Sin la brújula y el sextante no puedo navegar. Federico Fasano Mertens
21.02.2025
Queridos lectores de mis alborotados y polémicos pensamientos, me comprometí ante ustedes que al iniciar el 2025 construiría una Cosa Vostra más potente e incisiva, una especie de nuevo multimedio digital en la web, pero la ira de los dioses o el gualicho de mis adversarios, heridos por el dolor de la derrota en el balotaje de noviembre, abrieron sobre mí, como diría el poeta, las puertas del infierno tan temido, la oscuridad.
El principal de mis 5 anatómicos sentidos, la vista, fue cegada sin previo aviso, como un rayo sin permiso en una espléndida noche de verano.
Al término de los 10 capítulos de La Cosa Vostra, Manual para Indecisos que en los 2 meses previos al balotaje, elaboré con plena visión física y mental, la física sin dudas y la mental para algunos discutible (para unos con visión estrábica, y para otros con visión de lince), una trombosis ocular o como se llame se derramó en mi ojo izquierdo, el único lúcido, ya que el derecho estaba perdido para siempre, como corresponde a todo seguidor de Espartaco, los Graco, la inolvidable Rosa o el imponente Carlitos, me refiero al de Tréveris, el gran explorador de los mecanismos de la explotación humana.
El inesperado derrame se alió sólidamente con la maculopatía húmeda, heredada de mi madre, que a los 96 años murió ciega, tecleando poemas en su computadora parlante. Esa alianza perversa decretó mi ceguera legal. Aunque el fallo es apelable, la sentencia definitiva es incierta. Dependerá de qué grado y en qué lugar se sitúe la cicatriz que la hemorragia deje al descubierto, cuando sea absorbida por mi naturaleza herida. Volver a leer como antes parece imposible, pero a mi voluntad le bastaría poder leer a medias y con ayuda tecnológica para no interrumpir mis anunciados proyectos. Caso contrario no podré cumplir con el retorno al ruedo del que me alejé para entregarle a la izquierda uruguaya un canal de televisión que gané en buena ley y del cual fui ilegalmente despojado.
Ya hace 3 meses que me he llamado a silencio, postergando todo pensamiento, reflexiones, investigaciones entrevistas, búsqueda de noticias escondidas (porque sigo creyendo que noticia es aquello que alguien quiere que no se conozca), propuestas para la erizada tarea de construir el bien común. Si el fallo es que no volveré a leer y por ende a escribir al no poder leer lo que escribo, conste que no me es atribuible mi deserción al proyecto socialista al que dediqué mi existencia fundando 8 diarios, 3 semanarios, 1 mensuario, 2 radios y 2 canales de televisión, vaya si me arrancó la vida poder construirlos para empujar un poquito a ese trancado sueño milenario de igualdad, justicia y libertad. Discépolo tiene razón: "contra el destino nadie la talla".
Pero si ese destino me permite leer un poquito con dificultad, estén seguros que hasta que el Hades me llame, seguiré junto a ustedes para pensar y hacer pensar. Caso contrario no será posible y mi pericolosa vida activa, se habrá interrumpido. Porque la lectura es mi sextante y la escritura mi brújula. Y sin ambos no se puede navegar. Y mucho menos llevar el barco de la información escondida, al puerto al que me dirijo.
Cumplo con compartirles mi pesar y mi esperanza.
Federico Fasano Mertens
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias