ANECDOTARIO: Cuando la realidad nos interpela.

Selva Andreoli

03.04.2019

Estuvimos el lunes y martes en Cerro Largo  con Esteban, fuimos en nombre de Navegantes, nuestra agrupación en La Alternativa. Visitamos Melo y Río Branco, nos reunimos con un grupo de maestras, profesores y pequeños productores rurales, que adhieren a Navegantes.

Y sólo voy a hablar en esta nota, de la conversación con las maestras, porque la niñez y la educación es para mi una preocupación constante. Son la sociedad del futuro.

Los datos del INE son claros, 6 de cada 10 niños entre 0 y 3 años viven en hogares pobres. Esto trae carencias de todo tipo, pocos estímulos para expresarse de forma oral, lenguaje por señas, y un índice previsto  del 11% que tendrá retraso.

Pero los datos de la realidad, de la cruel realidad, son más alarmantes. Nos contaba una maestra veterana que día a día se sorprende con niños que no entienden una orden simple, que se comportan como ausentes, con problemas de irritabilidad y violencia, con señales  de desórdenes mentales y obviamente problemas de aprendizaje, con niñas de 14 años embarazadas, y podríamos seguir.  Según sus palabras, algo que nunca vio en sus anteriores años ejerciendo el magisterio. Es un problema que está por encima de los programas, los educadores, el sistema, está en la "materia prima": los niños,  con dificultades en todos los sentidos, de familia, de nivel socio económico, de afectividad, de inteligencia emocional.

Muchos de esos niños son hijos de madres adolescentes solteras - demasiados según nos contaron -, que tienen sus niños y luego se despreocupan y los cuidan como pueden algunos familiares de su entorno.

Esta realidad es la que no admite demoras, debe cambiar ya. Con esos niños formaremos la sociedad del 2030, serán los ciudadanos aptos o no para trabajar, investigar, innovar y ayudar a desarrollar la economía del conocimiento, sin ellos  no habrá futuro.

Por eso cuando me preguntan cuál sería mi prioridad, es ésa, la número uno: sacar a esos niñosde ese contexto crítico desde temprana edad e integrarlos a Centros polifuncionales, brindándoles no sólo educación, sino también deportes, música, arte, pero sobre todo, hábitos de conducta e higiene, que no tienen en sus hogares; comida, baño caliente, educarlos en higiene bucal, y tratar de que socialicen con sus pares, integrando grupos de distinto nivel socio económico,  única garantía para la inclusión social y para cimentar una democracia fuerte.

Ellos volverán a la noche a sus hogares y llevarán consigo la experiencia  de una nueva realidad, de afectos, de respeto por el otro, de higiene, orden, hábitos de convivencia y tolerancia, y serán los "educadores" de sus padres y de su entorno. Hay que rescatarlos, porque de eso depende el nuevo Uruguay.

Selva Andreoli
2019-04-03T06:53:00

Lic Selva Andreoli Directora Grupo Publicitario PERFIL

 

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