Adios, pero... ¡hasta pronto!

Selva Andreoli

01.06.2021

Ayer 31 de mayo, después de cumplir 36 años de trabajo ininterrumpido, cerramos Grupo Perfil. Fue una decisión muy dolorosa, pero necesaria; que quizás habría tenido que tomar mucho antes de que me desangrara económicamente.

Desde hace varios años mis balances no eran para nada alentadores, y mis escasas reservas se fueron yendo paulatinamente  pensando con optimismo: este proyecto saldrá, esta licitación la ganaremos, y poniendo todo en la cancha. Pero teníamos varios hándicap, uno de ellos la política y mi definición pública sobre algunos temas de ética y justicia.

 Pero por sobre todas las cosas,  fue una decisión postergada porque había un grupo maravilloso de personas, talentosas, brillantes en cada una de sus áreas, con la camiseta puesta y que formaron durante muchos años una verdadera "familia". Hace dos días uno de estos integrantes el Baru, me dijo en un mensaje "cuando dos por tres hablo con Gonza o con Crocco, decimos Perfil no va a cerrar nunca, en nuestros corazones, y la amistad que hemos generado entre todo el equipo gracias a como sos vos, y como fue todo una gran familia"

Marcelo, mi lugarteniente, se fue llorando y diciendo algún día voy a volver y comenzaremos de nuevo. Me llena de orgullo que todos los que se fueron, o tuve que despedirlos por razones estrictamente económicas, han triunfado en otros lados, algunos como Camila que entró cuando era casi una niña, hoy luce en la tapa de Galería como una de las líderes emprendedoras más jóvenes . Siempre acompañaron, en las buenas - que las tuvimos-, y en las malas, que las sufrimos. Y antes que echar a alguien estaban dispuestos a bajarse sus sueldos. Marcelo era el primero: "prefiero ganar menos, pero que fulano o fulana no se vaya". Y así estuvimos peleándola contra los molinos de viento. Incluso algunos, consiguieron antes otro trabajo y se fueron sin cobrar indemnización porque sabían que así permitían que otros siguieran trabajando. Así era el espíritu Perfil.

Durante años, fuimos ninguneados por el Frente Amplio, fuerza a la que le habíamos dado honorariamente todo nuestro aporte para la campaña presidencial en dos oportunidades, pero para muchos que recién asumían como Ministros o dirigentes gubernamentales era un "queme" darle una licitación a Perfil, aunque fuera la mejor, como alguna vez nos lo dijeron. Sólo pude trabajar con UTE y con el MSP, y estamos orgullosos porque dimos todo por cada una de esas instituciones, cuidando el peso como si fuera nuestro; también con el FNR, pero oh paradoja, contratada en la época de Jorge Batlle por el Dr. Homero Bagnulo, y ahí empezamos nuestras exitosas campañas contra el tabaco.

Pero mientras la OMS y la OPS me invitaban especialmente a dar conferencias en Brasil y me contrataba el gobierno de México para asesorarlos por lo bien que nos había ido en la campaña de no fumar en espacios públicos cerrados; aquí en el MSP, funcionarios de cuarta pero con poder, no abrían la carpeta presentada por nosotros para una campaña de tabaquismo, argumentando absurdos e inventados incumplimientos técnicos. Cuando apelamos, que tardaron un año y medio en contestar, inventaron una explicación insensata.

Siendo directiva de AUDAP, fui una vez a preguntar si era normal que habiendo tenido el máximo de puntuación, 35 puntos en una licitación de ANCAP, junto a 3 agencias más, y habiendo hecho una magnífica presentación felicitada por todos los presentes, se nos puso 0 (cero), porque la orden de Sendic era con Perfil nada, según vinieron a explicarme después. Sólo una agencia se llevó 10.  Y fue la que ganó.

Una de las tantas vergüenzas de las que tengo que hablar ahora, de mis compañeros del FA. Antes me censuraba la derecha, ahora era censurada por la izquierda, sin siquiera molestarse en mirar la propuesta creativa ni económica. Mientras era atacada públicamente de que era la ganadora de todas las cuentas del estado -incluso se atrevió un legislador a publicarlo en el diario El País, y tuvieron todos los organismos involucrados que salir a desmentirlo-, nosotros éramos vedados por los mismos compañeros que habíamos ayudado a que estén en esos puestos de burócratas con poder, efímero, pero poder al fin.

Nos sentimos orgullosos de haber sido la primera agencia que hizo en este país publicidad para los sindicatos. Trabajé con FANCAP, AUTE, AEBU, Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza, ADEMU, y tantos otros más. Durante 22 años ayudamos a construir la imagen de los Fondos del  SUNCA, relación de la que me sentía orgullosa, porque aprendía con ellos y tratábamos de dar lo mejor de nosotros hasta que cambió la dirección y predominó el PCU,  echaron a los compañeros de la lista antagónica;  y en una licitación en que participamos con el MTSS y la Cámara de la Construcción,  ellos eligieron -¡paradoja!- a la agencia que recientemente había hecho la campaña de Lacalle, en lugar de a nosotros.

Así es la vida, y llegó el momento de contar algunas historias.  No pedíamos ningún privilegio, pero nos sabíamos buenos, económicos, y sólo pedíamos no caer en la censura política y competir en igualdad de condiciones. Llegaron a puntearnos menos que un diseñador solitario, en antecedente por experiencia, en una licitación del Teatro Solís. Y cuando fuimos con un expediente bien armado a cuestionar una licitación de la Intendencia de Ana Olivera, totalmente armada y con muchísimas irregularidades, después de pagar dos abogados del Tribunal de Cuentas que armaron un completo y grueso expediente, un jerarca que aún está nos dijo que lo habían perdido.

No decíamos nada públicamente, para no armar escándalo, y cada vez que yo planteaba presentarnos a una licitación púbica, todos me miraban con espanto e incredulidad.  ¿Para qué esforzarse, para que gastar horas de madrugada y fines de semana, y mucha plata, si nunca nos iban a considerar? Esa era la desmoralización del equipo. Pero no nos rendíamos, aunque tampoco ganábamos nada.

Hubo un momento que trabajábamos casi honorariamente para 13 sindicatos simultáneamente y preparábamos por Televisión el 1º. De Mayo para el PIT CNT.

Fuimos la agencia que hizo la campaña de recolección de  firmas para el Referendum contra la ley de impunidad, la del  Voto Verde, la del Plebiscito en defensa de las Empresas Públicas, la de la campaña en defensa de ANCAP, el del Agua, etc. etc. Sufrimos múltiples censuras, al video de Sara Méndez, a un video que mostraba a Sanguinetti diciendo que los militares no merecían amnistía, a un video por la enseñanza donde aparecía José Pedro Varela -caracterizado como sólo Cacho Bagnasco sabía hacerlo-,  y el mensaje final decía: maestros y padres nos preocupamos por la escuela pública y Ud. señor presidente". Ese video fue prohibido y levantado por orden de la Presidencia de Sanguinetti.

Y en el plano político trabajamos para múltiples campañas;  de la 1001, ANÍMESE CONTRA EL PAÍS GRIS, cuya serie antológica es la del Profesor Paradójico con el Corto Buscaglia, a quien quise y admiré como un hermano más. Fue la  campaña que llevó a la Intendencia a Tabaré Vázquez, sin duda. Campañas presidenciales de Tabaré en 1999 y en el 2004, campañas de intendentes del interior en varios departamentos, y repito todas honorarias, y no me arrepiento, era una forma de militar por una causa. Y lo pueden atestiguar los secretarios de finanzas de la época.

Claro, que también tuvimos el glamour, inauguramos eventos y edificios en Punta del Este, algunos con 700-800 personas, organizamos el bautismo de aviones, reuniones al más alto nivel, la entrada de Petrobras en Uruguay, la inauguración del primer Parque eólico en Sierra de los Caracoles de UTE, la inauguración de complejos, conferencias internacionales, y al mismo tiempo un sinnúmero de campañas para clientes de los más diversos rubros.

De todos aprendimos algo, pero además supimos respetar y querer a un grupo de proveedores que nos acompañaron en las madrugadas grabando textos para la campaña de Tabaré Vázquez, como Paco Grillo, Marcela, Jasa y la admirable gente de la Batuta. Soy de la época en que las s, o los silencios se cortaban en la cinta con una tijera y me maravillaba la precisión del inolvidable  Quito de Lema,  con quien empecé mi incursión y adiestramiento en la locución.

No quiero dejar de nombrar a imprenteros que nos resolvían los apuros a que nos someten los clientes, sin chistar y con el máximo de calidad,  productoras de stands con los que ganamos premios, productoras audiovisuales que inventaban cómo sacar el mejor comercial con bajos presupuestos poniendo toda la carne al asador: la productora CTC de los Bayarres-Gutiérrez que nos esperaban a filmar hasta las 3 de la mañana con Matilde los mensajes del Voto verde, y a cualquier hora las inolvidables Paradojas, Cactus, Avril, La Tribu, Transparente, Kafka, Taxi, Metrópolis, y tantas más.  Todos expertos y comprometidos profesionales con lo que hacían. Incluso, cuando les pedíamos campañas honorarias,  que hicimos muchas. Y me debo olvidar de otras, porque fueron tantas a lo largo de estos años, que solo tengo palabras de respeto y agradecimiento para ellos.

Soy de la época en que el compromiso militante por una causa hacía que actores y jingleros trabajaran gratis, como en el voto verde, ni Espalter, ni Almada, ni Margarita Musto, ni Ana Pañela, ni la inefable voz de Manuel Vidal, o canciones de La Mayor, o La Batuta se cobraban, porque la gente participaba convencida de abolir la ley de impunidad contra los crímenes de lesa humanidad de la dictadura.

Vaya mi recuerdo para mi gente, no quisiera olvidar a nadie: en primer lugar mi hijo y socio Diego Piñeiro, que estuvo siempre al pie del cañón,  y empiezo por los más antiguos  Santiago Tutte, Cristina Metettieri, Yanira Luberiaga, Pepe Kurucs, Gino, los hermanos Magnone, Cacho Bagnasco, Pablo Escobar, el Corto Buscaglia, Raúl Caritat, Ana Nahun,  Marcelo Crocco, Camilo Schettini, Lourdes Barreto, Claudia Pacciello, Carolina Domínguez, El Pato González, Gustavo Lorenzo, Lucia Olivari, Rafael Valek, Paola Lígori (además mi productora de Saludablemente), Julio Castillo, Marcel,  Gonzalo Peloche, Lorena Vista, Virginia Mauris,  Fernanda Madeira, Patricia  Baliñas, Marquito, Nicolás Hernández, Camila Ribas, Natalia Fiol, Silvana Sastre, Florencia Muñoz, Marcelo Barufaldi (el Baru), Diego Waisrub, Matias Alday , Martín Carriere,  Hugo González , Karen Zak, Juan Pablo Lepra, Verónica Alvarez, Mercedes Caballero, Julien Coll, Damián Montañez,  Diego Costa, Regina Vargas, Emiliano Vargas, Carlo Nicola, Gladys Velázquez, Juan Pablo Taborda, Sam Ferrand, Rafael Colombino, Jimena Castro y tantos pasantes que ya ni me acuerdo de sus nombres pero dejaron huella en su pasaje por la agencia.  Ellos fueron MI FAMILIA durante todos estos años, y lo saben.

A todos ellos,  ¡¡GRACIAS!! Por lo que me enseñaron, por lo que me aguantaron, por lo que logramos hacer juntos, por compartir éxitos, cumpleaños y fiestas, pero también tristezas, por pelear conmigo por el proyecto, por ser como son hoy, gente honesta, valiosa y que se ha ganado su lugar en otras tiendas.

Esa es la pérdida más dolorosa, sin duda,  de este camino empedrado que es ser empresario en este país.

He trabajado con mentorías a través de OMEU -hasta hice un curso como Profesora de Emprendedurismo con la Universidad de Salamanca-, y cuando quiero aplicar la teoría a la cruda realidad de Uruguay, descubro una vez más, qué difícil es ser emprendedor en este país. Cuántas trabas, cuántas ilusiones truncadas en jóvenes a las que he acompañado en sus primeros pasos, en personas que no eligieron el empleo público sino jugárselas, arriesgarse, con sus proyectos independientes.

Bueno, esta nota se hizo larga, pero quería despedirme así, con un ¡hasta siempre! por mi gente, por mis equipos, por mis amigos y proveedores, y  como no podían faltar: por mis clientes. Todos los que depositaron su confianza en nuestra creatividad, nuestras estrategias, nuestra  discreción y  nuestra capacidad para resolver situaciones de crisis. De todos ellos también aprendimos y crecimos juntos.

La vida nos encontrará en otros proyectos, esta vez bajo la dirección de Diego Piñeiro, que además de su alta y variada preparación profesional, es un teórico-práctico por excelencia, sabe hacer de todo, y del que me siento orgullosa como madre y como socia.

Este es un... hasta luego, porque como diría mi padre -cuánto lo extraño- ¡nunca baje los brazos!

Selva Andreoli
2021-06-01T18:39:00

Lic Selva Andreoli Directora Grupo Publicitario PERFIL

 

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