El Tercer Polo
Michael Mansilla
28.07.2022
La mayoría de los grandes rio del mundo y sus afluentes tienen su origen en las alturas cadenas montañosas. De allí se nutren de la nieve derretida en la primavera los glaciares y las lluvias. Los ríos asiáticos nacen en el llamado tercer polo, La meseta del Tíbet, el Himalaya y Idukush (HKH). Juntos forman el llamado "Tercer Polo" llamado "la torre de agua de Asia".
Lo crucial de esto que alimentan a diez de los mayores ríos de Asia, incluyendo el Ganges, el Amarillo, el Yangtsé y el Mekong. El problema es la falta nieve, lluvia y la desaparición de los glaciares.
"Lo que importa es que en esas regiones montañosas es que dan vida a más de un cuarto de la población mundial-2500 millones de personas depende de los ríos que se originan en el HKH", afirmó Viljamil Sinisalo, universidad de Nueva Delhi.
Pero estos glaciares cruciales se están derritiendo, a un ritmo acelerado.
Y existe el creciente temor de que esa pérdida de hielo cause escasez de agua y lleve a migraciones masivas y conflictos regionales. Una cuenca que comprenden a los 2 países más poblados del mundo: India y China.
A partir de dichas tomas, Ricardo Villalba, investigador principal del Instituto Argentino de Estudios de Ciencias de la Nieve, los Glaciares y el Medio Ambiente (IANIGLIA), explica que a medida que las precipitaciones disminuyen y los glaciares se retiran en la región, es probable que aquellas comunidades que dependen de las montañas para el suministro de agua sufran escasez de este recurso. "Aquí estamos viendo un proceso de disminución a largo plazo de las precipitaciones, una mega-sequía", dijo Villalba y agregó: "Si miras los niveles de precipitación en este momento para toda la cordillera, muestran que o no ha nevado en absoluto o ha nevado muy poco".
La región que abarca la cadena montañosa del Hindú Kush Himalaya y la meseta tibetana es ampliamente conocida como el Tercer Polo porque sus campos de hielo contienen la mayor reserva de agua dulce fuera de las regiones polares. Esta región es la fuente de los 10 principales sistemas fluviales que proporcionan riego, energía y agua potable a más de 3.000. millones de personas en Asia, más de un tercio de la población mundial.
La cuna de los tres grandes ríos de Asia.
Nacen en la llanura del Tíbet y durante 2000 kilómetros fluyen juntos en Hengduan, al noroeste de la región china de Yunnan. Los ríos Yangtzé, Mekong y Salween discurren a poca distancia a lo largo de 200 kilómetros en el Gran Parque Natural de los Tres Ríos en Paralelo. Declarado Patrimonio de la Humanidad en 2003, es uno de los enclaves más extraordinarios de China. ¿El motivo? La variedad de ecosistemas y los centenares de especies endémicas que atesora. Tras su curso, el Yangtzé (6.300 kilómetros) desemboca en Shanghái, el Mekong (4.350 kilómetros) en Vietnam y el Salween (2.815) en Myanmar.
El cambio climático está desertizando Asia Central.
La rápida expansión de los desiertos tiene un importante impacto en los ecosistemas, las personas y los animales que dependen de ellos.
Según un estudio reciente sobre el clima, desde la década de 1980, mientras que las temperaturas globales no dejan de aumentar, los climas desérticos se han expandido unos 100 kilómetros en dirección norte en algunas zonas de Asia Central.
En el estudio, publicado el 27 de mayo (2022) en Geophysical Research Letters, también se explica que, durante los últimos 35 años, las temperaturas han aumentado en casi toda Asia Central, una región que engloba partes de China, Uzbekistán y Kirguistán. En el mismo período de tiempo, las regiones montañosas se han vuelto más calurosas y húmedas, un hecho que puede haber acelerado el retroceso de algunos importantes glaciares.
Esos cambios amenazan los ecosistemas y la vida de quienes dependen de ellos, señala Jeffrey Dukes, ecólogo de la Institución Carnegie del Departamento de Ciencia de Ecología Global en Standford, California. Estos hallazgos son «un gran primer paso» que facilitará la creación de políticas de mitigación y adaptación, si se actúa lo antes posibles comenta Dukes.
Más del 60 por ciento del territorio de Asia Central se caracteriza por tener un clima seco y con escasas lluvias. Al disponer de tan poca agua para las plantas y otros organismos, casi toda la región es vulnerable a las altas temperaturas. Estas incrementan la evaporación de la escasa agua disponible en el suelo, lo que aumenta a su vez el riesgo de sequía. Una investigación anterior sobre el cambio climático detectó cambios en las temperaturas y precipitaciones medias en amplias zonas de Asia Central, pero aportó poca información para los residentes, señala Qi Hu, coautor del estudio y climatólogo de la Universidad de Nebraska-Lincoln. «Tenemos que averiguar cuáles son las peculiaridades del cambio climático en zonas específicas», comenta Hu.
Hu y Zihang Han, climatólogo de la Universidad Lanzhou, en China, utilizaron la temperatura del aire y los datos de precipitaciones desde 1960 hasta el año 2000 para dividir Asia Central en 11 tipos climáticos.
Descubrieron que, desde finales de la década de 1980, el clima desértico se ha había extendido hacia el este y hacia el norte, llegando al norte de Uzbekistán y de Kirguistán, el sur de Kazajistán y la cuenca de Zungaria, en el noroeste de China. Según Hu, se trata de una expansión importante que ha provocado un efecto dominó en zonas climáticas adyacentes, que se han vuelto más áridas. En algunas zonas, la temperatura media anual fue al menos 5 grados más alta entre 1990 y 2020 que entre 1960 y 1979, con veranos cada vez más cálidos y donde la mayoría de las precipitaciones se producían solo en invierno.
Con el paso del tiempo, el ascenso de las temperaturas y la reducción de las precipitaciones provocarán que las comunidades vegetales estén dominadas por especies que se adaptan a las condiciones más cálidas y húmedas, señala Dukes. «Las consecuencias las sufrirán, por ejemplo, los animales de pasto que dependen de la estepa o las praderas», comenta. En algunas regiones, añade, los periodos cada vez más amplios de sequías reducirán la productividad de la tierra hasta que esta se convierte en suelo estéril.
El equipo se encontró con una situación muy diferente en las regiones montañosas. En la cordillera de Tian Shan, en el noroeste de China, el ascenso de las temperaturas ha estado acompañado por un incremento en la cantidad de precipitación en forma de lluvia en lugar de nieve. Según Hu, las temperaturas más altas y el aumento de lluvia contribuyen al deshielo de las cumbres, lo que podría explicar el ritmo de reducción sin precedentes de los glaciares de esta cordillera.
"Al nevar cada vez menos, los glaciares de Asia Central no reemplazan el hielo perdido, lo que significa que habrá menos agua procedente del deshielo con la que nutrir a las personas y sus cultivos en el futuro", señala Troy Sternberg, geógrafo de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
Un problema global.
Según Mickey Glantz, climatólogo de la Universidad de Colorado en Boulder, la desertificación es un problema importante tanto en Asia Central como en otras partes del mundo. Pero, para poder asegurar que los desiertos se están expandiendo, uno de los indicadores son las tormentas de polvo y las olas de calor, en lugar de depender únicamente de la clasificación climática.
Actividades humanas como la minería y la agricultura también contribuyen a la desertificación, señala Sternberg. Por esa razón, los Gobiernos de Asia Central deberían centrarse en promover actividades como la agricultura y la urbanización sostenibles. Según Sternberg, «Asia Central, al igual que el resto del mundo, debería prestar atención al cambio climático e intentar adaptarse a él.»
Una severa sequía en Asia Central está provocando muertes masivas de ganado y escasez de agua para riego. En dos provincias de Kazajistán, más de 2.000 animales domésticos han muerto por falta de agua y forraje. En Kirguistán, los agricultores han protagonizado múltiples protestas en la región norteña de Chui debido a la falta de agua para regar sus cultivos. Los agricultores dicen que están a punto de perder la cosecha de esta temporada si las autoridades no les suministran agua.
Tíbet.
El Tíbet es una región situada en Asia, concretamente en la meseta tibetana, al noroeste del Himalaya. Su superficie total, unos 2,5 millones de kilómetros cuadrados, se extiende desde el Himalaya hasta las llanuras del norte de Janthang.
Famoso por su potencial turístico, es la meseta más extensa y más alta del planeta, con 4.900 metros de altitud media. El Everest, su pico más alto, con 8.848 metros, hace frontera con Nepal.
Dada su altitud y su amplia reserva de agua glaciar, unida a sus caudalosos ríos, el Tíbet está considerado como la "Torre de Agua" de nuestro planeta. Además, al ser la tercera reserva de hielo más grande del mundo, después de la Antártida y el Ártico, también se le denomina el "tercer polo de la Tierra", junto al Polo Norte y el Polo Sur.
La mayoría de los ríos más grandes y caudalosos de Asia nacen en el Tíbet, lo que hace que la meseta albergue una de las mayores reservas de agua dulce del mundo. A diferencia de la Antártida o el Ártico, cuya agua derretida va a parar al océano, cuando los glaciares de este paraje se deshielan, el agua de la nieve forma la cabecera de diez de los mayores ríos del mundo, como el río Amarillo, el Yangtsé, el Mekong o el Salween. Estos ríos cumplen una función muy importante, porque a lo largo de su vasta extensión fertilizan las llanuras y los arrozales de los campos.
Monzón.
La otra cara de la moneda de un Monzón estancado es un déficit de precipitaciones en otras partes del sur de Asia. Los datos muestran precipitaciones inferiores a la media en junio en todo el norte y centro de la India, y Odisha recibió un 37 % menos de lluvia que la media. El norte de la India ya enfrenta enormes pérdidas en la agricultura, los medios de subsistencia y la ecología debido a las olas de calor masivas y los incendios forestales en 2022 hasta ahora.
India tuvo que imponer una prohibición a las exportaciones de trigo este año después de que el aumento de las temperaturas destruyera una cantidad sustancial de la cosecha en pie durante la temporada de cosecha. Esto provocó un aleteo en los mercados mundiales de trigo.
Desde siempre esta región ante la falta de lluvias recurrió a las aguas subterránea. Pero por sobre explotación, las perforaciones tienen que pasar los 1000 metros de profundidad.
China se adelantó.
Los chinos si creen en el cambio climático y tienen más de 60 proyectos de reserva de agua, túneles, sobre todo en el Tíbet. Pero esto repercute en el sudeste asiático. Las represas en el Mekong, en China y Laos, disminuyen el caudal y afectan la llegada del limo, como el Nilo, actúa de fertilizante natural. Los lugares más afectados son Camboya y el delta del rio Mekong en Viet Nam el provee 2 tercios de la producción del arroz de ese país.
Esto ya paso.
Aunque le echemos al Cambio Climático y al Antropoceno, los historiadores y científicos, estos problemas se repiten cíclicamente. El Imperio Mogol comenzó a desintegrarse "durante una gran sequía" y las muestras geológicas muestran que estas condiciones se dan aleatoriamente desde hace miles de años y Homo Sapiens sobrevivió a ellas. Claro eran algunos miles de humanos, no millones de humanos.
El resto del mundo, también sufre sequias.
La escasez de agua dulce, el estudio plantea como principales causas de este fenómeno el aumento de la poblaciòn mundial y el cambio climático.
Escasez de agua dulce EE.UU. tiene 204 cuencas que abastecen al país de agua dulce. De ellas, 96 no estarían en condiciones de cumplir con el suministro habitual a partir de 2071, revela un estudio de la publicación Earth's Future . Este señala como principal causa de la escasez al cambio climático y el aumento de la población.
Cada vez habrá menos agua potable
«Muchos estados de EE.UU. tendrán menos agua con el tiempo», explico Thomas Brown, investigador del Servicio Forestal de EE.UU. y uno de los líderes del trabajo. A su juicio, las cuencas más afectadas serán las del centro y el sur de las Grandes Llanuras, el sudoeste y el centro de la región de las Montañas Rocosas, California, algunas zonas del sur, como Florida, y el medio oeste
La escasez de agua dulce el agravamiento de la sequía que sucederá dentro de poco más de cinco décadas. Estará vinculado con la creciente demanda de una población en aumento y con el cambio climático. Que originará una mayor evaporación y menos precipitaciones en algunos estados. Incluso, el aumento de la temperatura anulará el efecto de mayores lluvias que se prevé que haya en otras regiones.
Según los modelos que proyectaron, 83, 92 y 96 cuencas podrían sufrir escasez de agua dulce en sus niveles mensuales en los períodos 2021-2045, 2046-2070 y 2071-2095 respectivamente.
¿Cómo revertir la situación?
Para revertir esta situación, explicaron, es necesario modificar las costumbres en cuanto al uso de agua. Fundamentalmente en la agricultura, responsable del 75 % del consumo anual en EE.UU., y en la industria.
Por eso, Brown y su equipo aseguraron que se debe reformular la manera en la que se utiliza el recurso y aumentar la eficiencia en su uso
Un problema repetido
El estudio sobre el futuro del agua en EE.UU. se suma a otros que ya advirtieron sobre la situación a nivel global. Expertos de la NASA explicaron que entre 2003 y 2013 fue extraída más de la que logró recuperar. La mayoría de los acuíferos subterráneos más grandes del mundo, que suministran el 35 % de la utilizada en todo el mundo. «La situación es bastante crítica», afirmaron
Otro informe detalla que esos acuíferos «tardan muchísimo más en responder al cambio climático que el agua en la superficie». «La mitad de las corrientes subterráneas del planeta responden dentro de una escala de tiempo humana de 100 años». Señaló el profesor de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) Mark Cuthbert.
La escasez de agua dulce, por lo tanto, definió a ese «largo legado» como «una bomba del tiempo medioambiental», ya que cualquier impacto en su reposición, que depende de las lluvias, se manifestará «mucho tiempo más tarde».
El Banco Mundial y la UNESCO encienden las alarmas
El Banco Mundial también aborda el tema en su informe 'Cambio climático, Agua y Economía', de 2016, que señaló que para el 2050. La disponibilidad de agua potable será de un tercio de la actual, por lo que agregó que la escasez tendrá graves repercusiones en la economía.
La escasez de agua dulce por su parte, el Informe Mundial de Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos de la Unesco. También advierte que para 2050, 5.700 millones de personas. Cerca de dos tercios de la población mundial- sufrirán sequías. Superando a los 3.600 millones que padecen el problema en la actualidad.
El estudio aseguró que el crecimiento de la población, los cambios en el consumo y el desarrollo económico hacen que la demanda mundial aumente y se profundice la escasez de agua dulce en un 1 % cada año.
"La verdad no existe, existen sólo los hechos la verdad la imponen los grandes medios y el poder detrás de ellos en la sombra".
Michael Mansilla
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