Teléfono descompuesto
Ope Pasquet
14.12.2013
El pasado lunes 30 de setiembre, el diario El Observador publicó una nota referida al gasto de los senadores por uso de las líneas telefónicas del Palacio Legislativo. Según la información oficial obtenida por el periódico (a través de la Ley de Acceso a la Información Pública), a la línea 29248524 instalada en mi despacho correspondió, en los 20 meses que van de enero 2012 a agosto 2013 (ambos inclusive), un gasto de $230.653 (IVA incluido).
Yo había tomado conocimiento de la información referida una semana antes de que fuera publicada. El lunes 23 de setiembre el secretario del Senado me había comunicado que un periodista había solicitado esos datos y me adelantó los que me concernían. Al día siguiente envié nota al presidente del Senado, Cr. Astori, pidiéndole que dispusiera una investigación de los hechos, ya que el gasto correspondiente a la línea telefónica mencionada excedía largamente cualquier posibilidad de uso racional de un teléfono en un despacho legislativo.
Desde entonces solicité información a ANTEL -a través del Senado- en varias oportunidades. La última respuesta llegó a mis manos el día cinco de este mes de diciembre. Considero pertinente difundir lo que hasta ahora pude averiguar, y mis comentarios al respecto.
1.- El pasado ocho de octubre recibí, de la Secretaría del Senado, copia de la facturación correspondiente a la línea telefónica de referencia en los dos primeros años del actual período legislativo, es decir, en los años 2010 y 2011. De las facturas surge que en el año 2010 la facturación total fue de $17.837, lo que da un promedio mensual de $1.486, y que en el año 2011 la facturación total fue de $18.802, lo que da un promedio mensual de $1.567. El contraste entre estas cifras y las posteriores, resalta la anormalidad de estas últimas.
2.- La inspección de la línea telefónica en cuestión (para detectar una posible "intervención física" de ella, es decir, el hecho de que alguien se hubiera "colgado" de la línea) fue realizada por funcionarios de ANTEL, asistidos por funcionarios del Poder Legislativo, el día jueves 24 de octubre. Previsiblemente (recuérdese que la noticia se publicó en la prensa el 30 de setiembre), no se encontró ninguna anomalía. Si la hubo, sobró tiempo para eliminarla.
Inmediatamente solicité que la línea y el teléfono fueran removidos de mi despacho, lo que se cumplió el 30 de octubre.
3.- El mismo 24 de octubre recibí el primer informe de ANTEL. De allí surge, entre otros puntos de menor importancia, lo siguiente:
3.1.- El monto total facturado a la línea 29248524 en el período considerado (enero 2012-agosto 2013) fue de $206.632, IVA incluido (no los $230.653 de la información inicial).
3.2.- "A partir del 25 de setiembre, se dejó de registrar tráfico telefónico a otros teléfonos fijos (cómputos) en dicho número". Esto es consecuencia de que, una vez enterado por el secretario del Senado de los hechos en cuestión, dispuse que esa línea dejara de usarse.
3.3.- ANTEL no registra el detalle de llamadas (números de destino y duración) entre teléfonos fijos. "Sin embargo, dado que algunos servicios de telefonía fija se brindan con telefonía inalámbrica (donde no hay cobre), ahí sí se identifican destinos y duración de las llamadas realizadas por el No. 29248524. Esto nos representa una muestra importante del total; en este caso representa el 2% de las llamadas a fijos".
3.4.- Del análisis de las llamadas realizadas a teléfonos inalámbricos, resulta que "son comunicaciones muy breves, de entre 6 y 50 segundos. Cada comunicación de estas representa un cómputo de consumo".
3.5.- Hay una gran dispersión y variedad de los números a los que se llamó. En todo el período de 20 meses hay un total de 913 números diferentes (...)".
4.- El 28 de octubre recibí información de ANTEL con el detalle (fecha, hora, duración y números de destino) de las llamadas realizadas a teléfonos fijos inalámbricos en los doce meses anteriores a la solicitud.
De esa información, así como de la que surge de las facturas, resulta que:
4.1.- La normalidad de la facturación durante los años 2010 y 2011 se mantuvo hasta marzo de 2012 inclusive; fue a partir de abril de ese año que los montos facturados comenzaron a crecer desmesuradamente.
4.2.- En enero de 2013, mes de receso parlamentario durante el cual el despacho permaneció cerrado, ANTEL facturó a la línea 29248524 la suma de $9.740, IVA incluido.
4.3.- En febrero de 2013, también mes de receso, la facturación a esa línea fue de $19.356, IVA incluido.
4.4.- De las 1785 llamadas registradas, la que duró más duró 52 segundos, y fue excepcional. La mayoría de las llamadas duró menos de 30 segundos y hubo muchas que no llegaron siquiera a los diez segundos.
4.5.- Durante los doce meses que cubre la información detallada de ANTEL, se registraron llamadas en 45 de los 52 fines de semana del año, así como en once días feriados que incluyen Carnaval, Semana de Turismo y Navidad.
Esta es la prueba más clara de que ni yo ni quienes trabajan conmigo hicimos estas llamadas. No vamos a trabajar al Palacio Legislativo ni los fines de semana ni los feriados. La entrada de personal al Palacio en esos días requiere una autorización especial y queda registrada, lo que permite corroborar la veracidad de lo afirmado.
4.6.- Las horas de las llamadas también llaman la atención. Tanto en sábados como en domingos hay llamadas hechas después de las nueve de la noche.
5.- El seis de noviembre solicité a ANTEL -siempre por intermedio del Senado- información acerca del nombre de los titulares de los teléfonos destinatarios de las llamadas hechas por la línea 29248524. Recibí la respuesta a mi solicitud el pasado cinco de diciembre.
El listado de esos nombres se compone de varios grupos de nombres ordenados alfabéticamente, tal como se presentan en la guía telefónica, con ocasionales alteraciones del orden que pueden corresponder a cambios en la titularidad de las líneas, hechos con posterioridad a la publicación de la guía.
6.- La cantidad de llamadas hechas casi interrumpidamente durante el extenso lapso considerado, así como la sostenida velocidad necesaria para hacer una sucesión de llamadas de pocos segundos de duración cada una, me llevan a suponer que las llamadas no se hicieron manualmente, sino informáticamente, utilizando la información contenida en la guía telefónica.
7.- Aunque la línea 29248524 dejó de usarse el 24 de setiembre, y aunque la propia ANTEL reconoce que a partir del 25 de setiembre no se registran cómputos por esa línea, ANTEL le facturó $2.961 por el período comprendido entre el 22 de setiembre y el 21 de octubre pasados. Ignoro qué explicación pueda tener esta incongruencia.
8.- Tampoco entiendo por qué ANTEL afirma que no se registran llamadas hechas por la línea 29248524 al número 09091234 (Adinet) en todo el período considerado, siendo que me consta que uno de mis asistentes usaba frecuentemente dicha línea para conectarse a Adinet, a causa de que en los despachos del Palacio Legislativo no hay wi-fi.
9.- Afirmo que ni yo, ni quienes trabajan conmigo, hicimos las llamadas por las cuales fueron facturados montos escandalosos a la línea 29248524. Ello surge con claridad tanto de los días y horas durante los cuales se hicieron muchas de las llamadas en cuestión (reitero que no vamos a trabajar al despacho del Palacio Legislativo los sábados, ni los domingos, ni los feriados), como de la brevísima duración de todas ellas, incompatible con cualquier comunicación útil, como del orden alfabético de los destinatarios de las llamadas, también incongruente con cualquier fin práctico imaginable.
Habiendo agotado los medios de investigación a mi alcance, quedo a la espera de la investigación administrativa en curso en el Senado.
Ope Pasquet
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias