La guerra fría. (Abordando eso gris, que parece la teoría).
Jorge Aniceto Molinari
09.09.2024
La escritora, señora Mercedes Vigil, definió la situación de estos países dentro del marco de la llamada "guerra fría", y en ese marco justifica la acción criminal de sectores de elite de las fuerzas armadas, dentro de un operativo multinacional que se denominó Plan Cóndor, y sobre el cual aún no conocemos sus archivos secretos y el destino de miles de víctimas.
Eso supone poner sobre blanco y negro el papel de los servicios de EE.UU., cosa que hasta la fecha no se ha realizado en el continente. Entre otras cosas fundamentales exigir la documentación que permita establecer el destino de miles de desaparecidos.
La escritora lo define como una lucha entre el comunismo y la democracia. Habría que preguntarle entre que comunismo y entre que democracia.
Por otra parte en la izquierda, no son pocos los compañeros que condenan los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, mostrando en el análisis de los hechos que en la práctica son dictaduras militares.
No es mi propósito pasar raya y compartir lo que esos gobiernos realizan, para defenderse de los "servicios" de EE.UU., salvo que me demostraran que eso no existe, mostrando solamente la desviación de su conducta en la gobernanza y en hechos de la vida real.
No comparto gran parte de lo que hacen esos gobiernos, pero a la vez no veo que sea solución el triunfo de la derecha y el accionar libre del otrora imperialismo sobre sus riquezas y dentro de las fuerzas armadas.
Los yanquis siempre han pretendido tener un férreo control militar, además del de la prensa y la justicia en todo el continente. Recordemos que cuando Lacalle Pou pidió vacunas contra el covid 19 -porque la gente se moría- al Presidente de China, al otro día estaba el jefe -en ese entonces un general- del comando sur tirando de las orejas de nuestro Presidente.
En el marco de la guerra fría, que ellos y sus adictos siguen viviendo, su poder es cada vez menor, del pasaje del centro del capitalismo a la zona de libre comercio más grande la historia en la que están países como China y Vietnam, al equilibrio de su presupuesto con emisiones sin respaldo y el desarrollo sin destino posible de la industria de la guerra, con bases por todos lados.
No me digan que tengo que elegir entre Venezuela y Uruguay, porque tanto allá como acá mi propuesta programática para ayudar a la muerte en paz de la predominancia del modo de producción capitalista en el mundo sería la misma.
Es más, no veo viable ningún gobierno exitoso en el plano de una economía nacional jaqueada por el desarrollo avasallante de la economía del mundo y la automatización que elimina miles de fuentes de trabajo, en el marco de la "rentabilidad" y el desarrollo capitalista actual.
Si, voy a votar al Frente Amplio, y a la vez seguiré señalando los límites que hoy tienen sus posibilidades políticas si no amplían su comprensión programática a los dramáticos momentos que vive y amenaza vivir la economía del mundo.
En tiempos de Astori aún era posible, pero hoy ya nuestro sistema impositivo se transforma en un corcet difícil de superar para las necesidades más elementales del país. Saldain lo arregla fácil: ¡que se bajen las prestaciones!, total a él y su gente no los perjudica.
Necesitamos eliminar el impuesto al consumo, también a los salarios y las pensiones, necesitamos que el sistema impositivo esté basado en la circulación del dinero. Que no es el impuesto a la renta que en su tiempo y por sobradas razones descartaba Batlle y Ordoñez.
Necesitamos que se convierta en ilegal toda transacción que no esté registrada en donde la decisión democrática de la sociedad lo determine. Debemos condenar a muerte a los paraísos fiscales, y a la financiación de todas las lacras sociales.
Si, este es un tema crucial a debatir en el mundo, junto al de que la moneda deba ser única y universal.
No existe otra posibilidad de parar la guerra y reconvertir todo el aparato que el capitalismo asigna a ella, -que actúa como válvula a la presión social que genera la crisis -, que unir a lo mejor de la humanidad tras un programa cuyo centro deben ser la moneda y los impuestos.
El capitalismo no será superado por la alianza de países con su economía estatizada, si por un acuerdo para ejecutar un programa que ayude a morir en paz a su predominancia; estamos en presencia de la "eutanasia del rentista" de la que hablaba Keynes.
¿Esto es una revisión a lo desarrollado en múltiples textos por Marx, Engels, Lenin -los más destacados -?, no, es la confirmación de lo que ellos escribieron sobre el probable curso de los acontecimientos ecuménicos. Es más, hay capitalismo para muchos años, pues el nacimiento del socialismo va a llevar también su tiempo, de lo que estamos en presencia es del fin de su predominancia, como ocurrió con el feudalismo luego de la revolución francesa.
Jorge Aniceto Molinari
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias