UY Press - Agencia uruguaya de noticias

02.09.2024

Nuestro Frente Amplio, puede funcionar, puede debatir, puede intercambiar opiniones: pues hagámoslo. Utilicemos los instrumentos para el funcionamiento democrático que tenemos.

Seregni, cuando había un problema convocaba al intercambio de opiniones para lograr luego la síntesis que permitiera el accionar político.

El Frente, lo dice en su programa aprobado, convoca para luego de las elecciones llamar a todas las organizaciones de la sociedad para debatir como resolver los temas de la seguridad social.

La central de trabajadores se adelantó y resolvió poner puntos a debatir de la seguridad social en la Constitución de la República.

Eso obliga a adelantar el debate; entonces a debatir, para eso existe el Frente y su y nuestra apuesta a la democracia.

El resultado de las urnas siempre es de enorme importancia, pero el grave problema en el que está la seguridad social es más allá del resultado electoral.

También más allá de las fronteras nacionales, siendo gobierno podemos convocar a que este tema se debata a nivel internacional. Que es además el único marco posible para resolverlo.

El sistema,  desde cuando nacieron las empresas, el costo de lo que fabricaban, atendía el salario, el aporte del trabajador y el aporte patronal. El sistema estaba basado en la rentabilidad empresarial, ahora en países como los nuestros la rentabilidad está cada vez más acotada y eso lo sienten en particular los medianos y pequeños comerciantes e industriales.

Entonces mientras las grandes inversiones hacen sus negocios, los países recurrieron, o mejor dicho, se les impuso por parte de los organismos financieros internaciones el más clasista de los impuestos, el que se aplica al consumo. No hay por otra parte quien desde la cátedra lo justifique.

Están todas las condiciones para que el principal impuesto se aplique sobre el giro del dinero, pero eso se debe dictaminar a nivel internacional. El Frente tiene fuerzas y credenciales para impulsar el tema.

Hay compañeros, que no asumen con responsabilidad la gravedad del asunto -un enorme sector de la masa trabajadora con ingresos muy menguados-, y no dan la menor idea de que es la seguridad social, como se financia, que es el meollo del asunto. Entonces llegan a la misma conclusión de la derecha: hay que ajustar

Por ejemplo: un empresario con total seguridad me podrá decir: es un costo empresarial a asumir cuando se calcula precio de nuestras mercancías o servicios.

Hay intelectuales que a su vez dirán: es un derecho humano, ¿y entonces que hago, como abordo su financiación?, ¿es un tema que resuelve la democracia?, no: siendo mejor que se resuelva en democracia, no se va a resolver sino es parte de un programa que defienda el derecho de la gente, y con que recursos contar para abordarlo.

Además , no se trata solo de eso, los impuestos están determinados por las relaciones financieras internacionales, y ningún país se puede salir por separado; es lo que ocurre con Cuba, Nicaragua y Venezuela, que tienen sus graves problemas, pero además sienten la imposición de estos organismos.

El intento más avanzado lo hizo Mujica en la ONU en setiembre del 2013, pero después, ni él volvió a hablar del tema. Esto de la crisis de la seguridad debe ser una buena oportunidad.

El fondo del asunto es que ni unos, ni otros, se plantean aún una salida para la grave situación de la seguridad social. El poner en la Constitución determinados derechos no garantiza que ellos se cumplan como por ejemplo pasa con la vivienda.

Lo grave es que se elude ir al fondo del asunto que es la financiación de la seguridad social, que hoy entre otros se financia fundamentalmente del impuesto al consumo.

El anuncio de una grave crisis si se procede de una u otra manera, es una falacia, porque se elude hablar del fondo del asunto.

Además hay que tener en cuenta que el mismo problema ocurre en todos los países del mundo donde el capitalismo ya no se desarrolla, y ningún país lo puede resolver si no se cambia el sistema impositivo que imponen los organismos financieros internacionales.

Jorge Aniceto Molinari