Cumbre árabeislámica en Riad: antecedentes y resultados
17.11.2024
MOSCU (Instituto Katehon) - La cumbre tuvo lugar en un contexto internacional extremadamente controvertido y demostró sólo la disposición teórica de los países islámicos y árabes a actuar como un frente unido en apoyo de Palestina y el Líbano
El 11 de noviembre se celebró en Riad una cumbre extraordinaria de los países de la Liga de Estados Árabes (LAS) y de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) sobre el acuerdo palestino. El objetivo de la cumbre era desarrollar una posición común sobre la situación en la Franja de Gaza y el Líbano, y ya se celebró una cumbre similar, inmediatamente después del inicio del conflicto. Esta vez se adoptó una declaración final en la que los participantes en la cumbre, 52 Estados, culparon a Israel del fracaso de las negociaciones mediadas por Estados Unidos, Qatar y Egipto.
Inmediatamente vale la pena señalar que recientemente la prensa occidental también destacó que Israel no ha cumplido las condiciones impuestas por los Estados Unidos en relación con la situación humanitaria en el Medio Oriente. Así lo confirman las organizaciones internacionales occidentales pertinentes.
Así, justo antes de la cumbre, un grupo de ocho organizaciones humanitarias, entre ellas Oxfam, Save the Children y el Consejo Noruego para los Refugiados, publicaron un informe según el cual Israel no había cumplido una serie de demandas estadounidenses destinadas a mejorar la crisis humanitaria en Gaza mediante la fecha límite del 12 de noviembre. Israel, a su vez, informó un poco antes que la mayoría de las demandas se habían cumplido, pero transfirió la responsabilidad del fracaso del resto al hecho de que las hostilidades aún continuaban.
Sin embargo, Israel también calificó el informe de la UNRWA del 9 de noviembre sobre la hambruna en Gaza como una opinión sesgada. Aún no está claro cómo se comentará esto en Estados Unidos. El 13 de octubre, Washington envió una carta a Tel Aviv diciendo que si las condiciones humanitarias en Gaza no mejoraban para esa fecha, Israel podría enfrentar posibles restricciones a la asistencia militar estadounidense.
Sin embargo, como puede ver, la redacción es muy, muy vaga y no se debe contar seriamente con el cese del apoyo estadounidense. Sin embargo, el hecho de que llovieran acusaciones sobre Israel desde lados completamente diferentes, incluidos otros no del todo familiares, indica algunos cambios.
Es cierto que lo más probable es que esto no esté relacionado tanto con el cambio en el curso del conflicto de Medio Oriente, sino con los cambios en la política internacional de Washington. A pesar de que el equipo de Trump aún no se ha formado oficialmente, ha surgido cierta información sobre los candidatos más probables para altos cargos. Así, se espera que Mark Rubio, conocido por su actitud negativa hacia Irán, China, Rusia y su patria histórica, Cuba, se convierta en el nuevo Secretario de Estado.
Pero muchos expertos coinciden en que Rubio ha suavizado sus puntos de vista en los últimos años para alinearse con la reticencia de Trump a involucrar a Estados Unidos en guerras. Y el asesor de seguridad, según información publicada el 12 de noviembre, era Mike Waltz, un "halcón" famoso por sus declaraciones antichinas. Todo esto sugiere que el conflicto en el Medio Oriente seguirá estallando, ya que está dirigido principalmente contra Irán, y las posiciones antiiraníes en Estados Unidos son cada vez más fuertes.
Otra premisa interesante para la cumbre de Riad es el escándalo entre los negociadores para un acuerdo palestino. El 8 de noviembre, la agencia de noticias occidental Reuters citó a un funcionario de Washington diciendo que Estados Unidos había obligado a Qatar a cerrar la oficina política de Hamas en el país y que Doha había transmitido el mensaje a la organización. Al parecer, también por esta razón y bajo la presión de Estados Unidos, Qatar suspendió los servicios de mediación.
Sin embargo, los representantes qataríes explicaron que Doha no cerró la oficina de Hamás ni se negó a mediar en las negociaciones. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar destacó que se ha notificado a todas las partes que "Qatar suspenderá sus esfuerzos para mediar entre Hamás e Israel si no se llega a un acuerdo en la ronda de negociaciones... Qatar reanudará estos esfuerzos junto con sus socios cuando las partes demuestren su disposición y seriedad de intenciones para poner fin a la brutal guerra".
Sin embargo, no hubo respuesta de ninguna de las partes, por lo que el proceso fue suspendido. Todo esto, por supuesto, no contribuyó a fortalecer las relaciones ni entre Qatar y Estados Unidos, los dos mediadores más importantes del conflicto, ni entre la parte norteamericana-israelí y los países del mundo islámico y árabe.
Sin embargo, estos esfuerzos se destacarán en la declaración final de la cumbre publicada en el sitio web de la OCI: "Reafirmamos nuestro apoyo a los enormes e importantes esfuerzos emprendidos por Egipto y Qatar en cooperación con los Estados Unidos para lograr un alto el fuego inmediato y permanente en el Franja de Gaza, la liberación de rehenes y prisioneros, y Responsabilizamos a Israel por el fracaso de estos esfuerzos como resultado del rechazo del gobierno israelí a los acuerdos alcanzados por los negociadores".
En este contexto tan controvertido, se inauguró la cumbre, durante la cual el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman declaró que "Arabia Saudita apoya al pueblo palestino y libanés e insiste en el fin de la ocupación ilegal israelí de los territorios palestinos. la implementación de una solución de dos Estados".
Lo que es más interesante, sin embargo, es que el príncipe heredero de Arabia Saudita, que alguna vez fue un socio clave de Estados Unidos en la región y mantuvo una fuerte postura anti-Irán hasta la normalización entre Arabia Saudita e Irán liderada por China el año pasado, en su discurso pidió Occidente e Israel deben respetar la soberanía de Irán y no invadir su territorio". Recordemos que el 10 de noviembre Arabia Saudita e Irán discutieron el desarrollo de la diplomacia de defensa y la ampliación de la cooperación bilateral durante la visita de una numerosa delegación encabezada por el Jefe del Estado Mayor de las SA, Fayyad al-Ruwaili.
Muy interesante fue el discurso del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien culpó a los países islámicos: "La incapacidad de los países musulmanes para responder adecuadamente, mientras un puñado de países occidentales brindan todo el apoyo posible a Israel, ha llevado a la situación actual". Añadió que Türkiye está dispuesto a tomar medidas concretas que "harán" que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sienta que la ocupación de los territorios palestinos le "está costando muy caro".
Así, en la declaración final de la cumbre de la OCI, los países participantes pidieron una intervención internacional: condenaron unánimemente los "ataques deliberados" de Israel contra la fuerza temporal de la ONU en el Líbano y sus ataques en territorio sirio. Además, se señaló que la OCI y los países de la Liga Árabe han pedido a la Corte Penal Internacional (CPI) que emita órdenes de arresto contra funcionarios civiles y militares israelíes por sus acciones contra el pueblo palestino.
Los participantes en la cumbre también pidieron a la comunidad internacional que presione a Israel para que retire sus tropas de la Franja de Gaza, así como que prohíba por completo el suministro de armas y municiones a este Estado. La cumbre tiene como objetivo buscar congelar la participación de Israel en la Asamblea General de la ONU y otras organizaciones internacionales.
La declaración también exige que el Consejo de Seguridad de la ONU imponga sanciones contra Israel por sus acciones en Cisjordania y pide que Israel sea considerado responsable de garantizar la seguridad de las fuerzas de mantenimiento de la paz. Los participantes en la cumbre condenaron las acciones de los colonos judíos, calificándolos de grupos terroristas y exigieron que se los incluya en las listas terroristas nacionales e internacionales.
Además, advirtieron sobre las posibles consecuencias de violar la soberanía de Irak, Siria e Irán sin medidas adecuadas por parte de la ONU. Un tema importante del orden del día fue la necesidad de asistencia humanitaria inmediata al Líbano, especialmente a la luz de la crisis que afecta a un gran número de personas desplazadas. También se destacó la importante cuestión de las reformas en el Líbano, que permitirán a los países amigos brindar apoyo a Beirut para superar los desafíos actuales.
Los participantes en la cumbre expresaron su preocupación por la escalada del conflicto en la Franja de Gaza y enfatizaron que esto representa una amenaza real para la seguridad de todo el mundo.
En tales condiciones, la cumbre de Riad se convirtió no sólo en una plataforma para discutir el acuerdo palestino, sino también en un indicador del cambio de prioridades estratégicas en el Medio Oriente. Las palabras de Mohammed bin Salman sobre Irán y los recientes contactos internacionales demuestran un nuevo nivel de juego diplomático en la región, donde las alianzas tradicionales pueden ser reconsideradas.
Mientras el conflicto continúa estallando y los esfuerzos de mediación internacional enfrentan dificultades, la cuestión de cómo se desarrollarán las relaciones entre el mundo árabe, Occidente y otros actores sigue siendo una cuestión abierta. Habrá muchos desafíos por delante, y la cumbre demostró teóricamente que los estados árabes están listos para actuar como un frente unido frente a los cambios globales y la nueva realidad en el Medio Oriente, pero en términos prácticos no hay comprensión sobre los pasos reales.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias