El militante y su ámbito
William Marino
Hace unos cinco meses escribíamos un artículo que tuvo por título ¨la militancia en tiempo real¨, allí decíamos que el país y el mundo han cambiado tanto, que hoy el Uruguay no está dividido en blancos y colorados, ni en la ciudad y el campo. Hoy el Uruguay está dividido en ¨derecha e izquierda¨ mal que le guste al cavernícola de Sanguinetti.
Mal que les pese a muchos, estamos cada vez más encerrado en nosotros mismo, cómo lo están nuestros ¨vecinos en el planeta tierra¨ pues las verdades en ocasiones son mentiras y las mentiras son verdades. Hoy Cantinflas (Mario Moreno) se deberá estar riendo de la sociedad toda, por su manera de hablar sin decir nada pero hablar al fin.
Hasta casi el final del siglo pasado, todo era más fácil de entender y entenderse entre el común de la gente. Hasta unos 50 años atrás en este país los medios de comunicación eran muchos y la llegada al común de la gente era muy variada. Solo en el área metropolitana existían más de 20 diarios, con una tirada diaria de más de 1 millón de ejemplares. Decenas de semanarios y revistas eran editadas todas las semanas con tiradas que superaban los 300.000 ejemplares. Desde la ultra derecha a la ultra izquierda todos tenían su medio de expresión. Las estaciones de radio y los incipientes canales de TV, también podríamos decir que eran abiertos a la libre expresión. Los Blancos eran Blancos como hueso de bagual y los Colorados eran Colorados como sangre de toro. En esa época aun se recordaba el toque a degüellos en los campos de nuestra patria. El ¨ejercito¨ blanco, que se levanto en armas, en 1897 1904, bajo el liderazgo de Aparicio Saravia, se había rendido a la muerte de su caudillo, pero sus integrantes fueron reparados con pensiones por haber defendido sus ideales. Unos eran Blancos otros Colorados.
Los cambios en los pueblos no se dan de un dia para otro. La tecnología que llegaba al campo, desplazaba a los ¨gauchos¨ a las ciudades más cercanas, a su vez los habitantes de estas ciudades se desplazaban a las capitales departamentales y también a la gran ciudad. Montevideo y sus alrededores (hoy área metropolitana) se iba desplazando poco a poco, con uruguayos del interior, pero también por ciudadanos del mundo que buscaban oportunidades mejor y en paz para un mundo cada vez más convulsionado. Pero los Blancos eran Blancos y los Colorados eran Colorados. Noventa y dos años estuvieron los colorados en el Gobierno, con un poder compartido con los blancos, con el famoso pacto del ¨Chinchulín¨ (1934), que era aquello de tres para el ganador y dos para el perdedor. El reparto se realizaba entre los que tenían el poder de don Dinero. Arriba ya no se distinguían casi los blancos de los colorados. Abajo aún se podía ver que el blanco era pobre y el colorado también. Ambos tenían las mismas necesidades: pelear el salario para llegar a fin de mes. El primer diputado Socialista electo al parlamento uruguayo llego en 1911, de la mano de don Emilio Frugoni, pero casi 10 años después llego la división, socialistas por un lado y comunistas por otro. Aunque ambos eran trabajadores de la ciudad y el campo. Pero los blancos eran blancos como hueso de bagual y los colorados eran colorados como sangre de toro. Pero el siglo XX fue un siglo muy complejo, dos guerras mundiales con decenas de millones de muertos y heridos (mutilados) entre ambas guerra surgió el fascismo y el nazismo. Aunque el mundo comenzó a ver en el horizonte las palabras de Marx: ¨un fantasma recorre europa, el fantasma del Comunismo¨. Es el siglo de grandes revoluciones sociales unas, triunfaron otras fueron ahogadas en sangre. Las revoluciones en México; con Zapata y Pancho Villa; Rusia con Lenin al cabeza: China con Mao; Cuba con Fidel y el Che; Alemania con Rosa Luxemburgo. Tantos levantamientos armados tuvo el mundo, que son casi imposible de nombrarlos a todos. Argentina con el recuerdo de miles de asesinado en la decada del 10, Colombia en 1948, en América central como en Nicaragua y Guatemala, en Turquía, en Viet Nam que fue una de las tumbas del imperialismo yanki, en África junto a Asia se podría decir que fue la tumba del colonialismo inglés, francés, belga......
En el siglo XX después de la segunda guerra mundial surge el poder del dólar y fue desapareciendo el franco francés y la libra esterlina del reino unido. Aunque también surgió la que fue la ¨Revolución en Silencio¨: el sindicato en todo tipo de actividades, aunque mas que nada en las fabricas y las grandes industrias. Las patronales no sabían ni entendían como contener esa avalancha de pedidos de reducción de la jornada laboral o aumento salarial, seguridad en el trabajo y seguros sociales, por eso siempre recurrieron a los gobiernos represores de turno, por eso el mundo tiene cientos de miles de trabajadores Mártires asesinados por la policía y/o ejercito que casi siempre estuvo a favor de la patronales. El Uruguay del siglo XX no estuvo ajeno a ello. Los asesinados portuarios, los de Minas de Corrales, San Javier, Ferrosmalt, los de la industria de la carne, los arroceros, los cañeros, los estudiantes con Líber Arce como primer mártir, los mártires de la 20* con Mendiola a la cabeza, los cientos de desaparecidos y asesinado por la última dictadura cívico militar. Todos tuvieron un denominador común: eran trabajadores y militantes. Fueron, podríamos decir de una raza, en vías de extinción, pues trabajaban y luchaban por un mundo mejor. Trabajaban ocho, diez o doce horas y luego militaban muchas horas más, con la única gratificación del reconocimiento de sus pares: el Obrero, el Trabajador.
Seguro, que el gran capital, el señor Don dinero, han tratado de denigrar al trabajador ante sus pares y en ocasiones lo ha logrado. Siempre repito algo, la frase inventada por un refresco americano, es simple e inocente: hace la tuya. De ahí salió piensa solo vos, se egoísta. El Pepe Mujica dijo hace unos años ¨el consumismo nos está matando¨, podríamos agregar que nos esta matando como individuos y como sociedad. Hoy si bien se trabajan menos horas, el bajo salario lleva a que se trabajen dobles jornadas para poder mantener el ritmo alocado de vida. Esto unido a que la militancia es algo que se lleva dentro del alma, en el corazón, la militancia es como la solidaridad, das todo lo que puedes y sientas que debes de dar, pero NO das lo que sobra. La militancia no es un trabajo, es eso es militancia. Se da todo sin pedir nada a cambio. Se milita cuando hay conciencia, cuando hay solidaridad, cuando hay motivación, el que sale a militar en lo social, lo político y sindical debe de tener un motivo que le llegue al alma y al corazón, por desgracia para la izquierda uruguaya esos motivos están desapareciendo, don dinero nos está comiendo la conciencia.
Este es un tema que no tiene fin, por el momento, aunque tiende a desaparecer, hace unos años 2018, varios dirigente políticos hablaban de voluntarios y decía que la militancia era cosa del pasado. Hoy cuando apenas faltan 71 días el principal acto eleccionario, el Frente y algunos otros partidos políticos chicos, quieren ver como traer a esos militantes que antes corrieron.
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