Crónica de una visita largamente demorada

Ope Pasquet

23.08.2013

En la tarde de ayer, jueves 22, el ministro de Relaciones Exteriores Luis Almagro asistió a la sesión de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, acompañado por el Subsecretario de la cartera, Luis Porto, y un multitudinario grupo de altos funcionarios y asesores; eran muchos más los distinguidos visitantes, que los senadores que integran la comisión.

La invitación al ministro había sido cursada en los primeros días de mayo; pasaron más de tres meses y medio antes de que la aceptara. Estas demoras en la concurrencia de los ministros a las comisiones legislativas (el canciller no es el único que se hace esperar), es -dicho sea de paso- uno de los factores que explican los llamados a Sala en el plenario, que deben concretarse en plazos razonables (quince días para las interpelaciones).

En primer lugar se le pidió al ministro que informara acerca de asuntos propios de la relación bilateral con la República Argentina: la vieja cuestión de las autorizaciones pendientes para la construcción de dos terminales en el puerto de Nueva Palmira, y la apertura de un nuevo canal lateral en el Río de la Plata por parte del país vecino, según información difundida por don Emilio Cazalá, en la tradicional página de noticias marítimas de El País de los lunes.

Sobre el primer tema, el ministro reconoció que Uruguay todavía no aportó la información necesaria -necesaria según el artículo 7 del Estatuto del río Uruguay- para que Argentina diga si se opone o no a la realización de las obras. No fue una primicia; Almagro ya lo había admitido (entonces sí, sorprendiendo a todos) en una entrevista de Emiliano Cotelo, a fines de abril (por eso, precisamente, se lo había invitado a la Comisión del Senado a principios de mayo). Resulta que los proyectos para la construcción de las terminales en Nueva Palmira fueron presentados a las autoridades uruguayas en el año 2007; en el 2013, esas autoridades todavía no terminaron de reunir la información que se debe suministrar a nuestros condóminos en el río Uruguay, para cumplir con el respectivo Estatuto. Durante todos estos años,  creímos que Argentina demoraba capciosamente su pronunciamiento, probablemente como consecuencia del diferendo por la construcción de la planta de celulosa de Botnia-UPM en Fray Bentos. En el 2013 supimos que no es así: Argentina no se ha pronunciado, porque Uruguay no le ha proporcionado toda la información necesaria para que lo haga.

La información que falta, explicó el canciller, atañe al impacto que pudieran tener las obras proyectadas sobre la seguridad de la navegación. Para estudiar con rigor técnico el punto, se necesita un simulador y el correspondiente software. Uruguay no tiene el simulador, que cuesta U$S 34.000. Desde principios de año, cuando se advirtió la carencia señalada, se dispuso la adquisición del aparato, pero todavía no concluyeron los procedimientos administrativos pertinentes. Por lo tanto, falta comprar el simulador, hacer los estudios y, si los resultados son satisfactorios, entregar la información a la parte argentina para dar cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 7 del Estatuto del río Uruguay...¿Qué dirán los inversores, que presentaron sus proyectos en el año 2007? Que no se enoje el oficialismo, cuando se le dice que tiene serios problemas de gestión. A la vista está.

Sobre la apertura de un nuevo canal en el Río de la Plata por parte de Argentina, se le preguntó al ministro si Uruguay había prestado efectivamente su consentimiento en el año 2006, como lo afirma la resolución de las autoridades argentinas que dispone la ejecución del proyecto.  El ministro formuló varias consideraciones fuera de la versión taquigráfica de la sesión y añadió que el tema se discutirá en próximas sesiones de la Comisión Administradora del Río de la Plata, comprometiéndose a suministrar oportunamente la información correspondiente a la Comisión del Senado. Por ahora, en atención a la naturaleza del asunto, reservamos nuestros comentarios.

El Subsecretario Porto brindó un largo informe acerca de los avances que se están registrando en todos los planos de las relaciones con Brasil. Su exposición tuvo un tono marcadamente positivo y optimista; no generó comentarios, porque la atención de la comisión estaba puesta, notoriamente, en los asuntos platenses.

Sobre la plataforma continental: en estos días comparece nuevamente Uruguay ante el Subcomité de la ONU que considera el tema, dijo Almagro; cuando concluya esta etapa, se informará. 

Al final de la sesión -que duró unas dos horas- le preguntamos al canciller Almagro su opinión acerca de la compatibilidad entre la "ley de la marihuana", como se la llama, y la Convención Internacional de 1961 sobre estupefacientes. Aquí sí nos sorprendió el ministro: dijo que aún no tiene opinión formada, porque aún no concluyó el tratamiento del proyecto en el Parlamento; y que cuando concluya, se verá...

La comisión del Senado que estudia el asunto no se salteará, seguramente, la consulta a los expertos en Derecho Internacional; si no la hace el Ministerio de Relaciones Exteriores (¡!), alguien tendrá que hacerlo.

Como dice alguna radio: seguiremos informando.

 

Ope Pasquet
2013-08-23T15:19:00

Ope Pasquet