La paja y el trigo en el conflicto del agro

José Carlos Mahía *

21.01.2018

Este mes de enero comenzó con una serie de movilizaciones que van a tener su punto más alto el próximo 23 de enero.

Es necesario analizar las características de este movimiento, que demuestra una capacidad de organización y de convocatoria que poco tienen que ver con auto convocatorias espontáneas, y sí mucho de silenciosa organización previa.

Todos tienen derecho a protestar, pero una parte de quienes protestan tienen, no sólo el derecho a hacerlo, sino también sus razones para hacerlo: algunos sectores del Agro están pasando por serias dificultades - como puede ser la lechería u otros - y como ya señaló el Presidente de la República habrá que trabajar con ellos para buscar soluciones posibles.

Estas no significarán cambios en la política económica que tanto le han dado al país en su conjunto y le siguen dando, sino medidas específicas para aquellos sectores que están atravesando una difícil coyuntura.

Otra parte de los que protestan aprovechan la volada para salir a castigar al Gobierno y al Frente Amplio. Y estos últimos de espontáneos no tienen nada: son actores políticos que nunca lograron digerir que la Izquierda haya llegado al Gobierno. Nunca.

Se les nota en sus mensajes públicos y mucho más en los privados que salen a la luz: son los que nunca imaginaron una ley de 8 horas para los trabajadores rurales o la extensión del impuesto a Primaria.

Así se escucha un discurso que propone un antagonismo campo/ciudad totalmente extemporáneo o un desprecio a las políticas sociales, a veces solapado, otras veces explícito, en el que pone a los beneficiarios de políticas sociales focales que integran "Uruguay Trabaja" como vagos que viven de "su" trabajo.

Pero no vamos a entrar en ese juego, nada más lejos en nosotros que alentar el odio entre orientales.

El Gobierno mantendrá el diálogo con las instituciones gremiales que representan al agro (aunque estas le den palos, un día sí y otro también).

Podríamos enumerar una larga lista de medidas de Gobierno, que desde 2005 a la fecha, han buscado estimular el desarrollo de la producción agropecuaria. A modo de ejemplo podríamos citar el fin del endeudamiento generalizado de los productores y del remate no sólo de los campos sino de las herramientas.

Pero sabemos que hay sectores - como los pequeños chacareros canarios- que tienen dificultades estructurales, por escala, por falta de capacidad asociativa para producir o escasa inversión en tecnología, por falta de mercados, más allá de si le fue bien o mal en la última cosecha.

Por eso, reiteramos, no vamos a ir por el camino de todos son iguales, no.

Reconocemos la realidad de quienes trabajan en el campo de sol a sol y no le dan los números, merecen nuestro mayor respeto, nuestro deber es tratar de ayudar, nunca de denostar.

No nos vamos a dejar llevar por aquellos que sólo dan manija y hacen política partidaria buscando llevar agua para su molino.

Por eso, como muchas veces se ha dicho, separemos la paja del trigo.

Estamos convencidos que el camino es el crecimiento con inclusión social, que debemos seguir trabajando para consolidar el país productivo que ya venimos forjando y también una sociedad cada vez más integrada donde nadie sea más que nadie.

* Prof. José Carlos Mahía

Presidente de la Cámara de Representantes

Vicepresidente del Frente Amplio

José Carlos Mahía
2018-01-21T13:01:00

José Carlos Mahía