Movimiento internacional por la legalización de las drogas. Un cambio necesario.

Ramiro Zunin

17.01.2025

Cada vez son más las voces que han expresado su convencimiento de que no es posible continuar la guerra contra el comercio de drogas y que la medida más razonable sería la liberación de todo tipo de restricciones al comercio de las mismas.

Las personas a las que me refiero son aquellas que, en forma individual y personal, han dicho explícitamente que estarían a favor de eliminar todas las restricciones legales y/o penales relativas al comercio de las drogas. Las personas mencionadas provienen de cualquier grupo político, religioso o filosófico. Algunas de ellas tienen altos cargos políticos y otras, simplemente, son ciudadanos comunes. Quienes estamos atentos a este tipo de pronunciamientos, observamos que cada vez son más las personas que se animan a expresarse públicamente en este sentido, exponiéndose a las fuertes críticas de parte de la población que, por ahora, no acepta el cambio de concepto con referencia a las drogas.

Lamentablemente, con estas expresiones aisladas de algunas personas que, actualmente, no están organizadas ni expresan una voz colectiva que demuestre cuál es el porcentaje de la población que representan, es casi imposible que algún día se llegue a modificar el concepto que hoy está profundamente arraigado en las legislaciones de la mayoría de los gobiernos que hoy dominan el mundo.

Por otro lado, dada la situación actual del comercio mundial de las drogas y la violencia que subyace en todo el proceso, podemos afirmar que ya no es posible continuar más con esta guerra inútil, que nunca ha sido exitosa y nunca ha cumplido ninguno de sus objetivos. Sólo nos ha traído muertes y todo tipo de crímenes contra la sociedad cuyas consecuencias han sido muy negativas para la gran mayoría de la población mundial.

No sólo se ha perdido dicha guerra por los enormes capitales que mueven los cárteles internacionales que comercian las drogas, sino porque, además, la demanda mundial de esas mercancías es cada vez mayor y no es posible pensar que se pueda encontrar fácilmente otra solución para disminuir dicha demanda.

Hace algunos años, se comenzó, tímidamente, a liberar y regular el mercado del Cannabis, tanto desde el punto de vista medicinal, como del recreativo. En esta nueva concepción, Uruguay ha sido uno de los pioneros.

Por otro lado, hasta ahora, no hemos observado ningún indicio de que se pueda continuar, en un futuro cercano, con la liberación de todas las otras sustancias que se consideran "pesadas".

Con respecto a la situación actual, si analizamos el comercio de drogas alucinógenas y psicotrópicas naturales o sintéticas desde el punto de vista de la demanda, encontramos, en primer lugar, que desde hace miles de años los seres humanos han utilizado estos productos y, en segundo lugar, también hoy sigue existiendo una gran cantidad de personas que continúa consumiéndolos y nada indica que se puedan encontrar medidas que conduzcan a eliminar o disminuir ese consumo.

En cuanto a quiénes son los consumidores de estas sustancias, podemos decir que son personas que optan por ingerir o inyectarse productos que alteran el estado de su conciencia y producen distintos tipos de alucinaciones.

Las razones de la decisión que toman dichas personas son diferentes según la persona, no existiendo, prácticamente, ningún patrón de raza, género o religión, que pueda abarcar la inmensidad de situaciones diferentes de la vida de cada individuo que lo han llevado al consumo de este tipo de productos.

El estudio de dichas circunstancias y su tratamiento es motivo del ámbito médico y debe ser personalizado.

Mientras una persona aún no ha comenzado a consumir o, cuando aún el consumo no se ha transformado en adictivo, los gobiernos tendrían que adoptar todas las medidas posibles de publicidad y de asistencia pública que lleven a desalentar del consumo de alucinógenos, sobre todo, a la población más joven, tal como se ha procedido en nuestro país con el tabaco.

Podemos pensar que el porcentaje de consumidores de dichas sustancias aumentará a un ritmo similar al del aumento de la población mundial, o sea que nos encontraríamos ante una demanda de crecimiento continuo y permanente que impide que se pueda terminar alguna vez con este comercio.

En algunos países existe una prohibición total del consumo de ciertos tipos de drogas y en otros países el consumo es libre y legal. En ambos tipos de países, existe, sin lugar a dudas, un porcentaje de la población que consume esos productos, indistintamente de si en su país el consumo sea legal o no. Es muy difícil estimar cuál es el porcentaje real de consumidores de drogas en relación a la población total de un país, pero, es posible pensar que el porcentaje de consumidores sea similar tanto en un país en el cual el consumo es legal, como en los países donde el consumo está prohibido.

Por otro lado, el aspecto adictivo de estos productos hace que la demanda no sólo sea continua y permanentemente creciente por el aumento natural de la población mundial, sino que es, además, una demanda cautiva, irrestricta e insensible a las variaciones en el precio de esas mercancías. Esto último explica claramente el aumento constante del volumen del comercio mundial de estas sustancias que, actualmente, alcanza cifras inconmensurables.

Analizado el tema desde el punto de vista de la demanda mundial, es muy razonable comprender, por otra parte, la razón del aumento continuo de la oferta de alucinógenos en el mundo, a los efectos de satisfacer las necesidades y exigencias de una demanda permanentemente insatisfecha.

También podemos comprender entonces, por qué es casi imposible eliminar la oferta de drogas, dado que los productores, vendedores y distribuidores de las mismas lucharán hasta el límite final para continuar su inmenso y próspero negocio. Además, como las organizaciones mundiales que dirigen este comercio disponen de las mejores armas y de un enorme capital, que muchas veces supera el Producto Bruto de algunos países, es lógico que a muchos gobiernos les sea imposible vencerlas y por lo tanto, no puedan impedir que dichas organizaciones continúen el rentable y floreciente comercio de las drogas. Los gobiernos no sólo pierden en el sentido estratégico policial por la inferioridad en el armamento, sino que también pierden por la infiltración de dichas organizaciones en todas las estructuras de los gobiernos mediante la compra de funcionarios a través de inmensos sobornos y/o extorsiones.

 

Debemos entender, de una vez por todas, lo siguiente:

-        que la guerra contra las drogas ya está perdida,

-        que a medida que pasa el tiempo y debido a la existencia de una demanda insatisfecha creciente y cautiva, el comercio de estas sustancias y el poder de las organizaciones mundiales que dirigen el mismo, será cada vez más grande,

-        que los gobiernos gastan cada vez más dinero, inútilmente, en una lucha imposible de ganar,

-        que no es posible pensar, razonablemente, que se pueda disminuir fácilmente el porcentaje de la población que habitualmente consume este tipo de sustancias,

Aceptando lo anterior, podemos razonar, entonces, que una forma de resolver esta situación es la liberación total de todas las restricciones al comercio de las drogas que existen en el mundo.

De este modo existirá en la sociedad mundial un nuevo comercio legal de productos que seguirá las mismas normas que corresponden a cualquier otro tipo de medicamentos y sustancias naturales o sintéticas. Los gobiernos podrán regular todos los aspectos relativos a este comercio, de acuerdo a su saber y entender.

Los aspectos positivos de este cambio de concepto con respecto al comercio de las drogas son obvios:

 

-        Se declarará el fin de la "Guerra contra las drogas"

-        Se eliminarán todos los delitos relacionados con la producción, la venta y la distribución de drogas.

-        Disminuirán los sobornos y extorsiones a funcionarios del gobierno.

-        Disminuirá la población carcelaria en un porcentaje muy importante que es posible estimar en más de un 70%.

-        Se terminarán las luchas por el territorio entre las diferentes organizaciones.

-        La población se sentirá, naturalmente, más segura.

-        Y un largo etc.

Por supuesto que el camino para llegar a esta situación hipotética no será fácil.

Habrá objeciones de parte de todos o de la mayoría de los participantes de los actuales gobiernos y también de parte de los ciudadanos comunes que todavía sustentan el concepto actual del prohibicionismo con respecto al comercio de las drogas.

También existirán rechazos por parte de las organizaciones que actualmente dirigen el comercio mundial y local de estas sustancias. Al principio, es posible que las objeciones de estas últimas sean amenazadoras, fuertes y tremendamente peligrosas, debido al enorme cambio de estilo de vida que les significará la instauración del nuevo concepto del comercio de las drogas. Posteriormente, una vez alcanzado, a nivel mundial, el objetivo de la legalización del comercio de estas sustancias, es esperable que se integren, paulatinamente, a los mercados formales del mundo.

También pueden ser muy fuertes, negativas y peligrosas las objeciones de parte de los estados que han impuesto, desde hace casi más de un siglo, la prohibición mundial del comercio de drogas. Modificar las concepciones de estos estados al respecto, será, seguramente, una tarea titánica.

A pesar de los "inconvenientes" ya mencionados podemos pensar ( o soñar) que, si queremos cambiar la situación actual de nuestro mundo, es necesario impulsar la formación de un gran movimiento internacional para comenzar a luchar a favor del cambio total de concepto con respecto al comercio de sustancias psicotrópicas, alucinógenas o psicoactivas y promover la modificación a nivel mundial de todas las leyes, decretos y tratados que se refieran a restricciones en el comercio de este tipo de productos. Somos conscientes de que el camino será muy largo y dificultoso, pero, alguna vez hay que empezar.

El movimiento mundial sugerido, al cual le podríamos llamar "MOVIMIENTO INTERNACIONAL POR LA LIBERACIÓN DE LAS DROGAS" (MOVILD) se formaría con todos los ciudadanos que comulguen con las ideas expuestas y que estén dispuestos a dar la inmensa y larga batalla necesaria para lograr modificar los conceptos actuales respecto al comercio de las drogas y eliminar definitivamente las consecuencias tremendamente negativas que la población mundial ha soportado desde hace mucho tiempo. Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el actual concepto prohibicionista y sus consecuencias es la causa principal del permanente estado de violencia que se observa en la sociedad de nuestros días.

A los efectos prácticos, la formación del movimiento comenzará con reuniones entre aquellos ciudadanos que entiendan la importancia de comenzar a luchar, desde aquí, Uruguay (¿por qué no?) donde se creará la sede de un movimiento que, en el futuro, se pueda convertir en un movimiento internacional. Dicho movimiento internacional reunirá a todas las personas del mundo que entiendan que ya no es posible continuar la famosa "guerra contra las drogas". En las reuniones de los adherentes a dicho movimiento se discutirán todas las posibles medidas a tomar para lograr el preciado premio de cambiar la realidad actual y obtener un nuevo mundo infinitamente mejor.

Sabemos que debemos unirnos y organizarnos para dar esta batalla, ya que cada vez somos más los que entendemos la necesidad de luchar por este nuevo concepto, no sólo aquí, en nuestro país, sino también a nivel internacional.

En la dirección de correo movilduy@gmail.com se recibirán los datos de todo aquél que desee adherirse a este incipiente movimiento.

 

Ramiro Zunin

Columnistas
2025-01-17T10:04:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias