Western Togoland: Un Conflicto que replantea las fronteras coloniales africanas.

Michael Mansilla

30.12.2024

Western Togoland, una región ubicada al este de Ghana, ha sido foco de controversias políticas y tensiones separatistas durante décadas. Su historia se remonta al período colonial y el trazado arbitrario de las fronteras africanas.

Esto también plantea preguntas más amplias sobre las fronteras heredadas del colonialismo en África y la capacidad de los estados poscoloniales de administrarlas.

Desde la llegada de la descolonización tras la Segunda Guerra Mundial, los conflictos secesionistas han sido la principal causa de guerras civiles en todo el mundo. 

El marco de África para gestionar esas reivindicaciones y demandas de autodeterminación se basa en los principios del artículo 2 de la Resolución 16 de la Declaración de El Cairo de 1964 de la Organización de la Unidad Africana. Los Estados africanos se comprometieron a "respetar las fronteras existentes en el momento de alcanzar su independencia nacional", lo que significa que todas las fronteras se consideran inviolables. Desde la independencia, este es uno de los pocos principios que todos los países africanos suscriben resueltamente.

Aunque en África han surgido numerosos movimientos secesionistas, como en, Biafra y Casamance, Katanga, solo dos países han logrado la independencia total desde que terminó el proceso de descolonización: Eritrea en 1993 y Sudán del Sur en 2011. La Organización de la Unidad Africana (predecesora de la Unión Africana) decidió en 1963 mantener las fronteras coloniales tal como habían sido establecidas para evitar posibles conflictos fronterizos.

Sin embargo, los movimientos secesionistas han persistido en África, con raíces económicas, culturales e históricas. En los últimos años, hemos sido testigos de un reavivamiento de este tipo de conflictos con la guerra en Tigray, la escalada del conflicto en el Camerún anglófono y la ruptura del alto el fuego en el Sáhara Occidental. Aunque los medios de comunicación le han prestado poca atención, un viejo movimiento secesionista también ha resurgido en el corazón de Ghana. El conflicto secesionista de Western Togoland ,Ghana tiene sus raíces en un sistema que pretendía promover la paz.

Las raíces del movimiento separatista. 

Tras la Primera Guerra Mundial, las potencias vencedoras se repartieron las colonias africanas de una Alemania Imperial derrotada, incluido el pequeño protectorado de Togolandia. La mitad occidental del territorio fue entregada a los británicos, que lo unificaron con la Costa de Oro (actual Ghana), mientras que la mitad oriental pasó a ser el Togo francés. Esta partición artificial fue rechazada por el pueblo ewe, que quedó dividido en tres territorios diferentes.

El movimiento independentista se remonta, cuando organizaciones dominadas por los Ewe, como el Congreso de Togo, hicieron campaña por la unificación del pueblo ewe en el Togo británico y el Togo francés. Más recientemente, grupos como el Homeland Study Group Fundación (HSGF) que mantiene su apoyo a la no violencia y es miembro de la Unrepresented Nations and Peoples Organización, (UNPO) han abogado por la independencia del oeste de Togo

Desde la unificación de Western Togoland con Ghana, el descontento ha ido creciendo. Los Ewe, un grupo étnico predominante en la región, consideran que la unión ignoró sus aspiraciones culturales y políticas.

En noviembre de 2019, la Homeland Study Group Fundación declaró la independencia de "Togolandia Occidental". Su llamamiento era a la secesión de la región ghanesa del Volta y de partes de las regiones del norte y del Alto Oriente. Esta demanda, que en un principio fue pacífica, desembocó en violencia en septiembre de 2020 con el surgimiento del Frente de Restauración de Togolandia Occidental.

La WTRF (Western Togoland Restoration Front). En 2020, fue la primera de las organizaciones armadas en rebelarse contra el gobierno ghanés.  emergió como la principal organización separatista, declarando en varias ocasiones su intención de buscar la independencia de Western Togoland. En 2020, el (WTRF) toma un enfoque más agresivo, bloqueando carreteras, atacando instalaciones policiales y declarando unilateralmente la independencia de la región.

El 1 de septiembre de 2020, el Frente de Restauración del Togo Occidental declaró la soberanía del Togo Occidental. Tras la declaración, se colocaron varios carteles en todo el antiguo Togo británico dando la bienvenida a la gente al "Togo Occidental". Llevó a cabo una declaración unilateral de independencia para un estado soberano del Togo Occidental. Los miembros del movimiento independentista bloquearon carreteras, atacaron comisarías y saquearon depósitos de armas. Su líder, Togbe Yesu Kwabla Edudzi, instó a las fuerzas de seguridad ghanesas a abandonar el territorio. Los disturbios se saldaron con numerosas detenciones, varios heridos y un muerto. Pero el WTRF tiene la facilidad de desaparecer despues de un ataque tras las fronteras de la Republica Togolesa, quien suministra provisiones, armas y es base desde donde incursionan en Ghana. Togo lo desmiente

Fideicomiso de la ONU.

Antes de la independencia de Ghana en 1957, las Naciones Unidas supervisaban el Togo británico y el francés a través del Sistema Internacional de Administración Fiduciaria. Este sistema fue creado para administrar y supervisar ciertos territorios. Su objetivo era promover el desarrollo hacia la independencia y mantener la paz y la seguridad internacionales.

Una historia de desconfianza.

En general, se supone que la intervención internacional de las Naciones Unidas debe ofrecer una solución pacífica, no la perpetuación de los conflictos. Sin embargo, la investigación histórica que utiliza archivos coloniales y documentos de las Naciones Unidas apunta precisamente a ese patrón. Un número significativo de los 11 antiguos territorios en fideicomiso de las Naciones Unidas en diversas partes del mundo experimentaron alguna forma de conflicto secesionista.

El sistema de administración fiduciaria de las Naciones Unidas no fue en modo alguno un espacio para una diplomacia tranquila, sino que implicó más bien un proceso de negociación políticamente acalorado entre las Naciones Unidas, sus administradores y las élites nacionales.

Esta partición artificial fue rechazada por el pueblo Ewe, que quedó dividido en tres territorios diferentes. Sin embargo, la unión con la Costa de Oro fue ratificada en un referéndum en 1956 y seguida por la creación del estado independiente federal de Ghana en 1957. Aunque la opción de unificarse con Ghana ganó con el 58 por ciento de los votos, en la actualidad se reconoce que fue un fraude. El plebiscito se realizó en pocos centros de votación y solo en algunas localidades urbanas. Todos los archivos originales se extraviaron. Las tribus del interior solo se enteraron, cuando funcionarios retiraron las banderas del Togo Británico por la de un nuevo país llamado Ghana.

Ghana fue creada como una federación que unía la colonia británica de Costa Oro, el protectorado de Ashanti, los Territorios del Norte y Togolandia Británica. Se unificaron como un solo país dentro de la Mancomunidad Británica. Una mezcolanza no solo étnica, también religiosa:  cristianismo, islamismo y vudú.

Los Ewe rechazaron esta decisión, que consolidaba la división de su pueblo, cuyo territorio se extendía desde Notsé hasta la margen derecha del rio Volta. Esta división alimentó posteriormente tensiones periódicas entre Ghana y Togo.

Tras la unificación, el gobierno ghanés dividió el territorio en varias regiones. El oeste de Togo hoy corresponde en su mayor parte a la región de Volta y algunos territorios de las regiones del norte, el este y el oeste, 6 regiones administrativas actualmente. Mientras que el presidente ghanés Kwame Nkrumah abogó por la integración de Togo como séptima región de Ghana, el gobierno togolés se posicionó en contra de la división de Togo y del pueblo ewe. El entonces presidente togolés Sylvanus Olympio propuso lo contrario la reunificación de Western Togoland con la Republica Togolesa. Esta cuestión creó fuertes tensiones entre ambos países, que se aliviaron tras el asesinato y golpe de estado de Olympio en 1963.

Pero la democracia duro muy poco. El presidente Kwame Nkrumah  convirtió su país en un régimen autoritario, de partido único, elimino las autonomías locales, reprimió a la oposición política. Durante las siguientes décadas el país paso de un dictador a otro hasta 1992 que comenzó un periodo democrático.

Western Togoland.

La Rebelión del Togo Occidental es una revuelta separatista en curso liderada por la organización nacionalista Ewe Frente de Restauración del Togo Occidental (WTRF) contra el gobierno de Ghana. El grupo busca la independencia del antiguo Togo británico y una posible reunificación con hermana Republica Togolesa.

Existen dos formaciones principales Homeland Study Group Fundación, movimiento secesionista tiene una conformación civil y el Frente de Restauración del Togo Occidental (WTRF) la facción militar. Recientemente comenzó a actuar otro grupo armado el Movimiento de Liberación de Eweland, direccionado hacia la etnia tribal Ewe.

Factores económicos y geopolíticos.

Más allá de las tensiones culturales y políticas, Western Togoland posee un gran valor económico. La región alberga parte de la Cuenca Voltaica, un área rica en recursos naturales como petróleo y gas. Desde 2007, Ghana ha aumentado su exploración y producción de petróleo, y el control de Western Togoland es visto como crucial para la estabilidad económica del país.

Esto ha añadido una capa económica al conflicto, con el gobierno ghanés decidido a mantener la región bajo su jurisdicción. Sin olvidar que la región ocupa la margen derecha del gigantesco lago Volta, resultado una represa. la de Akosombo es una presa hidroeléctrica en el río Volta, situada en el sudeste de Ghana. Tiene 660 m de largo y 114 de alto. Debido a su construcción se formó el lago Volta, el embalse con más superficie de agua del mundo. Exporta energía ha Togo, Benín y Burkina Faso. Lamentablemente es muy susceptivo a las sequias periódicas.

Además, la ubicación estratégica de Western Togoland, fronteriza con Togo, amplifica la importancia del territorio. La región es vital para el comercio transfronterizo y para las ambiciones de integración económica regional de Ghana.

En Western Togoland viven unos 4 millones de personas. Entre los idiomas que se hablan se encuentran el inglés, el francés, el ewe , el dangme , el avatime y varios otros. Las principales religiones son el cristianismo, el islam y el vudú. La mayoría de los habitantes de esta región son de etnia Ewe el 56% y constituyen la mayor parte del apoyo al movimiento independentista y habitan principalmente en la parte sur y del centro. EL centro-norte del Togo Occidental, donde hay menos presencia de ewe, el apoyo a la independencia es mucho más limitado. El norte ya se encuentra en la franja del Sahel, es musulmana y tiene sus propios conflictos con movimientos armados islámicos.

La entidad política de Western Togoland, ya no existe y ha sido dividida en 6 regiones con escasa autonomía: los grupos separatista se limitan a las del Volta y Oti, regiones de tribus ewe.

La rebelión de Western Togoland tiene pocas perspectivas de lograr algo.

Desde 1982, Togo está incluida en el listado de la Organización de las Naciones Unidas de los Países menos desarrollados (PMD). Mientras que el Fondo Monetario Internacional la incluye dentro de su listado de los 69 países de bajos ingresos (Low-income countries). De acuerdo a los datos del Banco Mundial el PIB per cápita de Togo es de apenas $973.2 USD y cerca del 28.1% de la población viven con menos de $2.15 USD al día, lo que lo coloca como uno de los países más pobres del mundo. Togo basa su modelo en agricultura y exportación de minerales en bruto. Su esperanza de vida es de solo 58 años al nacer. Es una dictadura militar desde casi su independencia. El país depende para equilibrar el presupuesto de los prestamos chinos. Básicamente depende en todos los aspectos de China, incluso circula el yuan como moneda.

Ghana es una república con un sistema presidencialista, caracterizada por ser una de las democracias más robustas del África subsahariana. La constitución actual entró en vigor el 7 de enero de 1993, y es un estado democrático multipartidista y económicamente más desarrollado, con industrias locales y exportación de minerales. El ingreso nominal de un ghanés es de 2. 200.dolares.

Migración y Cambio climático.

Como el resto de países de África Occidental, las regiones del norte que conforman el cinturón del Sahel sufren una sequía crónica y actividades de grupos yihadistas. Esto ha provocado la emigración a las costas del sur. En la práctica otros grupos tribales convivan con los Ewe, llevando a una integración inter étnica, dejando las costumbres y la lengua. Además, la población de etnia Ewe solo ha aumentado, por la migración desde la Republica Togolesa como refugiados políticos y económicos.

El gobierno ghanés promueve el uso del inglés en los centros educativos. Hoy el inglés es la lengua madre del 39.9% de la población ghanesa. También cumple la función de lengua franca y lengua de los negocios.

El movimiento nacionalista Ewe tiene más de romántico que de realista.

Respuesta del gobierno y desafíos actuales.

El gobierno de Ghana ha respondido con mano dura. Desde 2020, ha desplegado fuerzas militares en la región y ha arrestado a varios líderes separatistas. Las autoridades han intentado sofocar cualquier insurgencia armada, describiendo a los grupos separatistas como una amenaza a la seguridad nacional. Sin embargo, los activistas locales afirman que estas medidas han profundizado la sensación de marginalización y han aumentado el apoyo a la causa separatista.

Aunque la UA suele considerar que situaciones como la del conflicto en el oeste de Togo son un problema interno, estas crisis amenazan la estabilidad de los Estados y de sus vecinos. Los organismos regionales y la UA deben mantener estas cuestiones en su punto de mira desde una perspectiva de alerta temprana.

A pesar de estos esfuerzos, el movimiento sigue activo, aunque fragmentado. La percepción de injusticia, combinada con una falta de diálogo significativo entre el gobierno y las comunidades locales, ha perpetuado el conflicto.  Los informes de actividades clandestinas, como el contrabando de armas, sugieren que podría haber una escalada en el futuro si no se encuentra una solución.

El resurgimiento de la cuestión en 2020, junto con crisis como la del conflicto de Ambazonia en Camerún, muestran el fracaso de los gobiernos y de la UA a la hora de gestionar el problema. También demuestran que las tendencias secesionistas, a menos que se las aborde adecuadamente, no pueden ignorarse.

En comparación con otras regiones del mundo, África ha experimentado menos intentos de secesión.

Sin embargo, la aceptación de la libre determinación en Sudán del Sur en 2011 sugiere que existen excepciones establecidas a la inviolabilidad de las fronteras coloniales. En su 16ª cumbre de 2011, la UA declaró que Sudán del Sur era una excepción y que no "ponía en tela de juicio el principio sacrosanto del respeto de las fronteras heredado al acceder los países africanos a la independencia".

Si bien la UA acepta que existen excepciones, debería aclarar cuáles son los requisitos para esos casos. Esto brindará a los territorios que estén considerando una separación pacífica un marco para la interacción. A falta de esa orientación, las secesiones en África generalmente han sido militarizadas, con consecuencias nefastas para la seguridad humana.

Las demandas separatistas sugieren que las relaciones entre los grupos son desiguales y que la gestión de las secesiones es, por lo tanto, una cuestión de gobernanza. El auge de los movimientos secesionistas puede indicar una crisis subyacente de legitimidad vinculada a los déficits de gobernanza, la distribución desigual de los recursos y la representación política desigual de los grupos marginados. El antídoto es la buena gobernanza, en lugar del uso de las fuerzas armadas.

Los sucesivos gobiernos de Ghana desde su independencia se han enfrentado a distintos matices de la misma crisis.

Los miembros de la oposición ghanesa han hecho hincapié en el trasfondo político del estallido secesionista antes de las elecciones de diciembre de 2020. El gobierno de Ghana ha declarado su intención de aplastar el movimiento separatista. Este enfoque rara vez funciona y solo ofrece una solución temporal. La represión también puede hacer que la crisis regrese de una forma más sofisticada.

No se puede exagerar la importancia de las cuestiones fronterizas en África, que suelen ser la base de los llamamientos secesionistas. El proyecto fronterizo de la UA no ha recibido suficiente atención en el proceso de reforma en curso de la institución, pero debería ser una parte importante de las estructuras reformadas de la Comisión de la UA.

El futuro de Western Togoland

La situación en Western Togoland subraya la complejidad de los movimientos separatistas en África. Con raíces en disputas históricas y agravada por factores económicos, la lucha por la independencia de esta región representa un desafío significativo para la estabilidad de Ghana.

En la práctica el movimiento unionista con la vecina República Togolesa, una dictadura militar y un país entre los más pobres del mundo no son atractiva.

El camino sencillo hacia una resolución sostenible requiere abordar las preocupaciones legítimas de los habitantes de Western Togoland, incluidas las demandas de mayor autonomía y representación política. Sin un diálogo inclusivo y medidas que aborden las desigualdades económicas y sociales, el riesgo de una escalada del conflicto persiste.

 

Michael Mansilla

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2024-12-30T10:11:00

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