Los hechos relevantes de esta elección en Uruguay
Ruben H. Díaz
09.09.2024
Como mencioné en mi nota interior, toda elección tiene hechos relevantes que la definen y la hacen única. Para mí en esta oportunidad, dos acontecimientos tienen esta característica.
El primero se trata de un caso nunca visto. La poca relevancia de los candidatos a la Presidencia, en realidad las fórmulas al Poder Ejecutivo.
Es llamativo, en un país politizado como el Uruguay, la poca trascendencia que la ciudadanía le adjudica a la elección. Y esto tiene resultancias positivas y también negativas. Las primeras vinculadas a la certeza de que los ciudadanos tienen sobre la permanencia del sistema democrático en él país. Porque ya lo vivieron. En los veinticuatro años de este siglo, gobernaron tres fuerzas políticas diferentes, y no se produjo una crisis sistémica. Por el contrario, el funcionamiento democrático se consolido aún más.
Claro que esto tiene otra contrapartida, la despolitización de la sociedad en su conjunto y la ausencia, o falta al menos, de un sentido de pertenencia hacia las estructuras partidarias. Esto no es bueno ni malo en sí mismo. Implica estabilidad. Sin embargo, ahí hay una dificultad. Cuando las generaciones dan por aceptada una situación de ese tipo, no se le defiende o principalmente valora a ese régimen. Eso está en el corazón de la crisis que vivimos entre los años sesenta y setenta del siglo pasado. Me parece que aquí deberíamos poner un signo de atención por lo menos.
Lo otro, es el poco entusiasmo, que generan los candidatos a la Presidencia. Por primera vez en la historia el principal vínculo con la opinión pública no la tienen los candidatos sino otras figuras. Me refiero tanto al Frente Amplio como blancos y colorados.
Los hechos relevantes más significativos desde la interna hasta el momento, cuando han transcurrido tres meses de ese acontecimiento y a dos de la primera vuelta, se han vinculado a la irrupción de Blanca Rodríguez, que ha dejado en su segundo plano lo que hace y dice Orsi y Carolina Cosse en el Frente Amplio. En el Partido Nacional es más claro aún este proceso. Los medios y los ciudadanos están mucho más pendientes de las visitas, recorridas y declaraciones del presidente de la República que del candidato Delgado.
Ni que hablar en el Partido Colorado. Que es sin duda el más beneficiado de este proceso. Que encontró un candidato presidencial que cada vez se afirma más. Y que recibió a su vez la presencia en la contienda de Pedro Bordaberry, una figura que es respetada y querida en amplios sectores de la ciudadanía. Ha sido decisivo en el resurgir de esta colectividad. Los colorados están creando un proceso de unidad y competencia a la vez. Que interesa, crea expectativas y genera otro clima. Me da la impresión de que el Partido Colorado está en condiciones de aspirar a un sexto Senador en esta elección. Lo que le permitiría volver a jugar en las grandes ligas. A esto se agrega otro suceso, ha dejado de estar presente en un primer plano el Dr. Sanguinetti. Con él, se registra un hecho que pasa desapercibido, pero no por eso deja de ser importante. Hace ya más de treinta años que una encuesta le haya dado a este personaje, mayor porcentaje de apoyo en la ciudadanía que de rechazo.
Blanca Rodríguez, Lacalle Pou y Pedro Bordaberry son determinantes en este proceso electoral y el acierto o desacierto de lo que hagan y digan ellos de aquí a la primera vuelta va a ser decisivo.
En realidad, el único hecho disruptivo desde el punto de vista institucional que puede señalarse es el referéndum sobre la seguridad social. Cuyas consecuencias pueden resultar decisivas en dos sentidos. El primero, el peso para la economía y el necesario crecimiento de esta que significaría su aprobación. Ningún profesional académico de la economía de prestigio, hasta el momento ha dicho que esto le sirve al país. Los más importantes del propio Frente Amplio, acaban de aprobar un documento de rechazo a la iniciativa. Solo esto termina, en mi concepto, con cualquier discusión.
Pero el tema de la reforma de la previsión social tiene otra dimensión, de primera magnitud, en el propio Frente Amplio. Si triunfa la reforma, habrá una fractura muy difícil de superar entre el votante de esa fuerza y su dirigencia. Aquí sí que esto es decisivo. Está 1|we789oen juego el poder. El Frente no será el mismo si el PITCNT y el Partido Comunista prevalecen. Las cartas están jugadas. La dirigencia frentista no ha apoyado la iniciativa hasta aquí. Cambiar de posición puede provocarle una situación de riesgo en un proceso electoral en que se les ve con posibilidades de éxito.
Ruben H. Díaz
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias