Asumió Trump, el mundo al revés.

Ruben H. Díaz

24.01.2025

Cuatro eran las zonas de conflicto hasta que asumió Trump. Medio Oriente, que acaba de lograr un cese al fuego por cuarenta y dos días, Ucrania, Taiwán y Venezuela. En su discurso de asunción, pasaron a ser ocho. Agrego a la nómina Canadá, Panamá, México y Groenlandia.

Hasta ahora los grandes aliados de Estados Unidos eran Bran Bretaña (por el momento el único que no tiene problemas con Trump), México, Canadá y Panamá. Casi ni una palabra sobre los conflictos que separan a Estados Unidos con Rusia y China. Comienza arremetiendo contra sus principales aliados. Como si fuera poco, California, el Estado más grande de su país se le subleva y ya es amenazado. En un mundo en el que predomina el enfrentamiento y la división, con medios suficientes para acabar la vida en el planeta, irrumpe sembrando la discordia.

¿Hasta donde vamos a llegar?. ¿Qué busca?. ¿Cuál es su objetivo?. Todas las predicciones a propósito del medio ambiente se están cumpliendo. El decide terminar con los autos a electricidad, subir el consumo de petróleo. Arabia Saudita y Argentina son los únicos países que dan muestras de buscar un vínculo más cercano con el Estados Unidos de Trump. Argentina lo hizo con la presencia de su Presidente en la asunción. Arabia Saudita con un cheque de inversión.

Toda la política del mandatario de estos días, ha consistido en atacar a los aliados de Estados Unidos y olvidar, o dejar de lado los conflictos con las otras dos grandes potencias de este tiempo. Le preocupa más el canal de Panamá que la crisis de Venezuela, que esta derivando en un posible enfrentamiento en la frontera con Colombia.

Trump debilita a Estados Unidos y sus aliados. Es disruptivo, no construye sino que busca el enfrentamiento. Piensa que puede mejorar la situación  procurando que la industria obsoleta vuelva a su país. Paradojalmente, tiene el apoyo de los dirigentes más importantes en materia de nuevas tecnologías.

Todo esto sucede a costa de Europa. Que se ve sitiada ante las políticas de Estados Unidos, que una y otra vez la critica, Rusia que la agrede en lo militar y China. En medio de todo este desconcierto, los mandatarios de estas dos potencias se reúnen en forma virtual para anunciar al mundo que son garantía de equilibrio y sensatez. Querer llamar al Golfo de México Golfo de Estados Unidos es una grosería intelectual provocativa que no mejora nada y empeora mucho la situación. Decir que "América Latina no es un problema porque nos necesita", constituye otro disparate, en el momento que este continente tiene la mayor relación comercial de su historia con China. ¿Acaso piensa que ese vínculo lo va a destruir a gritos?.

Es muy claro que esta sucesión de conflictos locales, llevan en poco tiempo a un enfrentamiento global de carácter militar con uso de armamento nuclear. Siempre sucedió así en la historia. Lo único diferente es justamente la presencia de medios que pueden poner en peligro la vida en la tierra. Hace ya más de sesenta años el mundo estuvo al borde de un enfrentamiento nuclear. La crisis de los misiles en Cuba entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Este no se produjo de milagro. Nos acercamos peligrosamente a una situación similar.

Nos estamos equivocando. Lo importante no es que Rusia se quede con Ucrania, China con Taiwán o Estados Unidos con México y Canadá. Crear una situación que permita detener la crisis del medio ambiente. Llevar adelante acciones precisas y enérgicas para explorar el sistema solar, poder instalarnos en otros planetas en forma certera y razonable para luego ir a otros sitios del universo, deben ser las prioridades.

Los humanos hemos descubierto a través de la investigación tecnológica, oportunidades que pueden llevarnos a tener standars de vida muy superiores a los que hoy gozamos. Lo que está realmente en duda, es ver si podemos y sabemos administrar con éxito todos los instrumentos que tenemos a nuestra disposición. En medio de tanta intranquilidad y zozobra, lo único positivo es constatar que nada ni nadie nos agrede como especie. Que dependemos de nosotros mismos. Si fracasamos y desaparecemos, no ocurrirá nada importante en el universo. Que tiene una extensión infinita, con vida y civilizaciones que sin duda han pasado por situaciones parecidas a las que tenemos nosotros ahora y superaron en su momento retos como las que nos toca enfrentar.

Vivir es superar desafíos. Construir. Amar y respetarse. ¿Somos capaces de comprenderlo?

 

Ruben H. Díaz

Columnistas
2025-01-24T09:42:00

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