Trump contra el capitalismo y por el caos. Esteban Valenti

10.04.2025

La tan anunciada guerra comercial fue iniciada con premeditación y alevosía por un decreto del presidente Donald Trump, mostrando a las cámaras de televisión una tabla con los porcentajes de aumento de los impuestos de importación de cada uno de los 83 países involucrados. Mostraba las tablas como si fuera las de Moisés en el monte Sinaí. Sagradas.

La primera lectura, la más elemental es como se trastocan años y años de prácticas, de acuerdos, de negociaciones con el dedo de un señor que se considera por encima del resto de la humanidad. Hubo pocos personajes en la historia, que realmente se sintieron tan alto y tan impunes. Trump se suma a esa lista. En el siglo XX el único que osó fue Adolf Hitler.

En cada país se están realizando los cálculos, los ajustes, las contrapropuestas, las especulaciones, ¿Por qué quien puede afirmar con un mínimo de seguridad que este el final de las tablas sagradas de los impuestos mundiales o nacionales al comercio? Nadie, estamos a merced de ese trazo grosero y burdo de Trump con su firma.

Como todos los actos políticos, comerciales o económicos, tienen un contenido ideológico, aunque algunos quieran presentarlo como un simple gesto comercial. En la base teórica  de la teoría capitalista, el mercado juega un papel central y fundamental. Su importancia radica en varios aspectos clave que definen el funcionamiento de este sistema económico:

El mercado, a través de la interacción de la oferta y la demanda, determina la asignación de recursos. Los precios actúan como señales que indican qué bienes y servicios son más demandados y, por lo tanto, hacia dónde deben dirigirse los recursos productivos.

Esta asignación descentralizada se considera más eficiente que la planificación centralizada, ya que se adapta de manera más flexible a las necesidades y preferencias de los consumidores.

Los precios se forman en el mercado como resultado de la interacción entre compradores y vendedores. Esta formación de precios es esencial para la coordinación de las actividades económicas.

Los precios transmiten información sobre la escasez relativa de bienes y servicios, lo que guía las decisiones de producción y consumo.

Supuestamente el mercado es el único que proporciona incentivos para la innovación y la eficiencia. La competencia entre empresas las impulsa a buscar formas de reducir costos, mejorar la calidad de sus productos y desarrollar nuevas tecnologías.

La búsqueda de beneficios, impulsada por la competencia, se considera un motor del crecimiento económico en el capitalismo.

El mercado se asocia con la libertad económica, que incluye la libertad de los individuos para elegir qué bienes y servicios consumir, qué trabajos realizar y qué empresas crear. Esta libertad se considera esencial para la autonomía individual y la eficiencia económica. La teoría capitalista sostiene que el mercado, a través de la competencia y la innovación, impulsa el crecimiento económico y la creación de riqueza.

La acumulación de capital y la inversión se consideran motores fundamentales de este crecimiento. En resumen, el mercado es una institución central en la teoría capitalista, que desempeña un papel crucial en la asignación de recursos, la determinación de precios, la generación de incentivos y la promoción del crecimiento económico. Este es un resumen del credo.

Hasta que llegó el Cesar y mandó parar, con la primera de sus tablas sacras de aumentos de los impuestos al comercio mundial. Las consecuencias hasta ahora, han sido tres días sucesivos de importantes caídas de las bolsas mundiales (otro indicador supremo del mercado), diversas empresas gigantes en crisis, bloques económicos y países revisando toda su política comercial, como la Unión Europea, México, Canadá, China y muchos otros.

Es posible que en este mundo cada día más ramplón, donde estudiar e investigar pierde importancia frente a los grandes poderes a menos que no produzca productos y servicios con abundantes ganancias, hablar de los teóricos sea un sacrilegio, una pérdida de tiempo, pero....

Adam Smith considerado el padre de la economía moderna en su obra "La riqueza de las naciones" (1776) sentó las bases del pensamiento económico clásico y defendió la idea del libre mercado y la "mano invisible" como mecanismos para la asignación eficiente de recursos.

Sus ideas sobre la división del trabajo, la competencia y el libre comercio han tenido una profunda influencia en la teoría y la práctica del capitalismo.

John Locke y sus ideas sobre la propiedad privada y los derechos individuales influyeron en el desarrollo del pensamiento liberal, que es la base del capitalismo. Mientras que Friedrich Hayek fue un defensor del liberalismo clásico y se batió contra de la planificación centralizada y defendió el libre mercado como un sistema eficiente de coordinación económica.

Un aporte importante lo realizó Max Weber con su obra "La ética protestante y el espíritu del capitalismo", donde ofreció una perspectiva sociológica sobre los orígenes del capitalismo moderno.

Más recientemente, Milton Friedman basó toda su influencia en la defensa del libre mercado y la reducción de la intervención estatal en la economía.

Por su parte Carlos Marx, en el extremo opuesto, tuvo una visión crítica y compleja sobre la libertad de mercado. En lugar de verla como un ideal positivo, la analizó desde una perspectiva histórica y materialista, destacando sus contradicciones y consecuencias negativas para la clase trabajadora. Algunos puntos clave:

La libertad de mercado en el capitalismo es principalmente una libertad formal, es decir, una libertad legal que no se traduce necesariamente en libertad real para todos.

Según Marx, los trabajadores son formalmente libres de vender su fuerza de trabajo en el mercado, pero se ven obligados a hacerlo para sobrevivir, ya que carecen de medios de producción propios, esta desigualdad estructural hace que la libertad de mercado sea, en realidad, una forma de coerción económica.

La supuesta libertad del mercado en el comercio, de bienes, de servicio de capitales es falsa y quien se encargó de desnudarla fue precisamente el monarca del mayor estado capitalista del planeta, Donald Trump. Nada menos que el comercio mundial está sometido a su dedo, por encima de ningún otro interés que sean los beneficios para los EE.UU, sin siquiera considerar a sus aliados.

Esta visión no es solo comercial e ideológica (primero y solo los Estados Unidos) sino política y militar. Nadie se atrevería a tratar de implementarla, de amenazar con invadir otras naciones, incluso aliadas o neutrales sin disponer de una superioridad militar abrumadora.

Los europeos ya no solo deben cuidar su flanco este, sino que las amenazas son globales y en particular de los Estados Unidos. Durmieron décadas en la cuna de la OTAN y ahora tienen un despertar de pesadilla.

Nadie cree en serio que Rusia lanzaría un ataque sin motivo, sin una agresión directa a ningún país de Europa, incluso aquellos que formaron parte de la URSS, pero aumentar el presupuesto de guerra hasta el 5% del PBI en todos los países de la Unión Europea es un cambio radical de todas las políticas económicas, sociales y con un impacto devastador en el nivel de bienestar de esos pueblos.

La Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó para 2024 el mayor presupuesto anual de gasto militar en la historia del país, asignando aproximadamente 815.000 millones de euros, el 3,38% de su Producto Interno Bruto (PIB).

A pesar de las diversidades entre los países de la Unión Europea en el año 2024, el presupuesto militar alcanzó los 326.000 millones de euros, lo que representa alrededor del 1,9% del PIB de la UE.

De acuerdo a la exigencia de Trump el gasto de defensa de la Unión Europea debería alcanzar los 815.000 millones de euros. Un aumento de dos veces y media (250%). Sin comentarios.

Estamos no solo ante un violento ataque al comercio mundial, al desarrollo de los países, sino a las relaciones de fuerza a nivel global. La gran pregunta es ¿Hasta dónde piensa llegar?

 

ANEXO

El comportamiento de las Bolsas es uno de los indicadores principales del "Mercado"

Desde el 3-4-25 con el anuncio de Trump hasta el cierre del 8-4-25, éstas han sido las caídas de las principales bolsas del mundo:

Mercados estadounidenses:

  • S&P 500:
    • Experimentó una caída acumulada aproximada del 4,8%.
  • Dow Jones:
    • Registró una baja acumulada de alrededor del 3,98%.
  • Nasdaq:
    • Sufrió un descenso acumulado cercano al 6%.

Mercados europeos:

  • Las bolsas europeas registraron caídas significativas en este periodo, con variaciones entre:
    • Fráncfort: caídas de alrededor del 4,1%.
    • París: caídas cercanas al 4,8%.
    • Londres: caidas aproximadas al 4,6%
    • Madrid: caidas aproximadas al 4,8%
    • Milan: caidas aproximadas al 5,2%

Mercados asiáticos:

  • Nikkei 225 (Japón):
    • Tuvo una caída acumulada de aproximadamente el 3,93%.
  • Índice Hang Seng (Hong Kong):
    • Se hundió un 13,2%.
  • Bolsa de Shanghái:
    • Tuvo una caida de alrededor del 7,3%
  • Kospi (Corea del Sur):
    • Tuvo una caida de alrededor del 5,6%
  • Taiex (Taiwan):
    • Tuvo una caida de alrededor del 5,8%.

 

 

 

Esteban Valenti
2025-04-10T06:45:00

Esteban Valenti.

Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es) y de Other News (www.other-news.info/noticias).