientos y organizaciones populares que aún no habían podido recuperarse y mucho menos acumular fuerzas luego de la matanza y el exterminio.
Pues entonces, a nuestro entender, el poder conservador de los ´90 es una expesión de la derecha y de la oligarquía aún manteniendo formas clásicas, siempre cateta, grosera y ordinaria para los canones republicanos y tosca en sus mecanismos, pero efectiva, ya que mantenía -como lo hace en la actulidad-, su hegemonía de los medios de comunicación y propaganda.
Más allá de todo lo antedicho, esto no fue suficiente para destarticular la protesta popular y la crisis sistémica que de un momento a otro estallaría. La marginación y la pauperización de la mayor parte de la sociedad generó una bomba a presión que tendría sus estallidos determinantes, como acaeció en la sociedad argentina de diciembre de 2001, con la huida en helicóptero desde las azoetas de la Casa Rosada del presidente electo Fernándo De La Rúa, que debemos recordar, llegó a la presidencia investido en las masas populares que encontraron en él y en Chacho Álvarez, la esperanza a la regresión neoliberalista del menemismo.
Dicho esto, el autor, quiere dejar establecido que la impronta que venimos describiendo parte con sello signo y firma del Departamento de Estado de EEUU con una Administración Reagan, que estableció la "guerra sucia" a la Revolución Sandinista ya desde la década de los ´80, estableciendo el primer prototipo de "guerra proxy", como se denomina ahora, tal como sucede contra Rusia por parte de la Otan o de las organizaciones creadas por la CIA o el MI6 también en Medio y Cercano Oriente, tal cómo surge contra el gobierno y pueblo Sirio. Menciono estos dos casos sólo como ejemplos que entendemos paradigmáticos.
Pero volviendo al proceso histórico, inmediatamente posterior a la recuperación "democrática"; cuando al poder del "status in statu", o la rosca oligárquica-ganadero-financiero y feudal, no le era sufuciente para matener su hegemononía, ni con democracias tuteladas, ni con consagradas impunidades, a través de todo tipo de amnistías, e indultos, para los prepetradores de todo tipo de delitos de lesa humanidad, torturas y genocidio y ante el avance de la organización popular, debió recrear y regenerar en nuevas formas y apariencias para mantenerse en el poder. Nuevas politicas para nuevos tiempos al estilo gatopardista.
Decimos esto, y lo situamos específicamente a partir de la crisis de los gobiernos neoliberales, que quiebran en su sacrosanta estructura, con la ruina y recesión de un nuevo "crac", incluso superior al que implicó La gran Depresión de 1929 como lo fue la Crisis Financiera de 2008; que con el estallido de la "burbuja inmobiliaria" en EEUU, arrastra a un colapso total y absoluto del sistema financiero donde quiebran las instituciones de referencia del poder mundial especulativo como Lehman Brothers, arrastrando a un caos que se llevo puesto a todo un sistema basado en la artificialidad del valor de los bienes, generando una Nueva Gran Depresión, teniendo como consecuencia una crisis alimentaria, económica y financiera planetaria. La respuesta es conocida y previsible: los gobiernos de derecha y extrema derecha fueron al rescate de las instituciones financieras de su cuño con recursos de la ciudadania y los pueblos, haciéndoles a estos pagar la fiesta orgiástica de los "Nerones" de contemporáneo, generando mayores hambrunas, desempleo, suicidios en masa y siendo un precedente de la posterior crisis financiera europea que continúa hasta el presente; parafarseando los tiempos de la Roma Antigua, la perversión ha llevado a que en los hechos tener que decir: "al César lo que es del César" y lo que es de Dios también al César.
La respuesta a las sociedades, a los pueblos, a las organizaciones y partidos de izquierda, es decir, al movimiento popular organizado, fue palo y balas, represión y sangre, esa fue la réplica que se presentó por parte del "Deep State" con su fracasado modelo existente, absolutista y señorial; no hubo salidas de "Acuerdo Nacional", o de diálogo por parte del fracasado, la respuesta se basó en la reiteración clásica de la represión a quienes plantan lucha y promueven una propuesta de sociedad distinta, profundamente democrática, basada en la equidad y la properidad para todos.
La derecha, en su expresión extrema recurre al metodo fascista que está en sus esencia ante los momentos de crisis- tal como lo demuestra la historia del siglo XX, con un discurso y acción radicalizado y autoritario, que rompe el equilibrio histórico que se intentó promover después de la II Guerra Mundial, con una socialdemocracia autocrítica y sincera en Occidente, que no quería repetir los errorres del pasado; que sí estaba convencida de la viabilidad y de la necesidad de "Welfare State" y en la búsqueda de un dialógo con las sociedades que querían romper con el colonialismo y el de los Estados que conformaban el "Socialismo Real"; ejemplo palpable y contundente de esto, lo visualizamos en el lider sueco Olof Palme, vil y extrañamente asesinado. La contracara de Palme fue la radicalidad económica implantada por Margaret Tacher y sus seguidores, incorporando además, un discurso engañoso, más convincente al de la derecha tradicional, el cual logra imponerse en las masas alcanzando, en algunos casos, altos consensos populares.
Con respecto a lo que se viene a denominar "nuevas derechas", este preocupante fenómeno que se presenta como "nuevo", en realidad nada tiene de innovador, ya que se fue gestando paulatinamente a nivel intelectual desde la década de los ´60, en que la extrema derecha fue promovida en Francia por jóvenes intelectuales de la generación de la guerra de Argelia; estos fortalecieron su ideología con creación de conceptos e ideas de la "Nouvelle Droite", impulsada por Alain de Benoist, quien tuvo la visionaria idea de propiciar y desarrollar una estrategia tendiente al empoderamiento de la derecha con el objetivo de alcanzar el poder, utilizando los métodos de la izquierda. Esta batalla se libró en forma pertinaz y en cierta forma, no fue percibida en su real dimensión por la izquierda que se retrotrajo, estancando su discurso y cediendo terreno.
La derecha, apeló al método formal aplicado por la izquierda, con el cual había logrado el empoderamiento en Europa por esos años, visualizando que el camino "transformador" de la derecha radicaba en un giro rotundo en el discurso, es decir un giro en la forma no el contenido, para lo cual apeló al uso del concepto de "hegemonía gramsciana", a partir de tomar conciencia de que la batalla política contra la izquierda había que darla trabajando primero en la cultura y la lengua antes de tomar el poder, tal como lo sostuvo con brillantéz el teórico italiano en defensa de las ideas de izquierda y paradójicamente perseguido, encarcelado y practicamente asesinado por las mazmorras fascistas de Mussolini.
Al decir esto entonces, se me presenta la razonable pregunta: ¿Cómo pudo ser posible que la izquierda no fuera capaz de avisorar esta maniobra y advertir que se la estaba combatiendo con sus própios métodos?; ¿Cómo pudo ser posible que se gestara este proceso "sordo", sin advertir la peligrosidad de la estrategia de Benoist, y se resignara a ceder terreno ideológico dando paso al fortalecimiento de la derecha extrema?; ¿Cómo pudimos llegar al extremo de descuidar este espacio ideológico sagrado que tanto costó construir, y que se pagó con la sangre de muchos heróicos que dieron su vida en defensa de tan nobles ideales?
Lo cierto es, que la izquierda continuó sus luchas, en el inter en que simultáneamente, las extremas derechas fueron ganando terreno, al percatarse de que el discurso del fascismo tradicional había fracasado y que debía de mutar el método para lograr asentarse en el poder.
Un fenómeno de pura observación de la construcción ideológica de la izquierda, y con idéntica premisa de Gramsci, que: "cualquier política se basa en una cultura, quien sea hegemónico en la cultura define el espectro de políticas posibles", para lo cual había que apelar a la "metapolítica", es decir había que abocarse al cambio del "lenguaje" en las categorías del pensamiento para que la derecha fuera convalidada. Los resultados de esta estratategia están a la vista en Europa y en América.
Más tarde, en la década de los '70, se fue gestando el resultado acumulativo y erosionante de los partidos conservadores, que fueron virando hacia una derecha extrema, direccionando su discurso a sectores de la burguesia y la oligarquía y al mismo tiempo, buscaron también apoyo en los trabajadores calificados y campesinos. Se produjo un fenómeno similar de "penetración ideológica" en los partidos partidos socialdemócratas de izquierda, haciendo que éstos, en la practica, no tuviesen diferenciación con la derecha.
Históricamente, las corrientes ideológica opuestas, conservadores por un lado y socialdemócratas e izquierdas por otro, coexistieron llevando a cabo consensos de las fuerzas políticas. Ahora bien, ¿Que ocurre con el fenómeno de la nueva extrema derecha? Esta expresión ideológica, como resultado de un proceso acumulativo logró romper el pacto tácito de entendimiento; rompió de esta forma el equilibrio histórico entre ambas corrientes de pensamiento y por tanto pusieron fin al consenso tradicional, como herramienta de entendimiento en el que cohabitaban ambas fuerzas ideológicas, para evitar la imposición de cambios bruscos y radicalizados. Un ejemplo de esto son los procesos políticos que se dieron en el Uruguay "batllista".
La "nueva extrema derecha" es un fenómeno político implantado con un nuevo discurso, que se torna muy peligroso, pues confunde a las masas despolitizadas y no tanto, dado que se presenta a modo de radicalización extrema, con alto impácto sociológico en las diversas capas sociales, adoptando distintas formas, que sean pertienentes para distintos interlocutores de forma demagógica y manipuladora.
Ahora bien, ¿Cómo llegamos a este escenario?. La politóloga austríaca Natasha Strobl, analiza el fenómeno que se fue gestando en Europa a partir de lo que denomina el surgimiento del "conservadurismo radicalizado", en el que se aprecia el viraje que esta "nueva extrema derecha" causa en las estructuras tradicionales de los conservadores y socialdemócratas, que históricamente habían logrado consensos a partir de la post guerra. Ahora en cambio, se instala la radicalización del discurso, incorporando temas tales como el rechazo a la inmigración y la guerra contra el islam y los extranjeros, rompiendo los espacios de solidaridad y la caritistica compacta e integrada de la sociedad europea que había sufrido el nazismo y fascismo.
Es entonces que, se presenta un nuevo escenario donde las clases dominantes hacen alarde del sentimiento de superioridad cultural - que antes no eran explicitos - se hace manifiesta la desigualdad y se combate el "estado de bienestar" y las ayudas a los desfavorecidos, propiciando la meritocracia como clave de la prosperidad, promoviendo el individulismo, un discurso que comienza a tener aceptación. Una vez que la derecha extrema encontró el método, se fue mostrando en su verdadera dimensión ideológica, y esa dimensión hoy ya no asusta, sino por el contrario es convalidada, ejemplo: Milei en Argentina.
En Europa, la derecha extrema, está enquistada en los partidos conservadores derivando en una derecha radicalizada, como en Polonia, el partido "Ley y Justicia", que nació de la organización fundada por Lech Walesa, que derivó en una derecha nacional- conservadora; o en Austria, el "Partido Popular Austríaco" en donde la derecha tradicional conservadora y demócrata cristiana comenzó a virar en esta dirección.
Este fenómeno también se dio en América en el Partido Republicano, donde se acrecentaron los bloques radicales, como resultado de procesos acumulativos que acompasan los diferentes momentos históricos, lo cual convoca al debate y la refexión por peligro que conlleva, dado que, atenta contra los propios principios básicos de las democracias, sin perjuicio que, es más fácil encontrar una aguja en un pajar que distinguir las diferencias en la actualidad entre el Partido Republicano y el Partido Demócrata en EEUU, este último hacedor de la mayoría de las guerras y agresiones en los últimos 80 años.
La base conceptual utilizada por la derecha y la extrema derecha, evidentemente dió sus frutos.
Durante demasiado tiempo, conservadores y socialdemócratas, se "parecieron demasiado" en sus discursos, instalando una dinámica de funcionamiento desmotivadora ante el electorado, en la que parecía que ningún cambio era posible. Esta idea de "imposibilidad de cambio" llevó a lo que Colin Crouch denóminó como "postdemocracia", la cual que se presenta con una palmaria reducción en el interés ciudadano por participar en los procesos democráticos. Lo grafíca a través de la "parábola de la clase trabajadora", en la que pasó de ser débil y excluida a convertirse en una fuerza poderosa y numerosa hacia su apogeo con el Estado de Bienestar, y que en la actualidad, nuevamente vuelve al declive y a la marginación de la escena política, en la que no siente representados sus intereses.
La "postdemocracia" define este nuevo escenario, en el cual los valores de la democracia se desarrollan básicamente entre, por un lado gobiernos electos por la ciudadanía y por otro "élites empresariales", produciéndose de esta forma lo que ha dado en denominarse un "arrinconamiento" o retracción de las ideas de izquierda, con un marcado viraje a la derecha, abandonado temas como la igualdadad, la solidaridad, la redistribución del poder y la riqueza, con desplazamiento del sustento ideológico de la izquierda, marco en el cual la clase trabajadora se aleja del poder político.
El capitalismo ha experimentado profundas transformaciones a partir de la globalización, el colapso del bloque del Este, con una paulatina integración de estos países en la economía internacional capitalista se presento como "el fin de la historia". Sin embargo, la impronta de China con su con su estado de derecho socialista con características propias, se impone en los hechos como la gran superpotencia actual y futura, muy a pesar del imperialismo anglosajón, y por si esto fuera poco, se fortalece aún más, la impronta China en el marco del desarrollo e impulso de los BRICS, que a día de hoy representan un 47 porciento de la población mundial y cerca de un 40 por ciento del PBI del planeta.
Evidentemente las sociedades y estados del mundo viran y se dirigen hacia un cambio de época, no exento de contradicciones pero sí absolutamnete contenido de un nuevo entendimiento basado en reglas de intercambio y complemetación económica y financiera; multicultural; multiétnico y multireligioso. Ante esta nueva realidad el "Consenso de Wáshington" perdió el pie y si bien está lejos de ser derrotado, se presenta un día si y otro también, como una expresión decrépita y fracasada de una concepción imperialista no lejana a la esencia inicial de la Doctrina Monroe.
En parelelo a este proceso, en el "coto" occidental, se fue afianzando el empoderamiento de la derecha con una narrativa extrema, pero a su vez paradógicamente convincente para las masas, prometedora y envolvente, que logró enquistarse en el serno mismo de la sociedad. Se impone el discurso de lo inmediato, con "soluciones" y "esperanza" para los ciudadanos, apuntando a las grandes masas, presentándose como "solucionadores de problemas" que legítimamente los preocupan, porque atañen a sus necesidades, a su día a día, aunque las mentadas soluciones que promenten no vayan más allá del discurso vacío y sin perspecitivas reales, que se propuso sacar a la clase trabajadora de la influencia ideológica de la izquierda.
Estos movimientos de extrema derecha, optaron deliberadamente por quererse "diferenciar" del fascismo primigenio; al virar el discurso ya no abolen la democracia como tal, ya no se declaran totalitarios, aunque en realidad lo que hacen es utilizar los mecanismos de la democracia, sirviéndose de ella para sus propósitos.
El riesgo está en que la democracia siguiendo estos caminos, se convertirá en un instrumento, una herramienta de represión con convalidación popular. El mayor peligro en la actualidad ya no está en volver al totalitarismo, sino en que la democracia se termine de degradar utilizando para ello como "chivo expiatorio" a los más vulnerables tal como lo analiza Colin Crouch.
Este deterioro ideológico, y empoderamiento de la derecha más extrema arrojó resultados lastimosos para Europa y para el mundo. En este sentido, en medio de la disputa por la hegemonía global entre EEUU y China, Rusia y los BRICS; la OTAN con apoyo de EEUU y la Unión Europea, lleva a cabo una feróz guerra al territorio de la Federación Rusa, con la amenaza de implantación de armamento nuclear en sus fronteras, con el propósito de empoderar cada vez más al fascismo en tierras ucranianas, ejerciendo todo tipo de presión sobre los países del antiguo bloque socialista, la que se profundizó con el Euromaidán en el 2014, en donde se dió inicio a un despiadado genocidio de la población Rusa en el territorio de Ucrania.
La provocación que dió lugar a la guerra, no es otra que el golpe de estado organizado por la CIA y el MI6, personificado en Victoria Nuland y la familia Biden para hacer estallar una guerra en la propia Europa, y de esta forma no sólo agredir y provocar a Rusia, si no también, hacer sucumbir la posibilidad de un diálogo y potenciación entre Europa con Rusia y a través del gigante euroasiático con China para establecer un triángulo de desarrollo, que en los hechos aceleraba la desaparición de EEUU y Reino Unido como potencias hegemónicas únicas, acelerando como resultado un cambio de época.
Esto sería en los hechos el fin de la Unipolaridad y la consagración de la Multipolaridad.
A la luz tristes resultados Europa sucumbió a la OTAN, la Unión Europea se convirtió en un apendice del Departamento de Estado, y el continente europeo dejó patente que no es más que un feudo colonial de la postguerra cuyo precio fue el Plan Marshall.
Estamos ante un escenario plagado de contradicciones, de desinformación intencional, y en medio de una situación en la que Europa está ante un franco declive ideológico y económico, fomentando la xenofobia sobre los inmigrantes, incluyendo la rusofobia, persiguiendo por credos o por el color de la piel, invocando para ello la libertad, propiciendo divisiones artificiales que repercuten no solo en el continente sino a nivel mundial.
En este escenario, la OTAN encontró un caldo de cultivo para desatar este violento embate contra la Federación Rusa, en una Ucrania al día de hoy acéfala de mandato constitucional legítimo, en el que el Batallón nazi de Azov entre otros , es instiucional, integra el aparato militar del estado y es tomado como un modelo para la articulación y formación de cuadros en la política ucraniana extremistas a nivel global, todo lo cual sienta un precedente insoslayable para la reconfiguración de un nacionalismo autoritario globalizado con capacidad de irrupción histórica.
Las denuncias de avances de simbología nazi por parte de combatientes ucranianos cobran voz. El primer ministro Eslovaco el socialdemocráta Robert Fico, víctima de un brutal atentado contra su vida que derivó con 5 balas en su cuerpo, que no logró acallar su voz, y que no duda en denunciar públicamente en el museo del Holocausto en la localidad eslovaca de Sered, expresando: "Todos hablamos de fascismo , de nazismo y al mismo tiempo toleramos en silencio que haya unidades en Ucrania que tienen una etiqueta muy clara" añadiendo, Hay tropas ucranianas con insignias nazis, y a menudo se comportan como tales, la comunidad internacional debería reconocer que no se puede luchar con ellas, por un lado, todos hablamos de fascismo, de nazismo, sin embargo, en silencio, toleramos que haya tropas corriendo por Ucrania, que tienen una vocación muy clara, vinculadas a movimientos que hoy consideramos peligrosos y prohibidos, pero como se trata de una batalla geopolítica a nadie le importa. "
En este escenario, la desorientación de la socialdemocracia y de la izquierda, constituyen un excelente terreno para catapultar al poder a la derecha en sus peores expresiones. Debemos recuperar el rumbo. Que así sea!
"Todas las ideas son respetables, mas el fascismo no!, el fascismo no es una idea, es la muerte de todas las ideas! El fascismo es un delito!"
Sandro Pertini
Dr. Ismael Blanco