UY Press - Agencia uruguaya de noticias

16.11.2023

MONTEVIDEO (Uypress/Esteban Valenti) - Uno de los ejes principales de la campaña electoral de Luis Lacalle Pou y del actual modelo económico fue la reducción del déficit fiscal. Lo malo de manosear esos datos es que la cifras son inapelables, nos son encuestas, son datos duros y oficiales de la realidad.

Recientemente aparecieron dos artículos, uno de la economista Silvia Rodríguez en UYPRESS y el otro del economista Javier de Haedo, del Observatorio de Coyuntura de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), sobre este tema aportando datos y argumentos muy sólidos.

Hemos sintetizado la información sobre estos indicadores comparados con el último gobierno del Frente Amplio 2015-2019 y sus resultados, estamos peor, mucho peor y avanzamos hacia un año electoral desbocado en el gasto:

Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas y Banco Central del Uruguay.

No habría mucho que agregar, pero incluso las mentiras y fracasos evidentes, cuando son apoyadas por mucha elocuencia y relatos deformados, requieren algunas palabras.

Es notorio el deterioro del déficit fiscal, su crecimiento que no tiene otra explicación que el "ciclo electoral"

Este gobierno que nos agotó de proclamarse austero,  además del "carnaval electoral", año tras año desde el comienzo mismo de la Administración Lacalle Pou (por supuesto aceptando que el primer año es anómalo por la emergencia sanitaria del Covid-19, han tenido peor desempeño en materia de déficit fiscal que el segundo gobierno de Tabaré Vázquez.

Todos podemos hacer un esfuerzo de memoria y recordar la catarata de críticas de los partidarios del actual presidente, a la conducción de la economía por el contador Danilo Astori. Críticas a las que se sumaron varios economistas que proclamaban, que después del desmadre del 2019, el país se vería forzado a hacer un "ajuste fiscal" (reducción del déficit) del orden de 2 puntos porcentuales del PIB (en cifras de hoy el ajuste equivaldría a 1.500 millones de dólares).

Hoy estamos peor que entonces. Tenemos más déficit fiscal y más endeudamiento que a finales de 2019. Para colmo, la  conducción económica se paseó por el mundo entero durante estos años, enarbolando el mérito de un prudente manejo macroeconómico y un fuerte rigor en materia de política fiscal. Puro humo, como todo lo de este gobierno.

La regla fiscal contenida en la LUC no ha sido más que una pantalla, detrás de la cual se esconde el más clásico electoralismo y el oportunismo político del gobierno multicolor.

Incluso las mismas calificadoras que a principios de 2019 decían, antes de la crisis del mes de mayo del gobierno de Mauricio Macri en Argentina que afirmaban que  estaba haciendo todo bien y que no había riesgo alguno para la estabilidad macroeconómica. Expertos...

La bandera del déficit fiscal y la deuda externa, ya está desflecada y falta todo el año electoral.