UY Press - Agencia uruguaya de noticias

12.01.2015

El sábado leí un reportaje que se le hizo a la compañera Intendenta de Montevideo, Ana Olivera, en el diario "El País".

En el mencionado reportaje la compañera hace una autocrítica sobre el Corredor Garzón señalando que no se habían cumplido aún los objetivos del mismo: bajar el tiempo del transporte público.

Quiero saludar la honestidad intelectual y el coraje de la compañera al hacerlo públicamente.

La compañera Ana es una gran militante, una gran trabajadora y al decir lo que dice pone de manifiesto una de las mejores condiciones para avanzar: reconocer los errores y asumir autocríticamente los mismos.

El 19 de mayo de 2013 dijimos en un acto partidario que habían "efectos no deseados" de la construcción del Corredor Garzón: los vecinos de Canelones, especialmente los de La Paz y Las Piedras lo sufrieron en su calidad de vida, para ir a trabajar o estudiar a Montevideo se pone ahora más tiempo que antes. Y lo mismo desde la Capital a Canelones,

Algunos cambios posteriores (por ejemplo una mayor sincronización en los semáforos ) mejoraron el panorama, pero aún es insuficiente.

Uno de los problemas del Corredor Garzón, en nuestra opinión, fueron desde su concepción: no era un tema para resolverlo sólo desde y para Montevideo, era para hacerlo con una visión metropolitana, que tuviera en cuenta a los vecinos que viven en uno u otro departamento.

Ojalá que las obras ya en marcha en General Flores hayan tomado en cuenta lo sucedido en el Corredor Garzón, no sólo para los que viajan en Montevideo sino también para los que van desde y hacia Canelones, eso es clave.

Para el futuro tenemos que pensar este tipo obras con una dimensión metropolitana, un ejemplo de ello debe ser la construcción de una vía rápida que una la Ciudad de la Costa con Montevideo.

Propongamos una solución multimodal, que mejore los tiempos, la calidad y el costo del transporte público.

Podemos hacerlo mejor, articulando Canelones y Montevideo con el Gobierno Nacional.