Un día como hoy hace diez años, nos dejaba para siempre Eduardo Galeano. Fernando González Caussade
13.04.2025
Dio una larga pelea a una dura enfermedad, a un maldito y devastador cáncer de pulmón.
Luchó todo lo que pudo, hasta bajar definitivamente los brazos ante tan cruel e implacable dolencia. Sonó el fatìdico silbato, mortal, poniendo fin al partido de su vida. Se marchó dejando a todos contrariados, con una profunda e irremediable tristeza.
Las letras no lo pueden creer, no se acostumbran a su ausencia, lo extrañan, añoran sus certeros y bellos trazos. Supo utilizarlas, a sus entrañables amigas, como un diestro y eximio jugador, para escribir un montón de cuentos, dibujando hábilmente, a pura calidad, un sin fin de historias y semblanzas.
Chambón empedernido, vergüenza de las canchas. El mismo se autodefinía como un patadura sin remedio, que solo en sueños se veía como un gran jugador.
Pero fue un virtuoso y hábil escritor que dibujaba con sus manos prodigiosas, los que sus torpes piernas le negaron. Sus creaciones permanecerán impresas, inalterables en sus libros, las cuáles nos quedarán como legado de su enorme obra. Esa que nos dejó a todos los que nos identificamos y amamos su trabajo.
Perdurará por siempre en los amantes futboleros, su certera frase, esa que al escribirla, como un verdadero cràck, de un certero tiro, la clavó para siempre en el ángulo de la historia:
"Juego. Luego soy".
La memoria perenne para quién nos regaló su enorme talento. A esa porfiada que no se cansa de recordarlo. Gracias Eduardo Galeano...
Fernando Gonzalez Caussade, es Docente y Periodista. Trabajó en Torneos y Competencias, radios Sport 890, CX 30 Radio Nacional y CX 22 Universal.
Foto: Gallino Art / Ricardo Antúnez / adhocFOTOS
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