Don José Batlle y Ordoñez. (Abordando eso gris, que parece la teoría).

Jorge Aniceto Molinari

04.03.2024

Les Luthiers en sus inigualables presentaciones, cuando el presentador perdía el libreto, recurría a la expresión: “que decir que ya no se haya dicho”, para salvar el trance. En este caso podría decir lo mismo, está todo dicho.

Sin embargo... en las redes sociales alguien me preguntó: ¿en qué te basas para afirmar que Batlle conocía las ideas de Marx?

Recogí el guante, y ello me da pie para desarrollar ideas que en nuestra sociedad ya no se discute

aunque en ellas estén gran parte de nuestro futuro.

Anoto tres hechos, seguramente hay más, que en mi humilde opinión revelan el conocimiento.

Uno es el documento que don Pepe produce de su puño y letra a la muerte de Lenin.

Lo que el recibía para comprender que estaba pasando, determina que escriba sobre la construcción de un proyecto que significaba un avance gigantesco en lo social, como la alfabetización de millones de seres humanos entre otras cosas, pero a la vez la imposibilidad de su continuidad sin Lenin. Ya estaba instalada la idea de que los bolcheviques se proponían construir una sociedad alternativa y en competencia con el capitalismo.

Pero ni Marx, ni Engels, ni Lenin, se propusieron tamaña cosa. Lenin escribió "El imperialismo fase superior del capitalismo" y "El Estado y la Revolución", en que muestra claramente cual a su criterio iba a ser el desarrollo de la humanidad, y que podían hacer los trabajadores para avanzar en forma independiente del Estado (1) para defender y ampliar sus derechos dentro del capitalismo.

El otro aspecto es la fundamentación para el proyecto que se concretó, de Banco de Seguros del Estado. En esto pido recurrir a los archivos -actas parlamentarias- y a la defensa que realizó Batlle del proyecto.

Dejo para el final de esta reflexión, la oposición de Batlle al impuesto a la renta. Muchas veces en mi Paysandú querido, en mis inicios liciales, escuché que esto era lo que demostraba el carácter burgués de sus ideas. Con los años creo que comprendí que el Pepe tenía razón. Como la tenía Lenin cuando pensaba que en la transición era necesario un capitalismo de Estado en el cual para mantener y ampliar sus derechos los trabajadores debían mantener la independencia de sus organizaciones. Cosa que ya no ocurrió en la URSS a su muerte.

Esa simbiosis entre la defensa y ampliación de los derechos de los trabajadores amparados en el escudo del Estado, necesita que no se parara el desarrollo del aparato productivo que no puede asumir el Estado y si la actividad privada; en ese entonces aún en los marcos nacionales pero en la que ya se vislumbraba lo que Lenin había estudiado para el desarrollo del capitalismo.

Conclusión: el impuesto a la renta es cortar la posibilidad de un desarrollo capitalista, que a esa altura de la economía de la humanidad estaba en pleno apogeo. Si abogaba por un fuerte impuesto a las herencias, como un aliciente más a reinvertir en la producción.

Batlle no fracasó, como no fracasó Lenin, ahora la sociedad debe retomar sus ideas, en un momento diferente en el desarrollo del capitalismo. Como lo previera Marx, este modo de producción está llegando a los límites de todo el planeta.

Nuestro problema es como ayudamos a que su predominancia como sistema de producción muera en paz y ayude a nacer y desarrollarse un nuevo modo de producción; el mismo que se insinuara en las revoluciones socialistas de la época, pero que aún no se han plasmado en un programa común para superar esta etapa.

Hoy el desafío no solo es parar la guerra sino mostrar un programa para reconvertir todo el aparato productivo inútil para la humanidad como lo es la industria de la guerra.

Ellos nuestro maestros que nos enseñaron el camino, como fueron acá en el Uruguay, entre los más destacados Batlle y Quijano; ahora nosotros tenemos que avanzar en un programa que permita que sus sueños y los nuestros, se transformen en el nacimiento y desarrollo de una sociedad superior-

Invito a debatir sobre estos temas, nada de lo humano nos debe ser ajeno. No concibo correcto que haya temas de los cuales no se habla. Nos va la vida y el de las futuras generaciones, hay que parar la guerra.

Esa es la razón fundamental de la necesidad de un programa que hoy tiene dos herramientas fundamentales: la moneda única y universal y los impuestos aplicados sobre la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y a los impuestos sobre el consumo, los salarios y las pensiones. Programa que aún no figura en ninguno de los que han presentado las distintas fuerzas políticas, y salvo el discurso de Mujica en la ONU,  y este humilde servidor, nadie ha osado hablar.

(1)    El Estado, su origen, su transformación, una empresa más dentro del desarrollo del capitalismo como modo de producción, merecería un capítulo especial una vez que la derrota de Lenin en 1924, lo transformó en el objetivo del stalinismo.

Jorge Aniceto Molinari

Columnistas
2024-03-04T10:57:00

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