No es sequía, es pérdida de soberanía
Marcelo Marchese
07.07.2023
El gobierno quiere hacernos creer que la crisis del agua es una fatalidad, pero se ha creado esta crisis para privatizar el agua mediante el Proyecto Neptuno.
Por un lado, se ha forestado el País con una especie foránea que erosiona la tierra y roba el agua, y se ha forestado incluso en las nacientes de los ríos. Por el otro, mediante la ley de riego, se han permitido 486 embalses en los arroyos afluentes del Santa Lucía.
La mitad del agua que se bombea desde Aguas Corrientes, no llega a las canillas de los que pagamos la tarifa de OSE, y se arrojan toneladas y toneladas de barro y químicos al río del otro lado de la planta potabilizadora, por lo que se está pudriendo deliberadamente ese organismo vivo.
El gobierno ha reducido el presupuesto de la OSE, justo cuando se necesita sanear el río vital y justo cuando se necesitan arreglar todos esos caños rotos que por dentro son una mugre. Uno prefiere no imaginar el tipo de "organismos" que pululan en esas cañerías centenarias.
¡Quieren entregar el agua al capital extranjero!
Si éste no fuera el plan ¿a razón de qué se le entrega gratis, por cincuenta años, 85 metros cúbicos de agua a UPM2 las 24 horas del día los 365 días del año? ¿Por qué se permiten cinco proyectos para hacer hidrógeno verde, que requiere veinte toneladas de agua para hacer una de hidrógeno verde?
Sorprende que el gobierno, que durante la pandemia hacía declaraciones a diario, haya decidido escurrir el bulto ante la mayor crisis del agua en la Historia del País. Ni una cadena. Ni una cadenita. Ni una bijutería de fantasía nacional sobre el agua.
¡Nada! Salvo un silencio cósmico.
El gobierno tiene que tomar tres medidas.
1- Cumplir la Constitución, que establece que la prioridad para el consumo del agua lo tiene la población y no la industria. Es un caso de emergencia, señores de UPM y Montes del Plata. La Constitución es contundente cuando dice que "La política nacional de Aguas y Saneamiento estará basada en... el establecimiento de prioridades para el uso del agua por regiones, cuencas o partes de ellas, siendo la primera prioridad el abastecimiento de agua potable a poblaciones".
2- Invertir en el saneamiento del río Santa Lucía e invertir en la creación de fuentes alternativas para el bombeo de agua.
3- Dejar de cobrar la tarifa de OSE. No puede ser que se estafe a la población de esta manera. Con el dinero que no paguemos por un servicio nefasto, pagaremos parte del agua embotellada que tenemos que comprar.
Que no nos vengan con el cuento de que no hay plata para arreglar los caños rotos y para sanear el río. No hay plata para las jubilaciones ni para la enseñanza y la salud, pero bien que unos y otros le regalan a UPM, Katoen Natie y Pfizer, miles de millones de dólares para su jodita.
¡No queremos que se use el dinero que nos cuesta sangre, sudor y lágrimas, en alimentar a unos piratas espurios que nada bueno tienen para ofrecernos!
¡Basta!
Ya sabemos a quién sirve este gobierno, el que estuvo antes, y el que vendrá después. El tema es a quién servimos nosotros ¿No será que estamos alimentando este desastre? No nos hagamos trampas al solitario, cada pueblo tiene el gobierno que se merece.
¿Cómo salir de este enredo? Si una literatura, si una medicina, es resultado del nivel cultural de una sociedad, una política es resultado del nivel cultural de una sociedad. Mejoremos el nivel de nuestra sociedad y eso permitirá que se tomen mejores decisiones.
Nosotros tenemos la varita mágica. Si la Reforma Constitucional URUGUAY SOBERANO triunfa, será una señal para que el País entero se aboque a defender lo que es suyo. De esa manera comenzaremos a limpiar las aguas contaminadas de nuestra democracia.
Nuestra Reforma Constitucional contra el secreto y por la claridad democrática, abrirá las puertas a un período de nuestra Historia que precisará del concurso de todos para lograr el bien común.
Marcelo Marchese
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias