Diga Don... (Abordando eso gris, que parece la teoría).
Jorge Aniceto Molinari
09.12.2024
Diga Don: ¿el debate cuando empieza? La izquierda en el mundo -nombre herencia de la revolución francesa- nació cuestionándose todo.
La revolución rusa no fue producto de una situación crítica diferente a la revolución francesa, esta precedida de un enorme aluvión de ideas, que luego de coronada no encontró la dirección para un desarrollo armónico; la guillotina resolvía a su manera las diferencias. La revolución rusa rica en un sector selecto de la sociedad en sus distintas disciplinas tuvo una conducción formidable que fue la de Lenin. Lenin se escribía todo, vivió 53 años, y los 55 volúmenes de sus obras completas así lo indican.
Por él, nuestro José Batlle y Ordoñez sentía una profunda admiración.
Los hechos superaron su capacidad física y fue derrotado; no derrotado en lo que ideológicamente quedó escrito sino en la orientación directa y concreta de los acontecimientos.
Rusia se había convertido en un faro que iluminaba internacionalmente el curso de los acontecimientos en todo el mundo. El programa que se aplicó luego de su muerte fue un programa nacionalista con el objetivo de crear -así se decía- el socialismo en ese país.
La idea era crear Estados en oposición al capitalismo -hasta la guerra si fuera necesario, y lo pensaban como un hecho necesario- que construyeran una nueva realidad económica mundial.
A ese razonamiento se le etiquetó: "marxismo-leninismo", con lo que significaba para la izquierda del mundo la existencia de la Unión Soviética.
Hubo intentos -Gramsci, por ejemplo -, pero la izquierda nunca volvió al nivel de la época de Lenin. Hay para ello muchas justificaciones; las crisis a las que ha conducido en el mundo el desarrollo capitalista han sido muy importantes.
Sin embargo el desarrollo desigual y combinado de la economía del mundo, nos ha planteado nuevas realidades, que sorprenden pero que no dejan de poder ser analizadas por lo que en su momento escribieron los maestros.
Marx, Engels, Lenin, los más destacados, no eran fatalistas, analizaban en el marco del determinismo histórico, dentro del materialismo dialectico.
El libre comercio aniquiló al feudalismo -se conservan resabios, monarquías reales- , y ahora en esta etapa del desarrollo económico presenta una realidad que rompe todos los esquemas con los que se manejan la mayoría de los que integran las distintas disciplinas del conocimiento humano.
Así ha surgido la mayor zona de libre comercio de la historia, en cuyo centro están China y Vietnam gobernados por sendos Partidos Comunistas, los mayores actualmente en el mundo.
El centro del capitalismo que al finalizar la segunda guerra mundial pasara a EE.UU. hoy está reconociendo un nuevo centro mundial, los viejos imperialismos se repliegan a sus fronteras acuciados por las necesidades de sus respectivas poblaciones. No cesan de emitir sus monedas sin ningún respaldo.
Acá, con sede en nuestro país, se reúne el Mercosur para discutir la necesidad de un tratado con la comunidad económica europea, mientras Milei idealiza la posibilidad de un tratado libre comercio con EE.UU.; cuando el sentido común nos está indicando que lo que hay que analizar es como -en qué condiciones- toda esta zona se une a esa zona de libre comercio mundial, donde se desarrollan China y Vietnam.
No es que el libre comercio sea la panacea, sino que es la etapa que está precediendo a un acuerdo mundial, para parar la guerra, reconvertir la industria mundial y poner todo el aparato productivo existente al servicio de la humanidad.
Abundan los programas en la televisión, en la radio, en las revistas, analizando que puede hacer cada país en el mundo. Es hasta jocoso ver como se hacen planes, se desarrollan ideas nacionales sin tener en cuenta donde y como se deciden las cosas.
El Dr. Salles - es su negocio- describe todo esto como obra de la "cletocorporatocracia masónica",
Una especie de Mefistófeles, o diablo, o demonio, con que describen las iglesias las cosas sin desentrañar que nos rodean en la vida diaria.
Existen dos medidas -herramientas- , las que insinuó Mujica en la ONU en setiembre del 2013, la moneda única y universal, como existe el kilo, el metro, el litro, y otras tantas medidas universales en el mundo científico; y que los impuestos se apliquen sobre el giro del dinero, eliminando los impuestos al consumo, los salarios y las pensiones, haciendo ilegal toda transacción que no esté registrada donde la sociedad democráticamente lo determine. Sentenciando así la existencia de los paraísos fiscales y de la financiación de todas las lacras sociales.
El Lenin escribía que el desarrollo del capitalismo daba las bases para un tránsito pacífico de la humanidad al socialismo.
Hay que parar la guerra y reconvertir toda la industria en beneficio de la humanidad.
Jorge Aniceto Molinari
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias