Presidente Lugo

Paraguay: la salud del presidente Lugo


ASUNCIÓN, 5 Oct (UYPRESS/CORRESPONSAL)- El clima de preocupación que, desde hace tres días reinaba en vastos sectores del pueblo paraguayo, ante el agravamiento de la enfermedad del Presidente Fernando Lugo, hoy lunes entró en una fase de alivio.

En el seno del Ejecutivo aún se palpa nerviosismo e inquietud, pero lejos de llegar a un ambiente tenso ni de angustia, como publicita la oposición.

Lugo, quien regresaría pasado mañana a Asunción, habló hoy por Radio Nacional desde el Hospital Sirio-Libanés de San Pablo, donde fue internado de urgencia el sábado, y manifestó sentirse recuperado y optimista, porque habría sido superada su afección.

La hospitalización se produjo al complicarse un malestar molar que, en primer momento habría sido tratado como una alergia, pero que horas después fue sustituido por un diagnóstico de absceso flemonoso retro-faríngeo.

Los últimos comunicados médicos dejan entrever que habría tenido una trombosis de la vena cava superior, todo lo cual motivó su internación en terapia intensiva, de la que evolucionó rápidamente y permitió su traslado a terapia intermedia.

El encare del tema Lugo ha tomado intensidad en dos niveles y de ambos pende la vida del país a corto plazo.

Primero, la salud,  disminuidas sus defensas a causa del cáncer linfático que padece y de la medicación inmuno-supresora con la que es tratado, todo lo cual genera incertidumbre e ingresa de lleno en el plano del debate y de las especulaciones de orden político.

El grueso de la oposición, apoyándose en el argumento de la enfermedad, arrecia con el pedido de renuncia, para que asuma el Vicepresidente Federico Franco, liberal de derecha enfrentado con Lugo desde un principio, pero la Constitución Nacional ampara al mandatario para continuar en el cargo mientras esté en el país y en condiciones físicas y mentales normales.

A su vez, la Carta Mayor desautoriza al Presidente de la República a delegar por cierto tiempo el cargo y, si estando imposibilitado de ejercerlo, se resiste a abandonarlo, el Congreso Nacional debe separarlo por mayoría de dos tercios o, en el peor de los casos, sometiéndolo a un juicio político.

En cuanto al Vicepresidente, la Constitución es clara, pero en el caso de Franco la situación política se vuelve complicada en el seno de su propio partido, donde es muy discutido por su ambivalencia respecto a Lugo, en cuya victoria electoral de abril del 2008 los liberales aportaron una importante suma de votos y han acompañado relativamente bien a Lugo desde entonces.

En cambio, en los 26 meses de Gobierno, prometiendo lealtad al Jefe de Estado, Franco ha protagonizado varios episodios enojosos en el seno del Ejecutivo, por su confesado interés de ocupar el primer puesto, con duras críticas públicas a Lugo, que han provocado roces con importantes referentes de las fuerzas aliadas al ex Obispo.

Aupado por las circunstancias a la titularidad, Franco podría adquirir poder suficiente para situarse a igual o superior nivel en la aspiración a la Jefatura del Estado para el 2013 que los otros dos potenciales candidatos liberales, el Presidente del PLRA, Blas Llano y el Ministro de Obras Públicas, Efraín Alegre.

Internacionales
2010-10-05T10:44:00

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