¿Soy un escritor con fecha de vencimiento?

Jorge Ángel Pérez (desde Cuba)

15.06.2023

Michel Torres Corona se empeñó en hacer notar en el programa 'Con Filo', que yo había llegado al fin, que no era más un escritor, que era un 'otrora escritor'

 

Soy un escritor con fecha de vencimiento, soy un "otrora escritor"; eso me ha hecho saber uno de los conductores de un programa de la televisión cubana de cuyo nombre no puedo olvidarme. Michel Torres se llama el "periodista" que pretendió hacer creer, a sus "fieles televidentes", que algunos escritores llegamos muy pronto, y sin remedio, a la caducidad, y de manera parecida a esa que vuelve ineficaces a ungüentos y pastillas, esos medicamentos que nos advierten, desde su envoltorio, el momento exacto en el que expirarán sus bondades, sus "aptitudes mejores". 

Michel Torres se empeñó en hacer notar en "el vidrio", que así llamamos los cubanos a la televisión, y en el programa Con Filo, que yo había llegado al fin, que no era más un escritor, que era un "otrora escritor"; y todo esa embelequera que armó ese Michel Torres tenía la muy clara intención de desacreditarme después de que publicara yo en CubaNet un texto con el que intenté demostrar, y creo que lo conseguí, el desapego de Nancy Morejón al trabajo, y su morrocotuda vagancia.

Y es que en el discurso comunista sus adeptos no pueden ser vagos, y mucho menos acusados por ese padecimiento, aunque lo sean, así que Nancy Morejón merecía una defensa que se centrara en un ataque al autor de aquellas líneas, incluso visibilizando la página web de CubaNet en la Televisión Nacional, a riesgo de crear expectativas de lecturas en un sitio tan despreciado por los comunistas. 

Y supongo que la iniciativa de atacarme no salió de la cabeza de Michel Torres, sobre todo si reconocemos que en esta Isla escasean los verdaderos periodistas, sobre todo si hacemos un cotejo de todos los gacetilleros que en el comunismo han sido. En la Cuba oficialista abundan los gacetilleros, esos sumisos personajillos dispuestos a comulgar sin reparos con el poder que les paga. 

Y Michel Torres debió recibir una llamada que le dio la orden de hacerme visible en el programa y sobre todo atacarme, por el lado que, creyeron, me dolería más. Se empeñaron en negar mi escritura. Ellos decidieron un ataque que llamara mi atención y me asustara, que me pusiera a temblar, y que hasta comenzara a poner fin a mi -muy sólida- relación con CubaNet

Ellos pretendieron un ataque que pusiera en alerta a los vecinos, que ya enterados desde hace mucho de la represión que me dedican, se alejaran más de mí. Ellos pretendieron que fueran más los que me dediquen evasivas, más los que me esquiven por "gusano". Sin dudas esas campañas televisadas llaman mucho la atención, despiertan las alarmas y crecen las alertas y, más que todo, propician los acosos, las agresiones que ya conocí en carne propia.

Y no es nada difícil suponer quiénes instrumentaron esa visibilidad en la Televisión Nacional y en el horario más estelar. ¿Quiénes fueron entonces los gestores del ataque televisado? Pudo ser cualquier poderoso del G2, y también las autoridades de "Cultura". Pudo ser el poetastro Alpidio Alonso, y también Abel Prieto, los que sugirieran la aparición del "otrora escritor", del escritor con fecha de caducidad, de esa expiración que comenzó a gestarse desde aquel día en el que, hace años, hice notar las vacaciones turcas de Antonio Castro, o quizá más atrás, cuando escribí el primer e-mail de "la guerrita de los e-mail".

El escritor que fui tenía una fecha de caducidad que coincidía con esa primera publicación en CubaNet. Y el poder dio la orden a Michel Torres, le indicó agredir al "gusano", y le propuso las maneras. El poder escogió a Con Filo por razones obvias, sin dudas porque a esa hora los cubanos encienden sus televisores para calentarlos, para ajustarlos y estar listos en ese momento en el que aparecerán Paloma y Marcos, y Diego, y el señor Alberto Prado Montero, un viejo robusto que recita poemas escritos en cualquier latitud del mundo. 

Y quizá a Michel Torres, quien ahora anda por Alemania, le dé por deschavar al Ezra Pound que simpatizó con los nazis, lo que sin dudas fue, y lo es todavía, execrable, pero nadie se atreve a negar las bondades de su poesía, y mucho menos a ponerle fecha de vencimiento. Yo no he pactado con los fascistas cubanos, y aunque no soy Ezra Pound, mis libros se siguen leyendo, se siguen estudiando, y si los comunistas no lo creen que visiten academia.edu, donde aparecen publicados muchos textos escritos por académicos de un montón de universidades del mundo. 

Yo no puedo visitar esos sitios porque hay que pagar en moneda dura, pero si Michel Torres pudiera, sobre todo ahora que está en Alemania, le recomiendo que entre y me cuente luego... Y ojalá Michel, y los diablos comunistas, entiendan de una vez que la permanencia de una obra no depende jamás de las filiaciones políticas de sus autores, y para probarlo todavía circulan por ahí algunos bodrios comunistas, como los suyos. Y yo sigo escribiendo...

Foto: Momento en que el presentador Michel Torres Corona se refiere al texto publicado por el escritor Jorge Ángel Pérez en CubaNet / Captura de pantalla / Con Filo / YouTube


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2023-06-15T05:39:00

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