Se apagó un grande
Murió Nelson Mandela
05.12.2013
JOHANNESBURGO (Uypress) – El líder sudafricano, héroe de la lucha contra el apartheid y Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, falleció este jueves en su domicilio de Johannesburgo a los 95 años de edad.
"Se apagó apaciblemente", anunció el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, para comunicar por televisión el fallecimiento del líder y referente sudafricano.
"Queridos compatriotas nuestro bien amado Nelson Rolihlahla Mandela, el presidente fundador de nuestra nación democrática, ha fallecido", declaró.
Nelson Mandela "se apagó apaciblemente (...) Nuestro pueblo pierde a un padre", añadió, antes de un largo homenaje. "Nuestro querido Madiba tendrá funerales de Estado", dijo, anunciando que las banderas serán izadas a media asta a partir del viernes y hasta los funerales, cuya fecha no precisó.
Nelson Mandela, el primer presidente negro de Sudáfrica, había pasado gran parte de su vida como preso político en aislamiento, previo a ser liberado y encaminar al país hacia la democratización.
En un gesto de grandeza, luego de cumplir su período como presidente de la República, se retiró y no aspiró a nuevos cargos.
En nuestro país, desde hace ya varios años el colectivo "Ciudadanas y ciudadanos por el Día Mundial de Mandela" venía realizando diversos homenajes, que tuvieron su punto culminante el año pasado con la inauguración en Maldonado del Parque de los Derechos Humanos "Nelson Mandela".
Paralelamente, desde el año pasado el Parlamento comenzó a dar lugar a la resolución de las Naciones Unidas de conmemorar el Día Internacional del líder, que coincide con el de su cumpleaños.
Mandela, que había cumplido 95 años el pasado 18 de julio, había sido hospitalizado cuatro veces desde diciembre de 2012, siempre a causa de infecciones pulmonares.
Esos problemas recurrentes eran probablemente ligados a las secuelas de una tuberculosis que contrajo durante su estadía en la isla-prisión de Robben Island, frente a Ciudad del Cabo, donde pasó 18 de sus 27 años de detención en las cárceles del régimen racista del apartheid.
Cuarenta y seis mil seiscientos sesenta y cuatro
Transcribimos a continuación la intervención de nuestro compañero de redacción de Uypress, Daniel Feldman, en ocasión de la inauguración del Parque de los Derechos Humanos "Nelson Mandela" en Maldonado.
Cuarenta y seis mil seiscientos sesenta y cuatro. ¿Te suena ese número?
Así comienza el texto del afiche con el que CIUDADANAS Y CIUDADANOS POR EL DÍA INTERNACIONAL DE MANDELA realizamos esta convocatoria.
Cuarenta y seis mil seiscientos sesenta y cuatro.
Un simple número, que si lo miramos aisladamente puede que no nos diga nada. Ese era Nelson Mandela en sus años de cautiverio. Sus carceleros, el régimen del apartheid, trataron de anularlo, de quitarle todo rastro de humanidad y convertirlo en una simple cifra, tal vez una estadística más; sin nombre, sin sentimientos, sin voluntad... nada... ¡Usted no es una persona! ¡Usted es el cuarenta y seis mil seiscientos sesenta y cuatro!
Pero miren qué interesante: no necesitamos cruzar el Océano Atlántico y viajar a la Sudáfrica del apartheid o remontarnos un poco más atrás en el tiempo hacia la barbarie nazi. Acá, a sólo 150 y 200 kilómetros de esta sala, también seres humanos de carne y hueso, hombres y mujeres como todos nosotros, fueron reducidos a números, no hace más de treinta años. Y sin embargo, al igual que Nelson Mandela, aquí están: con nombre y apellido, con sus sentimientos a flor de piel y con su férrea voluntad de construir sus destinos.
No voy a historiar la vida de Mandela. Ya se ha hecho de sobra y mejor de lo que pueda hacerlo yo. Simplemente quiero, en forma breve, pensar en voz alta para que ustedes me escuchen y sepan porqué un grupo de hombres y mujeres realizamos esta convocatoria por tercer año consecutivo.
Y quiero referirme fundamentalmente a dos aspectos:
Primero: creemos que Nelson Mandela, Madiba como se lo llama, sintetiza en su ejemplo de vida la abrumadora mayoría de las virtudes que le podemos pedir a un dirigente político y estadista: su compromiso y acción por una sociedad libre y democrática. No en vano la Organización de las Naciones Unidas instituyó un día, el 18 de julio, el de su cumpleaños, como día mundial en su homenaje. No en vano tampoco, en nuestro país se realizó por primera vez este año un homenaje en el Parlamento con el apoyo de todos los sectores políticos.
Muchas veces, pensando en la dimensión de su accionar, cuando asume la presidencia de Sudáfrica, me asombraba de su visión muy por encima de lo que podían ser sus intereses o sus duelos personales. Luego de derrocado el régimen del apartheid, ¿no se le habría tolerado la revancha a Mandela y la abrumadora mayoría de la población negra sometida durante decenios a un régimen ignominioso? Sin embargo Mandela condujo a su pueblo por el rumbo de la unidad nacional; sin revancha pero sin olvido, convertido en un obrero -tal vez el principal- de la construcción del futuro de su patria, haciendo realidad su frase de que "ser libre no es solamente desatarse las propias cadenas, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás". Algo de eso verán en la película Invictus.
En segundo lugar: Mandela fue presidente de Sudáfrica durante un período de gobierno. Un solo período. Creo que no cometo una locura si afirmo que si se presentaba a renovar su mandato lo votaba el 90% del electorado. ¡Qué tentador ¿no?! ¿A quién no se elevaría el ego a las nubes? Algo así como el sueño del poder absoluto y por voluntad popular.
Y ahí nuevamente me asombró Mandela: su renunciamiento no fue ni un acto de cobardía ni de insensatez, sino una enorme lección -que muchos deberían aprender- de confianza en la madurez de su pueblo. Él ya había hecho su tarea, pero con su actitud de "aparentemente" no seguir, la seguía haciendo.
Y aquí estamos, conmemorando al hombre que es una leyenda viva, pero más aún diría, siguiendo el ejemplo de Mandela, celebrando la vida.
Sigamos entonces su ejemplo, para lo cual los convoco, parafraseando al propio Mandela, a ser los amos de nuestros destinos y los capitanes de nuestras almas, que en gran medida, de eso se trata la vida.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias