DEBATES
La izquierda uruguaya: ¿hasta donde huir?
14.06.2011
MONTEVIDEO, 14 Jun (UYPRESS/Florencio Luzardo) – Cuando en política se presentan situaciones complejas, atolladeros, una de las mayores tentaciones es huir hacia delante. El problema sigue siendo hasta donde huir.
En el actual gobierno hay ejemplos que se acumulan. No había terminado el debate sobre la controvertida ley de anulación de la Caducidad, que de inmediato se lanzó al ruedo el tema y luego el proyecto de impuesto a las propiedades rurales de más de 2000 hectáreas y con un índice de productividad de carne y lana (CONEAT) superior a 100. No fue una filtración, fue directamente un reportaje al director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) Gabriel Frugoni.
Ya van más de dos semanas de ese debate por la prensa, en entrevistas simultaneas del presidente y el vicepresidente discrepando sobre la medida y con malestar en todos los ministros involucrados en el asunto, sobre todo el de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) Tabaré Aguerre y de Economía y Finanzas (MEF) Fernando Lorenzo. Todos los observadores, internos y externos, amigos y adversarios coinciden que son de los ministerios que mejor funcionan en este gobierno y que le han dado sus mayores éxitos.
Luego explotó el tema de la venta de terrenos públicos en una zona costera del este del país que se conoció a través de un discurso muy polémico del propio presidente de la República. Hasta la propia ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOTMA) Graciela Muslera, del mismo sector político que fundó el presidente, Graciela Muslera salió a corregirle la plana al primer mandatario.
Las pocas encuestas que se conocen sobre la evaluación de la gestión del gobierno y del presidente en particular, muestran descensos en todos los casos. ¿Cuánto? Nadie lo sabe con certeza porque no se conocen resultados posteriores a estos episodios.
No hay duda que el presidente eligió en reiteradas oportunidades fugarse hacia delante en el debate público, la prensa ha sido la gran protagonista de estos 15 meses del segundo gobierno de izquierda. Este camino de ventilarlo todo en los medios no parece haberle dado muy buenos resultados.
Ahora se agrega un nuevo ingrediente. El Movimiento de Participación Popular (MPP) fundado y referencia política del propio presidente de la República ha decidido y ha lanzado una campaña de publicidad (radio, televisión en Youtube) afiches y pintadas en los muros de apoyo al impuesto al agro.
La consigna es “Vamos Pepe”, la misma de la campaña electoral de las internas, con la misma música y con consignas como “Que pague el que más tiene”; “La tierra es de nosotros y no del que tenga más”; “Cumpliendo con el programa del FA”; “ Que pague el latifundio”. Nadie puede dudar que es una fuga hacia delante. ¿Después de esto que se viene?
Es un paso más que ahora incluye la disputa a nivel de la publicidad sobre temas instrumentales internos. Todos los sectores del Frente Amplio están de acuerdo con obtener recursos adicionales para la infraestructura necesaria para la producción agropecuaria. Se han manifestado de acuerdo con buscar mecanismos para limitar la concentración de la tierra, lo que se discute son los instrumentos para alcanzar estos objetivos.
Todos los sectores del Frente Amplio, inclusive el del presidente, estaban y están en contra de la ley de Caducidad. ¿Que sucedería si los que apoyaban la ley interpretativa salieran con el mismo método a reivindicar sus posiciones ante las definiciones de otros sectores y en particular del propio Mujica sobre este tema? Sería la guerra santa.
¿Que sucedería, escalón tras escalón, si algunos frenteamplistas tomaran la iniciativa de reclamar a través de los muros por mayor y mejor seguridad, o contra el desastre en ASSE, por otra gestión en la enseñanza secundaria o por la reaparición del Mides?Para tomar algunos ejemplos.
Las escaladas llevan a escaladas, es casi una ley física. La oposición debe estar prendiéndole velas a todos los santos para que estas huidas sean todas en esta dirección. Las escaladas terminan en desbarranque, no sólo en las encuestas de opinión pública, sino lo que es mucho peor en las relaciones políticas, y un gobierno se basa en cuidar y regar las buenas relaciones políticas dentro de su fuerza, el Frente Amplio. Y para resolver esas situaciones no alcanza con las declamaciones de fraternidad al finalizar los consejos de ministros. Tienen que ser ciertas y creíbles y sentidas por todos.
A menos que realmente el proyecto político sea diferente, en ese caso sería bueno conocerlo.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias