Kush: Nos fumamos al abuelo

Michael Mansillla

16.09.2024

En África Occidental, donde la pobreza extrema limita el acceso a drogas clásicas como la heroína, la cocaína. Pero siempre surge una idea para exprimirle a aquellos que tienen nada. Una droga devastadora: el "Kush", una metapolidroga que mezcla sustancias agrícolas, opioides y, sorprendentemente, huesos humanos triturados.

El surgimiento de una nueva amenaza.

El Kush está causando estragos en África Occidental, especialmente entre hombres de 15 a 50 años. Se estima que esta droga mata a una docena de personas por semana. Sus efectos son perturbadores: los consumidores caen dormidos mientras caminan, se golpean contra superficies duras o incluso se desplazan hacia el tráfico vehicular en movimiento.

El término "Kush" es usado para referirse a una mezcla cambiante de sustancias químicas que se rocían sobre materia vegetal, generalmente cannabis o tabaco, y luego se fuma. En África Occidental, esta peligrosa mezcla incluye cannabis, fentanilo, ketamina, nicotina, tramadol, formaldehído y huesos triturados de cadáveres humanos.

Los ingredientes de una mezcla mortal.

Cada componente de esta droga produce efectos distintos y, en combinación, su peligrosidad aumenta exponencialmente:

Cannabis: Dependiendo de su variedad, potencia y cantidad, provoca desde euforia hasta un estado alterado de conciencia.

Fentanilo: Un opioide sintético extremadamente potente que causa euforia, confusión y somnolencia, siendo además altamente adictivo.

Tramadol: Otro opioide que, menos potente que el fentanilo. El fentanilo (100 mg de tramadol tienen el mismo efecto que 10 mg de morfina), provoca somnolencia y una sensación de "desconexión" con el entorno. Ambas sustancias son tremendamente adictivas.

Ketamina: Un anestésico de uso veterinario, con propiedades alucinógenas, fácil de adquirir, su uso continuado produce lesiones a nivel cerebral.

Formaldehído: Un químico utilizado para la preservación de cadáveres que, si se inhala al ser fumado, puede causar graves alucinaciones.

Los proveedores.

El cannabis se cultiva ampliamente en África, mientras que una parte del fentanilo y el tramadol proviene de importaciones legales de China e India, para luego desaparecer en la corrupción generalizada. Otra parte se fabrica en laboratorios clandestinos esparcidos por media Asia, y la droga se envía ilegalmente a África occidental. También se constata la presencia de formaldehído, un químico usado principalmente en funerarias para la conservación de cadáveres. El contacto directo con este químico puede ser mortal, y si se fuma puede provocar alucinaciones

Huesitos de finados.

Uno de los ingredientes más impactantes es la inclusión de huesos humanos triturados. Aunque las teorías sobre su propósito varían al parecer es la suposición de que los huesos de fallecidos que consumían drogas podrían contener residuos de sustancias. Sin embargo, esto es improbable pero verdadero a la misma vez:  el contenido de drogas que se deposita en los huesos es ínfimo y los opioides como el fentanilo y el tramadol se degradan rápidamente después de la muerte. Pero el formaldehido si se mantiene en el cadáver por mucho tiempo.

El formaldehido tiene otra función poco conocida: Pequeñas cantidades de formaldehído se utilizan (o utilizaban) también como ignifugo en la combustión incompleta de diversos materiales orgánicos como también en algunos inorgánicos como los plásticos y los polímeros. Principalmente en muebles, sofás, cortinas algunas prendas de vestimenta sintética. Se comenzaron a usar en los mobiliarios para prevenir incendios causados por cigarrillos. Se dejo de usar ya que es un elemento cancerígeno.

Él químico se encuentra concentraciones importantes en el humo del Kush .El Kush podría ser rociado con formaldehído para que el porro se queme lentamente y de paso causar alucinaciones. Es más probable que esta práctica de usar huesos humanos esté vinculada a antiguas creencias espirituales, sugiriendo que fumar los huesos de los muertos podría otorgar parte de su fuerza vital. Pero...

Pero sí; los huesos de muertos pueden contener por bastante tiempo el formaldehido y el porro de Kush contiene un "derivado" más manejable del formaldehido. Se los dejo al final.

La mezcla de estas sustancias es realizada por bandas criminales locales, pero las drogas que la componen tienen orígenes internacionales, facilitados sin duda por Internet y las comunicaciones digitales. El Kush se ha extendido desde Sierra Leona hacia el norte Senegal y Benín al sur, aprovechando las porosas fronteras terrestres que facilitan el tráfico de drogas.

¿Dónde y por qué comenzó todo?

Liberia es uno de los países más afectados por esta droga. El desempleo juvenil, junto con el trauma no tratado de la guerra civil de los años 90, ha creado un terreno fértil para la expansión de la adicción. Se estima que 3.4 millones de personas en Liberia sufren trastorno de estrés postraumático, un factor que ha impulsado el consumo de drogas como el Kush.

En Sierra Leona el Hospital Universitario ofrece tratamientos de aislamiento, que duran entre tres y seis semanas, y medicamentos antipsicóticos para ayudar a los pacientes a abandonar su adicción. Pero es el único centro de este tipo en Sierra Leona. De hecho, según la OMS, solo hay cinco psiquiatras para un todo un país con una población de 8,4 millones de personas, lo que hace imposible abordar la creciente epidemia.

La limitada infraestructura sanitaria y la falta de recursos han dejado a muchos sin opciones para tratar sus problemas de salud mental.

De hecho, en 2023, Liberia solo se destinaron 20.000 dólares Esta financiación se canalizó al Hospital de Salud Mental ES Grant, en Monrovia.

La medicación-antipsicóticos, metadona-debe comprarse.La atención de salud mental en el país, recursos insuficientes para una población de millones de personas.

En la mayor parte de África no existe un sistema de sanidad pública adecuado. El que tiene dinero puede pagar un médico, mientras que los más pobres dependen de ONGs como la OMS, Cruz Roja o Médicos Sin Fronteras.

¿Cómo se consume?

El Kush es barato, apenas cuesta unos 20 centavos de dólar por porro, lo que lo convierte en una opción asequible para personas de bajos recursos. Un solo porro puede ser compartido por dos o tres personas, aunque el consumo puede alcanzar hasta los 40 porros diarios, lo que supone un gasto considerable en una región donde la renta anual per cápita ronda los 600 dólares.

El Kush también es utilizado para aliviar el dolor provocado por las duras y pesadas condiciones laborales que afectan a las articulaciones y la columna vertebral. Recordemos que contiene dos opioides sintéticos para el dolor (tramadol y fentanilo), además de ketamina, una droga de uso veterinario.

El Kush se ha se expandió desde Sierra Leona hasta Senegal, al norte, y hasta Benín. Las fronteras terrestres porosas facilitan el tráfico de drogas. Pero los servicios de seguridad internacionales, afirman que el puerto de Freetown es el lugar donde ingresa la mayor parte de las sustancias en connivencia con funcionarios corruptos.

El peligro de la droga es doble: el riesgo de autolesión para el consumidor y su carácter altamente adictivo. Otro problema es la necesidad de financiar la siguiente dosis, que a menudo se consigue a través de la prostitución o la delincuencia.

Mohamed, en Sierra Leona, dijo haber dejado su trabajo, retirado sus ahorros del banco, vendido su propiedad y abandonado a su familia para satisfacer su adicción al Kush.

Uniéndose a las filas de las poli-drogas existentes.

El Kush es solo otro ejemplo de las poli-drogas que los científicos forenses están descubriendo cada vez más. Otra droga basada en tabaco y cannabis, la "nyaope" o "whoonga", se encuentra en Sudáfrica. Esta mezcla combina tabaco, cannabis, heroína y medicamentos antirretrovirales utilizados para tratar el SIDA, algunos de los cuales son alucinógenos.

Otra droga polivalente, la "pipa blanca", una mezcla de metacualona (Mandrax), cannabis y tabaco. Estas drogas son baratas y permiten a los usuarios escapar del desempleo, la miseria, el abuso sexual y físico, y, en algunos casos, las secuelas de haber sido niño soldado.

Donde hay drogas, hay narcos peleando por territorio.

No hay datos oficiales sobre las muertes relacionadas con la droga en Sierra Leona, se estima en 12 por semana, pero si el de pandilleros asesinados en la lucha por territorio en la capital, Freetown.

El atardecer es la hora de las brujas. Comienzan los tiroteos en los barrios periféricos.

Los "ajustes de cuenta" no son siempre utilizando armas de fuego. Las bandas quieren dejar un mensaje de terror. Por lo general las muertes se dan utilizando un machete, colocando un neumático alrededor de la víctima para inmovilizarlo y luego quemarlo, utilizando gasolina, mientras aun esta consiente.

Droga zombi.

Además de intentar combatir a los narcos, la policía de Sierra Leona, tiene un trabajo muy ingrato: se encarga de retirar cadáveres de las calles y barrios marginales.

Un efecto no tan inesperado del Kush es la catalepsia. Los consumidores parecen muertos, incluso con signos de descomposición, pero están conscientes y solo pueden mover los ojos. El Kush es, auténticamente, una droga "zombi". Sierra Leona, tomo medidas al respeto. La muerte debe ser certificada por un forense. Que el muerto este muerto, verdaderamente muerto.Si nadie viene a reclamar el cuerpo, se lo manda a una fosa común.

El enigma del formaldehido. Del humo del kush no sale propiamente el formaldehido. Se trata de un derivado, la fenciclidina. El líquido es producto de rociar o sumergir en una mezcla formaldehído, metanol, etanol (alcohol etílico al 40%) y otros solventes, conocido como PCP. La materia vegetal, de marihuana o tabaco, se sumergen en PCP (fenciclidina) luego se secan. Provoca agitación, delirios e irracionalidad en los consumidores, produce un efecto alucinógeno y hace que el cigarrillo se queme más lentamente, lo que puede resultar en un estado de euforia prolongado. También se lo encuentra como pegamento de zapatero.

Si el formaldehido se puede encontrar en los huesos del difunto.

Sí, el formaldehído, que es un compuesto químico comúnmente utilizado en el proceso de embalsamamiento, puede permanecer en el cuerpo del difunto durante un largo tiempo. El formaldehído se utiliza para preservar el cuerpo, retardando la descomposición al matar bacterias y otros microorganismos que contribuyen a ese proceso. Una vez inyectado en los tejidos del cuerpo, el formaldehído se enlaza con las proteínas, lo que hace que los tejidos y huesos se vuelvan más resistentes a la descomposición.

Aunque con el tiempo el formaldehído puede degradarse o evaporarse lentamente, su efecto preservativo puede durar semanas, meses o incluso años, dependiendo de las condiciones ambientales, la cantidad utilizada y otros factores. Sin embargo, eventualmente el cuerpo comenzará a descomponerse, aunque a un ritmo más lento que si no se hubiera utilizado.

Conclusión.

El impacto de estas drogas, accesibles y devastadoras, está generando una crisis de salud pública en el continente, agravada por la pobreza, el desempleo y la falta de atención sanitaria adecuada.

El Kush es una manifestación más de la desesperación y la pobreza que atraviesa África Occidental. Con ingredientes mortales y efectos devastadores, esta droga representa un problema de salud pública alarmante. Sin una intervención significativa por parte de los gobiernos y la comunidad internacional, la crisis del Kush y otras poli drogas seguirá cobrando vidas y destrozando comunidades en toda la región.

Lo que me dio preocupación es lo sencillo del proceso y la disponibilidad de estos medicamentos o químicos se encuentran en el mercado. Incluido el fentanilo que ya se encuentra en los países cercanos y pronto llegara a Uruguay.

 

Michael Mansilla
michaelmansillauypress@gmail.com
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2024-09-16T22:27:00

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