La prueba del Nueve. Danilo Arbilla

18.04.2025

EL COVID 19 fue a Luis Lacalle Pou en el 2020 lo que hoy la ministra de Vivienda, Cecilia Cairo es a Yamandù Orsi. La vida te da sorpresas que te ponen a prueba.

Ante la pandemia el flamante presidente no dudó: tuvo la chance de probar que había sido elegido acertadamente por los uruguayos. Su temple, su firmeza y al mismo tiempo su respeto por los derechos y garantías todo realzado por las "soluciones" y los palos en la rueda que puso la oposición (caceroleó más cuarentena), lo proyectó. ¿Quién lo duda? Líder indiscutido de su Partido  y gran candidato para las del '29.

  Sería imprudente pretender pronosticar en estas horas, viernes a la mañana, en que ya se sabe que  Cairo, bastante arisca para asumir su trance, "decidió" presentar renuncia, como incidirá todo este proceso en la imagen de Orsi y cuanto jugará en su futuro.

  Es notorio que en esta primera escaramuza el presidente titubeó, o  lo pensó demasiado. Eso no le hace bien: fue una chance para dar un golpe en la mesa y de entrada pedirle la renuncia a la ministra -el tema no tenía levante y con las explicaciones  y  excusas,  menos,- . Se demoró y dio piedra libre para que "la diversidad" en el coalición de izquierdas tomara vuelo. El MPP santificó  a Cairo, con la misma prontitud que felicitó a Maduro por su "impecable" triunfo y apoyó a los "correístas" en Ecuador, por citar solo unos " botones de muestra". Hubo otros más que se afiliaron a esa tesis, pero también los que optaron por tirar la pelota al "obol" - "que regularice y ya está", "no cometió ningún delito", " pasa con un millón de uruguayos", "tenía otras prioridades",  y el inefable "no se puso un peso en el bolsillo". Hubo a la vez los que dijeron que eso no se hace y que ese tipo de cosas le hacen mucho mal al Frente Amplio.

Fernando Pereyra   comenzó a "explicar", como corresponde a él, de que se trataba; se mantuvo en el altar y tiro un poco de basura para los costado, aunque en alguna medida, con el pasar de las horas "matizó" su discurso Siempre desde la cumbre de la presidencia del FA la que, -dadas las aparentes dudas de Orsi- parece ser uno de los dos o tres centros de mando "En cualquier momento salta, acuérdese de Miranda, son fusibles. Son cuadros a los que se les asigna una función, que muchos con el tiempo "se la creen", y que llegado el momento los sacan, sin  más ni más, unas veces con algún premio consuelo y en otras sin eso", me comento alguien al que le duele la coalición de izquierdas.

"Por suerte -me añadió- muchos salieron y pusieron las cosas en su lugar de entrada y también comenzó a tener peso una sensación de que 'esto nos jode en Montevideo' (las municipales), la que se hizo más fuertes con la aparición de algunos sondeos, y ahí hubo que tomar el toro por las guampas". Lo de la Capital parece que les hizo cerrar filas rápidamente y adiós a Cairo.

  Es un gobierno que se muestra como irresoluto, manejado por un  colegiado en donde son demasiados  lo que meten baza. Que Mujica, que Sánchez, que Díaz, que el MPP, que el PCU y el PIT-CNT-, que la Mesa Política, que Las bases y hasta  Lula.

  A muchos les habría gustado que Orsi ya hubiera  trancado a Caggiani, hubiera mandado a callar de una vez a Castillo, le hubiera expresado total respaldo a Oddone, no hubiera ido al CELAC y sus "consensos" y hubiera reconocido de inmediato a Noboa.

 Esta de Cairo fue una linda oportunidad; da la sensación que se la perdió. 

 

Danilo Arbilla

 

Columnistas
2025-04-18T18:20:00

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