Una tragedia griega en el fútbol uruguayo
Marcelo Marchese
10.10.2024
La macabra operación contra Bielsa tiene un antecedente ilustre en la macabra operación contra Carrasco.
En aquella ocasión, hubo una campaña mediática anti Carrasco, se reunieron en el Sheraton el presidente de la AUF, el Presidente de Federación Venezolana de Fútbol y el ubicuo Paco Casal, y a la semana, Venezuela donó el tablero electrónico que hoy disfrutamos en el Estadio Centenario, y previo al partido, en el vestuario, los jugadores celestes se tomaron a las piñas, pues algunos tenían la orden de tirar para atrás y otros querían salir a ganar. El resultado fue una goleada y la expulsión de Carrasco.
La actual jugada involucra a la prensa y a jugadores retirados o con demasiada edad para ser citados, pero sólo se exponen los títeres, que de hecho, como en aquella ocasión en que atacaron a Carrasco, boicotean a la selección, una selección que, como toda selección, simboliza a nuestros guerreros, por lo que estos farsantes, a nivel simbólico, operan como traidores a la patria.
Como se sabe, hubo un famoso traidor que se vendió por treinta monedas, y en ese sentido, nada ha cambiado: los traidores se venden por treinta monedas para vivir bajo el ala del poder, ya que es el poder el que precisa derribar a Bielsa.
Es difícil encontrar un técnico que reciba un elogio casi unánime de los jugadores que ha dirigido en Argentina, Chile o donde sea. Cuando se les pregunta qué técnico los ha marcado, todos nombran a Bielsa.
Ningún apodo es obra del azar, y si lo llaman "El loco", es por su pulsión maníaca perfeccionista. Bielsa precisa controlar todos los detalles, cosa que puede molestar a más de uno, pero lo cierto es que el resultado es la eficiencia y resulta placentero ver jugar a Uruguay presionando en toda la cancha y tomando el protagonismo.
Los críticos se quieren amparar en los últimos empates y hacen omisión radical de un hecho de todos sabido: a Bielsa le faltaron jugadores claves, justo cuando tenemos un plantel corto.
¿Por qué quieren anular a Bielsa por medio de esta campaña repugnante?
Porque Bielsa, con sus declaraciones, pone en jaque a todo el negocio del fútbol, un negocio que, como el negocio de la política, está llevado a cabo por personas de un nivel moral no demasiado elevado.
Al declarar en una de las conferencias más celebres de las últimas décadas, que el negocio del fútbol es pura joda, los puso a todos en jaque: jugadores, entrenadores, ex jugadores charlatanes, periodistas charlatanes a sueldo del más vil, contratistas, compradores y vendedores de derechos televisivos, autoridades de la FIFA, autoridades civiles que dejan que la FIFA actúe de manera dictatorial, marcas deportivas que en rigor son trasnacionales regidas por el fondo de inversión Vanguard, y en suma, el pestilente negocio que se ha erigido sobre el más hermoso de los deportes.
Todos quedaron expuestos, pues la gente se pregunta ¿por qué, todos esos, nunca dijeron lo que dijo Bielsa? Entonces salieron a justificarse diciendo cosas como que Bielsa despotricaba pero cobraba millones, que es algo así como el argumento de una rata.
Tras esa conferencia, la operación se incrementó, pero viene de antes, pues el carácter estricto de Bielsa, la locura de Bielsa, impide que se concreten una serie de negocios y negociados que están por arriba, por abajo y por dentro del fútbol.
Todo el País vive una tragedia griega a modo Sófocles. Sea Antígona, Edipo o Ayax, el héroe se enfrenta al poder guiado siempre por dictados superiores. El héroe honra a la divinidad y a las normas morales que emanan del vínculo del hombre con los dioses. En esas tragedias se enfrenta el héroe con el poder, bajo la mirada de un tercer actor: el coro, normalmente mudable, pero en general, prudente, y que no es otro que el pueblo.
Ya sabemos quiénes son los representantes del poder en esta tragedia. El coro, está radicalmente del lado del héroe, a pesar de que se lo difama a toda hora con ridiculeces. Sin embargo, el coro se mantiene fiel, pues quiere pensar que el héroe lo representa, y no se equivoca: Bielsa expresa lo mejor de nosotros.
Las hienas, los buitres, los loros, los piojos, los mandriles y las cucarachas, esperan dos malos resultados al hilo para fletar al héroe. Vaya a saber uno si no le están haciendo la oreja a algún jugador de la selección para reeditar el plan Carrasco.
Sea de esto lo que fuere, todos sabemos cuál será el final. En un mundo podrido donde los genocidas se disfrazan de víctimas y donde no existe otra democracia que la dictadura del capital financiero, vino uno que rompió el pacto de silencio para decir la verdad.
El héroe muere en la tragedia, pero muere para asegurar su triunfo. El triunfo del héroe es nuestro triunfo, pues entre tanta inmundicia, nos ha marcado el camino de la moral que debemos seguir para llamarnos hombres.
Marcelo Marchese
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias