OPINIÓN

Trump en América Latina: una constelación de halcones ultras para restablecer el orden neoliberal

18.04.2025

OTHER NEWS (Por Bernardo Gutiérrez* – elDiario.es) – El presidente de Estados Unidos entrega la agenda latinoamericana a Marco Rubio, Mauricio Claver-Carone, Richard Grenell y Tom Homan, radicales defensores de la mano dura

 

Neoliberales irredentos, anticomunistas y vengativos. Los altos cargos elegidos por el presidente estadounidense Donald Trump para relacionarse con América Latina configuran un verdadero dream team ultra. En primer lugar, Marco Rubio, el Secretario de Estado de origen hispano, es un firme defensor del bloqueo y las sanciones a Cuba y a Venezuela, además de ser aliado cercano de la familia Bolsonaro de Brasil, de extrema derecha.

Le sigue Mauricio Claver-Carone, nuevo enviado especial del Departamento de Estado para América Latina, que fue el artífice de la política de boicot total a Venezuela y del intento de encumbrar sin elecciones a Juan Guaidó como presidente de dicho país en 2019.

No hay que olvidar a Richard Grenell, ex director nacional de Inteligencia (2020), quien aprovechó su cargo de embajador en Alemania (2018-2020) para apoyar la internacional ultraderechista liderada por Steve Bannon y maniobró para que el presidente guatemalteco de centroizquierda, Bernardo Arévalo, no tomara posesión. Y Tom Homan, responsable del actual plan de deportaciones masivas, fue el arquitecto de la polémica política de "tolerancia cero" que en 2018 separó a miles de niños migrantes de sus padres en la frontera entre EEUU y México.

Si durante su primer mandato Donald Trump no priorizó sus relaciones con América Latina, el poder otorgado a los halcones que lidiarán diplomáticamente con la región augura un cambio radical. Trump fue especialmente efusivo al anunciar en su red social Truth Social el nombramiento de Mauricio Claver-Carone, que ya había sido director principal para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional durante su primer mandato. "Estoy feliz de anunciar a Mauricio Claver-Carone como enviado especial del Departamento de Estado para América Latina. En los últimos cuatro años, el caos y la anarquía engulleron nuestras fronteras. Llegó la hora de restablecer el orden en nuestro propio hemisferio", afirmó el mandatario.

Las alertas han saltado en la esfera pública progresista latinoamericana. "Su indiferencia (de Claver-Carone) ante el sufrimiento humano y la dureza de las sanciones de las que fue responsable durante su mandato en la Casa Blanca generará molestia en América Latina", en palabras de Peter Kornbluh, autor de Back Channel to Cuba. Fuentes cercanas al presidente Luiz Inácio Lula de Silva confirmaron a medios brasileños su preocupación ante un posible apoyo de Trump "a grupos de extrema derecha en América Latina que amplíen los focos de inestabilidad regional".

¿Hasta qué punto los halcones ultra de Trump pueden resucitar el intervencionismo histórico de EEUU en América Latina?

Rubio, vínculo de la familia Bolsonaro

En enero de 2019, unas semanas después de la toma de posesión de Jair Bolsonaro, el entonces senador Marco Rubio escribió un artículo en la CNN titulado: Estados Unidos debe apostar fuertemente por Brasil. El texto calificaba la presidencia de Jair Bolsonaro como una "nueva oportunidad" para estrechar los lazos económicos y la colaboración geopolítica con el gigante sudamericano: "Juntos, Estados Unidos y Brasil tienen una oportunidad histórica para mejorar nuestras relaciones comerciales y economías, al mismo tiempo que se combaten las estrategias de los enemigos de la democracia (China, Irán y Rusia) que buscan aupar a dictadores y a líderes autoritarios como los de Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela".

Además, Rubio, que calificó recientemente al presidente Lula de extrema izquierda, fue muy crítico con Alexandre de Moraes, el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño que ordenó el cierre de la red social X en Brasil por carecer de representante legal y no acatar la justicia del país. "Por el bien de las libertades básicas y de nuestra relación bilateral, Brasil debe rectificar esa medida autoritaria", declaró Rubio en un comunicado.

La afinidad de Rubio con los Bolsonaro llega al punto de que Eduardo, diputado federal e hijo de Jair, anunció que abandonaba su escaño y pediría asilo político en EEUU para protegerse de la supuesta "persecución" a la que dice estar sometido como representante del movimiento político que encabeza su padre, quien será juzgado por orquestar un complot armado para tomar el poder mediante un golpe militar.

Paulo Abrao, ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), consideró que el Gobierno de Trump va a interferir en Brasil para apoyar la causa bolsonarista "hasta donde haga falta", en declaraciones al medio Agência Pública. "Lo hará a través del Congreso estadounidense, movilizando cartas dirigidas al Departamento de Estado, con declaraciones públicas y con la realización de audiencias públicas en el Congreso, construyendo eventos para proyectar voces en defensa de los bolsonaristas y de quienes huyeron a Estados Unidos temiendo procesos judiciales", aseguró Abrao.

Esta política de puertas abiertas con la oposición brasileña se invierte en el caso de Argentina: la Administración vetó, por decisión de Rubio, la entrada en EEUU de la expresidenta Cristina Fernández y de sus hijos tras sus condenas por corrupción.

Por otro lado, Marco Rubio, cuyo abuelo fue deportado de EEUU en 1962 por haber entrado ilegalmente en el país, es un firme defensor del bloqueo a Cuba y a Venezuela.

Tom Homan, el zar de la frontera

Tom Homan (1961), que comenzó su carrera profesional como policía en 1983 en el estado de Nueva York, es una de las voces más radicales contra la inmigración. Desde 2017, cuando fue nombrado director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), Homan diseñó la polémica estrategia de separación de padres e hijos en la frontera entre México y EEUU, para desincentivar la migración. Junto a otros dos altos funcionarios, fue uno de los firmantes del memorando que aprobó esta política bajo la supervisión de la entonces secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.

Tras su salida del ICE, pasó a ser comentarista político de la cadena conservadora Fox News y se vinculó a la Heritage Foundation, un think tank ultraconservador. Homan, denominado zar de la frontera, máxima autoridad en las deportaciones de inmigrantes de la nueva era Trump, colaboró en el Proyecto 2025, una controvertida propuesta de reforma que aboga por medidas más radicales hacia los migrantes que llegan a EEUU de forma ilegal. El objetivo del Proyecto 2025, del que el propio Trump se desmarcó por ser demasiado radical, es financiar a entidades y grupos contrarios a los movimientos sociales progresistas latinoamericanos, condicionar recursos a la promoción de ideas conservadoras y combatir las ideas socialistas.

Richard Grenell, embajador de Steve Bannon

Richard Grenell (1966) ganó visibilidad al ser portavoz del Departamento de Estado de EEUU en la ONU, entre 2001 y 2008, durante el Gobierno de George W. Bush. Grenell fue una pieza clave en la política de la llamada "guerra contra el terror" que justificó las invasiones estadounidenses de Afganistán e Irak.

A partir de 2009, Grenell fundó Capitol Media Partners, una consultora política que llegó a trabajar para el ministro húngaro Viktor Orbán, uno de los políticos más ultraderechistas de Europa. Como embajador de Estados Unidos en Alemania (2018-2020), fue duramente criticado por reconocer públicamente su deseo de empoderar a otros líderes de extrema derecha en Europa, incumpliendo la Convención de Viena de Relaciones Diplomáticas, que impide a los embajadores inmiscuirse en la política de otros países.

Ahora, Donald Trump ha creado un cargo especial para Richard Grenell, enviado presidencial para Misiones Especiales, cuyo principal objetivo es presionar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Su primera visita a Caracas concluyó con éxito: consiguió que el Gobierno venezolano liberase a seis presos estadounidenses.

Aunque Grenell no tiene una carrera profesional especialmente vinculada a América Latina, ya acumula críticas y polémicas en la región. Las principales están relacionadas con su intervención a favor de fuerzas antidemocráticas en Guatemala, para impedir la toma de posesión del presidente electo, Bernardo Arévalo. Tras el triunfo electoral del centro izquierdista en junio de 2023, Grenell levantó sospechas infundadas de fraude electoral y colaboró activamente con un intento de golpe de Estado.

El periódico The Washington Post reveló que Grenell se reunió el 11 de enero de 2024 con la Liga Pro Patria, que intentaba boicotear la investidura de Arévalo. También se encontró con el expresidente guatemalteco Alejandro Giammattei, vetado de entrar en Estados Unidos por múltiples problemas con la justicia.

Mauricio Claver-Carone, el anticomunista

Abogado, lobista, exfuncionario del Departamento del Tesoro y expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Claver-Carone (1975), de origen cubano, radicalizó su anticomunismo a partir del año 2000, cuando se involucró en el conflicto diplomático entre Cuba y EEUU provocado por Elián González, el niño cubano que llegó en una balsa a Florida. Cuba transformó la repatriación de Elián, cuya custodia era reclamada por familiares en Miami, en una verdadera cuestión de Estado. Claver-Carone, que llegó a enzarzarse con dos diplomáticos cubanos en Washington durante una manifestación, redobló su postura a favor del bloqueo económico a la isla.

Posteriormente, como director principal para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional durante el primer mandato de Trump, Claver-Carone fue el cerebro del intento de transformar a Juan Guaidó (presidente del Parlamento venezolano) en presidente del país. Carone fue el principal defensor de la línea dura de sanciones y bloqueo económico contra la Venezuela de Nicolás Maduro.

En una entrevista concedida al diario colombiano El Tiempo en febrero de 2019, Claver-Carone revela sin tapujos su desprecio por los gobiernos de izquierda latinoamericanos: "Los días del socialismo del siglo XXl están contados. El ALBA [Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, que impulsó Hugo Chávez] pende de un hilo. Y lo vimos en las elecciones recientes en El Salvador, donde la gente rechazó de manera categórica al candidato del [Frente] Farabundo Martí [para la Liberación Nacional]. Lo que vemos es una tendencia regional de apoyo a la democracia, a la prosperidad, a los mercados libres".

A pesar de su constante elogio del libre mercado, Claver-Carone es un firme partidario del proteccionismo económico de Estados Unidos: ya ha amenazado con aplicar un 60% de aranceles a cualquier producto que pase por el puerto de Chancay, en Perú, construido por China.

*Bernardo Gutiérrez: Soy periodista, escritor e investigador. Vida transoceánica, entre España y América Latina, con doble nacionalidad España-Brasil. Más de dos décadas publicando en medios como La Vanguardia, El País, 20 Minutos, Esquire, La Repubblica, Visão, Milenio, Público, Interviú, Der Tager Spiegel o National Geographic, entre otros. He publicado tres libros individuales y participado en otros ocho libros colectivos. El último es Pasado Mañana, (Arpa Editores, 2017), un viaje a la España del cambio que enuncia un futuro inclusivo para las izquierdas y los valores progresistas.

 

 

Política
2025-04-18T16:19:00

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